Con una sala repleta, desde la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, el Frente Sindical de las Universidades Nacionales de Argentina se declaró en estado de alerta y anunció un paro nacional para el jueves 14 de marzo como respuesta a los recortes presupuestarios a las universidades del Gobierno de Javier Milei.
El Frente Sindical de las Universidades Nacionales de Argentina está integrado por grandes federaciones de docentes de educación superior, como lo es la CONADU, que congrega a más del 45% de los docentes e investigadores del país vecino. Además, integran este frente la CONADU Histórica, FEDUN, FAGDUT, UDA, CTERA y FATUN.
En el encuentro, el secretario general de CONADU, Carlos De Feo, abrió el panel de exposiciones y sostuvo que las y los profesionales están “dando comienzo a un plan de lucha en las universidades nacionales”, que surge debido a la situación salarial de los docentes universitarios. Esto, dado que los gremios reclaman que “no se ha podido discutir la ridícula suma del 16% de aumento”.
El dirigente señaló que la razón principal para movilizar al gremio “es la decisión del Gobierno de Milei de avanzar sobre el Estado”, en particular la preocupación mayor de los docentes es la arremetida del Ejecutivo contra la universidad pública.
“Una universidad pública que en los últimos años ha dado respuestas no solamente a aquellos jóvenes que son primera generación de estudiantes, que no solamente ha mejorado la calidad de vida de miles de estudiantes, sino que es una universidad que supo estar en el territorio atendiendo problemas sociales, articulando con pequeñas y medianas industrias. Una universidad comprometida con el desarrollo de nuestro país en temas energéticos, de comunicaciones. A esa universidad el gobierno decide congelar su presupuesto y, en consecuencia, no podrá funcionar más allá de mitad de año. Esto significa que no solamente no va a haber inclusión, no va a haber becas ni comedores, se van a caer los programas de extensión, los programas de investigación”, destacó De Feo.
Angélica Graciano, secretaria gremial de Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), subrayó que “las universidades nacionales, las escuelas, son el principal enemigo” del Gobierno de Javier Milei.
“Nos declararon los principales enemigos de este proceso de disolución nacional porque nosotras y nosotros democratizamos el conocimiento, proponemos a todas las compañeras y compañeros que transitan por nuestras aulas la esperanza, la posibilidad de movilidad social. Y también porque somos el principal obstáculo para que las empresas se apropien de nuestras casas de estudio”, advirtió.
En la misma línea, el secretario general de CONADU sostuvo que las autoridades “quieren cerrar las universidades públicas y por eso no solamente las ahogan financieramente y rebajan los salarios de sus trabajadores y trabajadoras, sino que también fomentan una campaña de descalificación”.
“Así es que van contra la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo e instalan que adoctrinan, por eso desde la Secretaría de Educación se incita a docentes y a no docentes a denunciar ‘actividades de adoctrinamiento‘. Están tratando de destruir la universidad. Pero todos nosotros -trabajadores y trabajadoras, docentes y no docentes, unidos con estudiantes y con las autoridades- no lo vamos a permitir. Estamos de pie y dispuestos a luchar hasta que los funcionarios que no sirvan, se vayan”, planteó.
Walter Merkis, secretario general de la FATUN, se refirió al paro nacional universitario convocado para este jueves. La medida va a durar 24 horas y será sin asistencia a los lugares de trabajo, con actividades de visibilización por todo el país. “Nuestras universidades van a estar cerradas porque es una universidad de luto, porque la están matando con este congelamiento y con todo lo que están llevando adelante”, dijo.
Desde FAGDUT, el secretario general, Norberto Heyaca, enfatizó algunas de las consecuencias directas de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios universitarios: “No solamente se ve afectada nuestra capacidad alimentaria, también la de tener salud. Si bajan nuestros sueldos y suben las prestaciones, disminuye nuestra atención médica”.