Amor por los Salares: Escuelita Rebelde Chepuja de Antofagasta visita el Salar de Yungay, el lugar más seco del planeta

En la actividad participaron 50 niños de los Campamentos Altamira, Altavista y Chilenos por un Sueño, parte de quienes conforman la iniciativa autogestionada.

En la actividad participaron 50 niños de los Campamentos Altamira, Altavista y Chilenos por un Sueño, parte de quienes conforman la iniciativa autogestionada.

De la mano y guía de la astrobióloga Valeska Molina, los niños y niñas de la Escuelita Chepuja de Antofagasta, modelo de apoyo escolar voluntario y autogestionado que se desarrolla en la Región de Antofagasta por iniciativa del Club de Lectura Rebelde, visitaron el Salar de Yungay, lugar ubicado a casi 80 kilómetros de la capital regional.

“El Salar de Yungay es uno de los puntos más secos del desierto de Atacama. Este lugar es de gran interés astrobiológico porque es un análogo a Marte, de hecho acá se prueban los Rovers antes de ser lanzados al planeta vecino. Además, Yungay tiene un salar ya seco (paleolago) donde se encuentran rocas de sales (halitas) y donde se pueden observar microorganismos extremófilos como las cianobacterias, microorganismos importantes ya que fueron ellos los que cambiaron la atmósfera de la Tierra y la hicieron rica en oxígeno”, señaló Valeska Molina, bioquímica, magister en astronomía mención astrobiología y doctorando en astronomía y ciencias planetarias

La visita se realizó como un premio para los pequeños y un aliciente para enfrentar el segundo semestre del año escolar y se enmarca en la labor de divulgación de la Agrupación Halófilos (Amor por los salares), de la que son parte la astrobióloga y varios profesores de la Escuelita.

Para Marcela Mercado, Fundadora de la Escuelita Chepuja, “este tipo de iniciativas son fundamentales y agradecemos profundamente a quienes nos apoyan para poder realizarlas. La totalidad de nuestros niños y niñas son migrantes y nuestra misión de incluirlos educativa y culturalmente, tiene un eje imprescindible, que es que conozcan el territorio que habitan, con el fin de que sean parte de las nuevas generaciones de chilenos que cuidarán la zona y el planeta”.

En la actividad participaron 50 niños de los Campamentos Altamira, Altavista y Chilenos por un Sueño, parte de quienes conforman la Escuelita Chepuja.





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