El escenario es en la localidad de Holmbusch, condado de East Sussex en Inglaterra, a más de 10 mil kilómetros de distancia de Chile. Es un pequeño bosque donde se erige un campo de airsoft: un seudo deporte, parecido al paintball, en que sus participantes simulan ser militares.
Los visitantes del Dogtag Airsoft, cómo se llama este campo de juego en particular, pagan desde 15 libras esterlinas para vestirse con trajes de camuflaje y portar armas de juguete, e incluso, durante las partidas, se reúnen alrededor del cascarón de un helicóptero militar: un Puma patente H255 con el logo del Ejército de Chile.
Lo que seguramente ninguno de ellos sabe es la oscura historia del vehículo. El Puma H255 fue utilizado por la dictadura de Augusto Pinochet para los llamados vuelos de la muerte y se tiene registro de que al menos tres personas fueron lanzadas vivas desde ese helicóptero hacia el mar: Gustavo Farías Vargas, Luis Norambuena Fernandois y Ceferino Santis Quijada.
¿Pero cómo llega un helicóptero de ese tipo a un campo de juego en Inglaterra? En 2003, mismo año en que el Gobierno de Ricardo Lagos impulsó la agenda “No hay mañana sin ayer” -que incluyó, entre otras cosas, la creación de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura- el Ejército le vendió cuatro pumas, entre ellos el H255, a uno de sus principales proveedores: Virgilio Cartoni.
Cartoni, a su vez, no tuvo el helicóptero en su poder por mucho tiempo. En 2005, vendió sus partes a distintos compradores y así, en 2014, el Puma H255 terminó en las manos de Ross Beare: un inglés con ninguna conexión con Chile que adquirió el fuselaje del helicóptero y lo instaló en su campo de airsoft como una atracción más.
La historia de cómo el Puma H255 llegó a Inglaterra fue reconstruida por primera vez por el periodista especialista en derechos humanos, Raúl Gamboni. Él estaba trabajando con el testimonio de Juan Orellana Bustamante, suboficial en retiro del Ejército y mecánico de tripulación, que reveló los detalles del vuelo en el que murieron Gustavo, Luis y Ceferino.
Orellana describió exactamente la manera en que se cometió el crimen. Recordaba fechas y horas e identificó tanto a los víctimas como a los tres presuntos victimarios: los pilotos del Comando de Aviación del Ejército (CAE), Richter Nuche Sepúlveda y Emilio De La Mahotiere González; además del oficial Miguel Krassnoff Martchenko, que habría sido el responsable de lanzar a los opositores del régimen al mar.
Orellana también tenía muy presente la patente del helicóptero utilizado y Gamboni se agarró de ese dato para seguir profundizando en su investigación.
“Yo empecé a buscar por internet, en el mundo de la aeronáutica, porque hay personas que son fanáticas del tema de las aeronaves, así como también de las embarcaciones, los armamentos del Ejército, tanques y todas esas cosas. Empecé a buscar en esas páginas especializadas y encontré el H255, primero con fotografías. Había sido expuesto en la FIDAE del año 96. Ahí se ve el helicóptero, que estaba en muy buenas condiciones porque estaba operativo y luego de eso, aparece, dentro de todo este rastreo por internet, que es vendido a Inglaterra”, relata Gamboni en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile.
El periodista llegó a las fotos del helicóptero en el campo de juego de Holmbusch y a comentarios de fanáticos de estas aeronaves que especulaban que podía ser del Ejercito chileno.
“Empiezo a ver que figura, justamente, el H255 en el fuselaje. Esta es como la matrícula, es única dentro de lo que se inscribió aquí en Chile y además dice Ejército de Chile. Ahí dije: aquí está, apareció el H255, ¿y dónde había sido sacada la fotografía? En Holmbusch. Empecé a revisar y lo ubiqué en este parque de entretenciones, que en la práctica es una parcela habilitada por este británico para que vayan ciertos grupos a jugar a la guerra. Así fue como encontramos el H255, con una pesquisa por internet”, cuenta.
Gamboni dio a conocer su descubrimiento en el reportaje “Puma H255: el primer vuelo de la muerte”, transmitido por CNN en noviembre de 2022. La noticia generó molestia y consternación entre las víctimas, así como también una cruzada, que se mantiene hasta el día hoy, para que el helicóptero vuelva a nuestro país.
“No vamos a descansar hasta que sea repatriado”
Carole Concha Bell vive en Cambridge, Inglaterra. Llegó a ese país en 1975, cuando solo tenía un año, acompañada por sus padres, que escapaban de la dictadura de Pinochet.
Las primeras noticias sobre el Puma H255 y la extraña combinación de circunstancias en las que llegó a Inglaterra, las tuvo de la mano de Charis McGowan, periodista británica que escribió un reportaje sobre el tema para el diario The Guardian.
A partir de aquello, Concha comenzó a organizar acciones para que el Estado chileno se ocupará de repatriar el helicóptero, esfuerzo en que la acompañaron los otros miembros de Chile Solidarity Network (CSN): un pequeño grupo de hijos e hijas de exiliados, que se armó en el contexto del estallido social.
Primero, armaron una petición en la plataforma change.org y luego, