Este lunes el líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, fue declarado culpable por los delitos de hurto, usurpación y atentado contra la autoridad.
En la instancia, Llaitul afirmó que pese a que él esté en la cárcel “seguirá existiendo el conflicto mapuche“. Sin embargo, se ha planteado que con su condena el movimiento mapuche pierde a su principal dirigente.
Para la investigadora del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas, Natalia Caniguan, este tipo de teorías demuestra un desconocimiento de la orgánica mapuche, pues el movimiento mapuche se caracteriza por estar compuesto de diversos grupos o facciones, que tienen distintos planteamientos, formas de lucha y maneras de enfrentar la movilización.
“La condena a Héctor Llaitul está vinculada a una persona, con una orgánica que funcione determinada manera, pero existen otras orgánicas que están funcionando a la par o en otras instancias y que también son parte del movimiento mapuche, o sea, creo que reducir el movimiento mapuche a Hector Llaitul es minimizarlo absolutamente”, explicó la también presidenta del Colegio de Antropólogos de Chile.
Asimismo, el posdoctorante del Centro de Estudios Interculturales Indígenas de la Universidad Católica, Fernando Pairican, coincide con Caniguan y afirmó que “Héctor Llaitul representa la voz de una organización, que es la Coordinadora Arauco Malleco, y es una agrupación que tiene representatividad en un segmento de la sociedad mapuche”.
“Los mapuches somos un millón y medio distribuido en distintos lugares de Chile y la CAM es una voz, pero no representa al pueblo mapuche en su conjunto, por lo tanto, el pueblo mapuche no queda ni inhabilitado ni desestructurado por la detención o la condena de un dirigente, sino que es un movimiento que va a tener otra forma de canalizar su aspiración en sociopolítica”, aseguró.
¿Cuál es el contexto actual del movimiento mapuche?
Caniguan es enfática en señalar que “en términos de movilización, de prácticas y de vida cotidiana, acá en el territorio nos encontramos en el mismo contexto desde los últimos 20 años”.
En ese sentido, detalló que las demandas y reivindicaciones son las mismas, como por ejemplo, la restitución territorial, autonomía y la autodeterminación.
“En lo central tenemos un movimiento que continúa y que de seguro va a seguir de larga data porque son temas bastante complejos de tratar y de resolver. Ahora en lo coyuntural, y como suele ocurrir con el movimiento mapuche, tenemos tiempos en que hay mayor agitación, otros momentos en que disminuye, pero es parte de lo cíclico de todo movimiento social. Ahora observamos situaciones de tensión y conflicto en algunas zonas y en otras no, pero eso responde a las lógicas internas de cada organización presente en los territorios”, aclaró la antropóloga.
Además, el académico de la Universidad Católica, junto con abordar el tema territorial, también especificó otras demandas, como evitar la modificación de la Ley Lafkenche (Ley 20.249).
“Las salmoneras y las grandes pesqueras están por revertir esa normativa para poder hacer uso de lo que ellos llaman recursos en torno a los derechos indígenas, que preservan los territorios. Ahí hay un tema no menor porque pasa a llevar las institucionalidad que el mismo movimiento ha creado durante distintos años para poder usar las herramientas de la democracia”, agregó.
Asimismo, Pairican explicó que desde otra perspectiva hay un retroceso en varias materias, como la derrota del proceso constituyente, además de la criminalización y la judicialización a los dirigentes, entre ellos Llaitul, junto a las políticas de excepción que hay en el territorio mapuche.
“Los estados de excepción permanentes que el Gobierno de Boric ha continuado, que es una política del gobierno anterior, que mantiene hoy día los territorios indígenas en estados de excepción con militares en las carreteras y en las comunidades”, indicó.
El Gobierno está al debe con el Pueblo Mapuche
Este martes, la ministra del Interior, Carolina Tohá, dijo en entrevista con radio Cooperativa que hay “muchas personas en el Gobierno que creemos que en la Macrozona Sur hay una deuda enorme del Estado y hay una deuda con el pueblo Mapuche”.
Al respecto, la investigadora Natalia Caniguan comentó que “hay un tema estructural y es que el Estado está en deuda en términos de cómo asumir la relación con el pueblo Mapuche y entender que existe una deuda vinculada a los despojos que se cometieron y que se han arrastrado durante el tiempo”.
A su vez, agregó que el Ejecutivo se comprometió a avanzar en la restitución de tierras: “Hablaron, incluso, de las tierras antiguas, que sitúa por así decir un campo de restitución bastante más amplio que el que muchas veces se señala o se habla que estaba vinculado a títulos de merced u otras formas de dominio de tierra, y en ese marco efectivamente vemos que no se está avanzando”.
Por su parte, Fernando Pairican, opinó que el Gobierno no está en deuda, pues “prometió una Comisión por la Paz y el Entendimiento y eso está en camino. Debería entregar soluciones hacia el año 2025 y se ha ido constituyendo y avanzando en torno a poder generar un programa sobre materias de tierra, derecho, etc”.
No obstante, el académico al hacer una evaluación de los dos años de mandato de Boric, afirmó que “su discurso, que comenzó más cercano a tomar conceptos del movimiento mapuche, se ha erosionado por uno más de la seguridad, donde además hemos visto que hay una una remoción de personajes indígenas dentro del Gobierno, como por ejemplo, Verónica Figueroa en la Subsecretaria de Educación Superior (…) Por lo tanto, es un gobierno ambivalente en temas de derechos indígenas”.