Natalia Caniguan por participación de los PP.OO. en el proceso constituyente: “Estamos en una gran desventaja competitiva”
La investigadora del CIIR apuntó a la existencia de un racismo estructural que ha perjudicado la inclusión de los pueblos indígenas en distintos espacios de discusión y acusó una connotación negativa al reconocimiento de las diversidades en el país.
Diario UChile
Jueves 4 de mayo 2023 10:40 hrs.
Compartir en
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, la antropóloga e investigadora del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), Natalia Caniguan, calificó como “complejo” el escenario de participación que enfrentan actualmente los pueblos originarios en el nuevo proceso constituyente.
A su juicio “estamos en una gran desventaja en términos competitivos, toda vez que la eventual posibilidad de contar con representantes dentro de lo que va a ser este órgano relativamente redactor de la constitución, porque ya sabemos que va a haber un texto previo, está bastante difícil porque tiene ciertas condicionantes que se fijaron de antemano que entorpecen o contribuyen a que haya esta representatividad”.
En esa línea, cuestionó la imposición de requisitos, como la de “obtener un cierto porcentaje del padrón de votación, que vuelve sumamente compleja la participación y yendo, además, en sentido contrario de lo que dicen ser las medidas de promover la inclusión de los pueblos indígenas en estos espacios, que sin duda le atañen a su desarrollo y a lo que va a ser el eventual resultado de lo que va a ser esta Carta Magna, del proceso que se está viviendo”.
“Efectivamente, tuvimos un proceso constituyente pasado con una mayor participación a través de los 17 escaños reservados que, igual vale decir, costó en su momento la negociación, hubo oposición, o sea, podemos hablar de que existe un racismo estructural que no ha permitido la participación plena de los pueblos indígenas. No obstante, la vez anterior se logró posicionar una agenda dentro de lo que fue la discusión constituyente”, reflexionó la investigadora.
Sin embargo, comentó que tras la derrota del Apruebo en el plebiscito del pasado 4 de septiembre, muchas de las críticas por este resultado se enfrascaron precisamente por la presencia de los pueblos indígenas en el proceso constituyente.
“Se utilizó o más bien se buscó de esta manera justificar esta ambición estructural, que no permite la participación o que busca mantener a los pueblos relegados o no ser vistos como sujetos opinantes o participantes del desarrollo del país, de mantenerlos en esta lógica media folclórica o que sólo son convocados para elementos más simbólicos que estructurales”, apuntó.
Asimismo, mencionó que “junto con la nula posibilidad de participación que están dando a representantes constituyentes, creo que más allá de los resultados que se obtengan este domingo en la elección, la discusión misma que se va a asentar luego cuando este órgano comience a trabajar creo que va a ser bastante dejado, bastante invisibilizada la participación o la presencia de los pueblos indígenas en un nuevo texto. Entonces, creo que es un tema bastante preocupante”.
En cuanto a los cuestionamientos que hubo en el proceso anterior, que apuntaban a una propuesta de constitución “indigenista”, Caniguan consideró que aquello respondió “a una justificación que se acomoda al discurso que nos quieren hacer parecer, que es esta noción de que somos todos iguales, para qué vamos a hacer diferencias o para qué vamos a promover estas diversidades”.
“Sin duda se ha ido generando constantemente un contexto que muestra como negativo este reconocimiento de la diversidad, en vez de visualizar que, más bien, puede reducir tensiones y conflictos, ser un elemento que permite una mejor convivencia, que permite aunar o llevar de mejor manera las relaciones hoy día complejas entre el Estado y los pueblos indígenas, en especial el pueblo mapuche. No se ha trabajado ese elemento de cómo la diversidad o ese reconocimiento nos puede aportar como sociedad”, señaló.
Revisa la entrevista aquí:
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, la antropóloga e investigadora del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), Natalia Caniguan, calificó como “complejo” el escenario de participación que enfrentan actualmente los pueblos originarios en el nuevo proceso constituyente.
A su juicio “estamos en una gran desventaja en términos competitivos, toda vez que la eventual posibilidad de contar con representantes dentro de lo que va a ser este órgano relativamente redactor de la constitución, porque ya sabemos que va a haber un texto previo, está bastante difícil porque tiene ciertas condicionantes que se fijaron de antemano que entorpecen o contribuyen a que haya esta representatividad”.
En esa línea, cuestionó la imposición de requisitos, como la de “obtener un cierto porcentaje del padrón de votación, que vuelve sumamente compleja la participación y yendo, además, en sentido contrario de lo que dicen ser las medidas de promover la inclusión de los pueblos indígenas en estos espacios, que sin duda le atañen a su desarrollo y a lo que va a ser el eventual resultado de lo que va a ser esta Carta Magna, del proceso que se está viviendo”.
“Efectivamente, tuvimos un proceso constituyente pasado con una mayor participación a través de los 17 escaños reservados que, igual vale decir, costó en su momento la negociación, hubo oposición, o sea, podemos hablar de que existe un racismo estructural que no ha permitido la participación plena de los pueblos indígenas. No obstante, la vez anterior se logró posicionar una agenda dentro de lo que fue la discusión constituyente”, reflexionó la investigadora.
