En principio, sería descriptivamente correcto decir que “7 historias para un Silvio” devuelve a un momento cronológico -el de la lucha contra la dictadura- a sus protagonistas, Malucha Pinto y Carmen Prieto, tal como a todo el público de su generación. En aquel tiempo las canciones del trovador cubano fueron un preciado secreto semiclandestino, un enclave sentimental y lírico, la resistencia de la belleza frente a la barbarie. Y un salto hacia adelante, a un tiempo futuro que iba a ser radicalmente opuesto y que, ahora sabemos, no fue, por lo que esos sueños de juventud se atesoran aún más entrañablemente. Pero no es solo eso. La experiencia es también una sala de abrigo en una fría noche otoñal, el retorno al lugar sensible que ha sido amurallado para sobrevivir en estos tiempos violentos y prosaicos, porque las canciones de Silvio siguen siendo eso y por tanto, afortunadamente, ya no le pertenecen a una generación, sino a un tipo de seres humanos de edades dispares, como se puede constatar en las butacas del Teatro Camino.
La voz de Carmen fue durante la pandemia en busca de Silvio, lo que concibió el hermoso disco Señora del Tiempo, y acto seguido la sensibilidad teatral de Malucha fue en busca de Carmen para dar lugar a esta creación donde las protagonistas se encarnan a sí mismas, con recuerdos personales que son a su vez los de la memoria colectiva: los hijos, el deterioro de los padres, los amores y desamores, las peñas…y las canciones el trovador cubano. Y con ellas la recuperación de la capacidad de asombro frente a la genialidad que ya hemos escuchado tantas veces:
Gaviota, gaviota, vals del equilibrio,
cadencia increíble, llamada en el hombro.
Gaviota, gaviota, blancura, delirio,
aire y bailarina, gaviota de asombro.
¿A dónde te marchas, canción de la brisa,
tan rápida, tan detenida?
Disparo en la sien y metralla en la risa,
gaviota que pasa y se lleva la vida.
No es del todo, y por eso no hemos usado la palabra, lo que convencionalmente se entiende como una obra. No es tampoco en estado puro un recital ni una lectura poética, si no más bien un amasijo de recursos artísticos que van lentamente haciéndole bajar la guardia al público. Hasta que casi sin darse cuenta varias decenas de personas cantan a coro “quedamos los que puedan sonreír en medio de la muerte, en plena luz”. Y ésa es una pequeña gran victoria en este Chile extraño del 2024.
Una última cosa. Regresar a Silvio implica, como es propio de la gran poesía, hacerse muchas preguntas. Y aquí también se hacen muchas preguntas que interpelan directamente nuestro presente y futuro, individual y colectivo, en tiempos donde los políticos, los periodistas y muchos otros ya no se hacen preguntas, lo que por momentos hace todo insoportablemente vulgar en forma y contenido. “7 historias para un Silvio” nada contra esa corriente, afortunadamente.
Funciones desde el 26 de abril hasta el 12 de mayo. Viernes y sábados, 20:00 horas/ domingos, 19:00 hrs. Entradas a la venta en el sitio web Teatrocamino.cl
El domingo 12 de mayo se celebra el Día de la Madre y por la compra de 1 entrada, puedes ingresar con tu mamá como invitada.
Valor de las entradas:
Desde el 26 de abril:
Sábados y domingos
General $8.000
Estudiantes y tercera edad $6.000