Ad portas de la Reunión de Política Monetaria -22 y 23 de mayo- del Banco Central, el Grupo de Política Monetaria recomendó al ente rector una reducción de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 50 puntos base, situándose en 6%.
La medida, votada de forma dividida, responde a la necesidad la necesidad de continuar con el proceso de normalización de la política monetaria, ante las perspectivas de inflación y la recuperación económica.
Eugenia Andreasen, Carlos Budnevich, Tomás Izquierdo, Juan Pablo Medina y Andrea Tokman, miembros del GPM señalaron en el comunicado que si bien la inflación “no ha terminado de situarse de manera permanente en 3%”, sus perspectivas apuntan a que “se logrará en la primera parte del próximo año”
“Con ello, el proceso de normalización de la política monetaria hacia un nivel neutral debiera continuar en los próximos meses, pero donde la magnitud de los recortes en la tasa de interés rectora debiera depender de cómo los datos macroeconómicos impactan en la consolidación de una inflación en 3%”, expresa el comunicado.
Asimismo, sobre la inflación local, el texto indica que “existe preocupación sobre los registros inflacionarios de los últimos meses, los cuales han resultado mayores a los previstos”, postergando la esperada “convergencia de la inflación anual a la meta de 3%”. Luego de las grandes sorpresas en la inflación de febrero y marzo, la inflación de abril de 0,4% fue levemente superior a las expectativas de consenso que predecían una variación de 0,3%”.
En cuanto a la perspectiva nivel han observado una reducción inflacionaria, pero donde persisten algunos riesgos. En ese sentido el comunicado explaya que el pronóstico para 2024 es levemente mayor que lo previsto en los reportes de enero pasado (+0,1 pp) y de octubre del año pasado (+0,3 pp). “Varios factores inciden en los pronósticos de una expansión de la actividad global más débil que los promedios de las últimas décadas”, señala la misiva.
“Entre ellos, destacan los costos de endeudamiento aún elevados, el retiro del apoyo fiscal en varias economías, efectos adversos de más mediano plazo del COVID-19, de la invasión rusa de Ucrania y el conflicto en Gaza e Israel. También el FMI alerta sobre un débil crecimiento de la productividad y una creciente fragmentación geopolítica que afecta adversamente el comercio internacional”, agrega la declaración.
En ese sentido la misiva valoró el crecimiento económico de los últimos meses, y la recuperación de la demanda, ya que según el documento “las cifras de actividad de enero y febrero fueran mayores a las esperadas“, aunque el dato de marzo fue un tanto más débil de lo anticipado. En ese sentido Imacec de marzo de 2024 creció 0,8% en comparación con igual mes del año anterior, mientras las expectativas de analistas consultados en abril por el Banco Central anticipaban una expansión anual del Imacec de marzo de 2%.
No obstante, la misiva declara que “la cifra de marzo no alteró la evaluación de que la variación interanual del PIB (Punto Interno Bruto)” del primer trimestre estuvo en torno a 2,5%, así como a nivel sectorial “también se observan ciertas divergencias”.