Como una señal política definen en la oposición la aplicación de suma urgencia que depositó el Gobierno en el debate por la reforma de pensiones, en miras de despachar el proyecto en el presente mes.
Sorpresa causó en los senadores, porque la Comisión de Trabajo acordó -hace poco más de una semana- un cronograma con el consenso del Ejecutivo, para abordar seis temas priorizados, de los más sencillos a los más complejos, y que postergaba votar la idea de legislar el proyecto, por lo menos, hasta julio.
Ingresada la suma urgencia, los parlamentarios opositores hicieron notar su molestia por esta -dicen- presión adicional que se suma a los reiterados llamados del Presidente Gabriel Boric para apurar la tramitación.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el senador de Evópoli, Luciano Cruz-Coke, afirmó que esto -sin duda- manifiesta la voluntad del Presidente Gabriel Boric para exponer avances de cara a la próxima Cuenta Pública 2024.
“Hay que hacer un punto político, pasó lo de las isapres que, de alguna forma, quizá muestra al Gobierno como produciendo un salvataje”, insistió.
Pero, además, el parlamentario sostuvo que el escenario devela que “hay dos miradas distintas que se contraponen y que producen choques, en términos de lo que se comunica a la opinión pública, al interior del Gobierno“.
Lo concreto, es que la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, aseguró a los senadores que está urgencia se renovará para dar más tiempo a la discusión, atendiendo la advertencia de la oposición, puesto que aseguran que tal como está la iniciativa, la rechazarán por completo. “La misma ministra manifestó personalmente y delante del senador Galilea (RN) también, que iban a renovar la urgencia, por ende una urgencia que se va renovando permite tener también más tiempo para la discusión”, afirmó Cruz-Coke.
“Hay ciertos puntos del proyecto: el monopolio del recaudador, el inversor público, materias que dicen relación con el seguro social y con la división de la industria, donde si tú votas las ideas matrices del proyecto, la idea de legislar, tú de alguna manera estás avalando ciertas cosas que, para la oposición y hemos sido claro en decirlas, no son buenas. Por eso, qué es lo que pasó también en la Cámara de Diputados, que el proyecto llega rechazado en la gran mayoría de materias”, advirtió.
En tanto, el senador y presidente de Renovación Nacional, Rodrigo Galilea, abogó por continuar el método de trabajo acordado: “Creemos que esta es la manera correcta de hacerlo: sin estridencias, sin pausa y haciendo un trabajo muy serio. Tenemos que descubrir dónde están los espacios para mejorar nuestro sistema de pensiones, por eso es que pedimos tranquilidad. No por mucho madrugar amanece más temprano. Tenemos que ser capaces de hacer un buen trabajo, sensato, riguroso, consistente, para poder ofrecerle al país lo que todos esperan de un buen sistema de pensiones”.
En el oficialismo, la senadora independiente, Alejandra Sepúlveda, llamó a la derecha a entender el rol del Ejecutivo y respaldó su “legítimo derecho” a presentar la suma urgencia. Descartó, además, que acelerar la tramitación sea una señal política.
“Yo pienso que esto es un punto de realismo ciudadano porque lo que se necesita en forma urgente, si uno va a a las reuniones, a asambleas, a los clubes de adulto mayor, lo único que se está pidiendo es que por favor nos coloquemos de acuerdo y mejoremos las pensiones”, afirmó.
Para la parlamentaria, lo que intenta el Ejecutivo es dar “una señal al país que, para este Gobierno es necesario, urgente, hacer las cosas con mayor velocidad y también a la clase política, a nosotros, de decir ‘aquí no podemos tener los tiempos que ustedes tienen en el Parlamento, porque aquí, como Presidente de la República, como Gobierno, tengo que demostrar que esto es una urgencia para nosotros'”.
Sepúlveda sostiene que respetarán el acuerdo de la instancia, pero afirma que es necesario visar la idea de legislar “se vote positivo o en forma negativa, pero lo primero es saber si queremos o no discutir el tema”. Esto, porque -a su juicio- esto no transgrede el acuerdo, dado que una vez zanjada la votación el proyecto vuelve a comisión para continuar con su revisión y que sean incorporadas las indicaciones.
Por su parte, el presidente de Revolución Democrática, Diego Vela, apuntó a que “lo que veo desde el Gobierno es un sentido de urgencia y de realidad a las problemáticas que viven las chilenas y chilenos, y es de esperar que la oposición sea partícipe de las soluciones y no finalmente de obstruir los caminos de avance para esos cambios”.
Cabe destacar que el presidente de la Comisión de Trabajo, Ivan Moreira (UDI), es quien determina el momento para iniciar con la votación.