El pasado sábado 24 de agosto se inauguró “Nunca seré más joven que ese día” en el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile (MAC), sede Parque Forestal. La muestra, que se podrá ver hasta el próximo 17 de noviembre, está a cargo del artista Nicolás Astorga, y se estructura a partir de bordados no tradicionales, esculturas modeladas en madera y fotografías. Se trata de una muestra expresionista, marcada por lo frontal, lo autobiográfico, la práctica psicoanalítica y por conceptos como “detonación” o “explosivo”.
“En toda la exposición se pueden ver referencias a obras expresionistas, tanto del expresionismo alemán (escenas íntimas de Kirchner y especialmente ‘El grito’ del noruego Munch) como de otros artistas cercanos al expresionismo, como Francis Bacon o Louise Bourgeois. La detonación o lo explosivo se relaciona con actos impulsivos como el de gritar o llorar”, comentó Astorga sobre su exposición, que también destaca por su paleta de colores: rosado, rojo y negro.
De hecho, saber lo anterior ayuda a situar títulos como “Mi corazón hecho pedazos“ (papel maché sobre soporte textil teñido a mano), “Esquirla” (que literalmente se basa en la esquirla de una bomba), o “Por favor no me dejes“, escultura modelada con una motosierra. Obras que contienen o mejor dicho, liberan esa catarsis expresionista.
“La motosierra responde a una urgencia por dar cuenta de una afección desde los materiales. Se trata de herir y clavar, en contraste al quehacer textil. Al bordar, la aguja también va dejando una herida en la tela, pero en otra escala y con otras implicancias simbólicas”, contó el artista.
Sin embargo, aunque las referencias artísticas mencionadas sean europeas, la angustia de Astorga es sudamericana. “Esta exposición hace referencia tanto a la generación que vivió la dictadura (nuestros abuelos y padres) como a quienes nos criamos bajo sus consecuencias, su constitución, sus políticas neoliberales y su impunidad. Con Céline (Fercovic, curadora de la muestra) nos interesa hablar de esta herencia que impacta y afecta a nuestra generación y también del exilio (situación por la que mi familia pasó) para tratar el abandono, las pérdidas, los lazos rotos, las relaciones obligadas al fracaso”, explicó al respecto.
“Un textil rojo de gran formato atraviesa la sala. En él se reúnen relatos personales y figuras que recuerdan iconografía política, específicamente la de movimientos contrarios a la dictadura donde los padres del artista militaron. En la serie de esculturas emergen temas sobre el abandono y la dependencia emocional, sobre la necesidad de amor y el fracaso de este (…) A través de sus piezas, Astorga expresa pasiones en pugna y reclama por espacios para manifestar agobio, quiebres y fantasías. Fuera de lo políticamente correcto, su atrevimiento es una búsqueda por conectar con el dolor de los demás”, afirma Fercovic en el texto a curatorial de la muestra.
En “Nunca seré más joven que ese día” igualmente destacan elementos vinculados con lo autobiográfico y lo generacional. En particular, las temáticas relacionadas a las reivindicaciones de género y las luchas de las diversidades sexuales, que cruzan explícitamente su propuesta. “Las circunstancias violentas a las que me refiero son una guerra interna y una pugna con todas las agresiones que he recibido por mi orientación sexual en Chile. Las mujeres y las disidencias vivimos frente a una violencia constante y mi obra es una resistencia a esa opresión”, explicó Astorga.