Sin embargo, comentó que tras la derrota del Apruebo en el plebiscito del pasado 4 de septiembre, muchas de las críticas por este resultado se enfrascaron precisamente por la presencia de los pueblos indígenas en el proceso constituyente.
“Se utilizó o más bien se buscó de esta manera justificar esta ambición estructural, que no permite la participación o que busca mantener a los pueblos relegados o no ser vistos como sujetos opinantes o participantes del desarrollo del país, de mantenerlos en esta lógica media folclórica o que sólo son convocados para elementos más simbólicos que estructurales”, apuntó.
Asimismo, mencionó que “junto con la nula posibilidad de participación que están dando a representantes constituyentes, creo que más allá de los resultados que se obtengan este domingo en la elección, la discusión misma que se va a asentar luego cuando este órgano comience a trabajar creo que va a ser bastante dejado, bastante invisibilizada la participación o la presencia de los pueblos indígenas en un nuevo texto. Entonces, creo que es un tema bastante preocupante”.
En cuanto a los cuestionamientos que hubo en el proceso anterior, que apuntaban a una propuesta de constitución “indigenista”, Caniguan consideró que aquello respondió “a una justificación que se acomoda al discurso que nos quieren hacer parecer, que es esta noción de que somos todos iguales, para qué vamos a hacer diferencias o para qué vamos a promover estas diversidades”.
“Sin duda se ha ido generando constantemente un contexto que muestra como negativo este reconocimiento de la diversidad, en vez de visualizar que, más bien, puede reducir tensiones y conflictos, ser un elemento que permite una mejor convivencia, que permite aunar o llevar de mejor manera las relaciones hoy día complejas entre el Estado y los pueblos indígenas, en especial el pueblo mapuche. No se ha trabajado ese elemento de cómo la diversidad o ese reconocimiento nos puede aportar como sociedad”, señaló.
Revisa la entrevista aquí:
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, la antropóloga e investigadora del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), Natalia Caniguan, calificó como “complejo” el escenario de participación que enfrentan actualmente los pueblos originarios en el nuevo proceso constituyente.
A su juicio “estamos en una gran desventaja en términos competitivos, toda vez que la eventual posibilidad de contar con representantes dentro de lo que va a ser este órgano relativamente redactor de la constitución, porque ya sabemos que va a haber un texto previo, está bastante difícil porque tiene ciertas condicionantes que se fijaron de antemano que entorpecen o contribuyen a que haya esta representatividad”.
En esa línea, cuestionó la imposición de requisitos, como la de “obtener un cierto porcentaje del padrón de votación, que vuelve sumamente compleja la participación y yendo, además, en sentido contrario de lo que dicen ser las medidas de promover la inclusión de los pueblos indígenas en estos espacios, que sin duda le atañen a su desarrollo y a lo que va a ser el eventual resultado de lo que va a ser esta Carta Magna, del proceso que se está viviendo”.
“Efectivamente, tuvimos un proceso constituyente pasado con una mayor participación a través de los 17 escaños reservados que, igual vale decir, costó en su momento la negociación, hubo oposición, o sea, podemos hablar de que existe un racismo estructural que no ha permitido la participación plena de los pueblos indígenas. No obstante, la vez anterior se logró posicionar una agenda dentro de lo que fue la discusión constituyente”, reflexionó la investigadora.
Sin embargo, comentó que tras la derrota del Apruebo en el plebiscito del pasado 4 de septiembre, muchas de las críticas por este resultado se enfrascaron precisamente por la presencia de los pueblos indígenas en el proceso constituyente.
“Se utilizó o más bien se buscó de esta manera justificar esta ambición estructural, que no permite la participación o que busca mantener a los pueblos relegados o no ser vistos como sujetos opinantes o participantes del desarrollo del país, de mantenerlos en esta lógica media folclórica o que sólo son convocados para elementos más simbólicos que estructurales”, apuntó.
Asimismo, mencionó que “junto con la nula posibilidad de participación que están dando a representantes constituyentes, creo que más allá de los resultados que se obtengan este domingo en la elección, la discusión misma que se va a asentar luego cuando este órgano comience a trabajar creo que va a ser bastante dejado, bastante invisibilizada la participación o la presencia de los pueblos indígenas en un nuevo texto. Entonces, creo que es un tema bastante preocupante”.
En cuanto a los cuestionamientos que hubo en el proceso anterior, que apuntaban a una propuesta de constitución “indigenista”, Caniguan consideró que aquello respondió “a una justificación que se acomoda al discurso que nos quieren hacer parecer, que es esta noción de que somos todos iguales, para qué vamos a hacer diferencias o para qué vamos a promover estas diversidades”.
“Sin duda se ha ido generando constantemente un contexto que muestra como negativo este reconocimiento de la diversidad, en vez de visualizar que, más bien, puede reducir tensiones y conflictos, ser un elemento que permite una mejor convivencia, que permite aunar o llevar de mejor manera las relaciones hoy día complejas entre el Estado y los pueblos indígenas, en especial el pueblo mapuche. No se ha trabajado ese elemento de cómo la diversidad o ese reconocimiento nos puede aportar como sociedad”, señaló.
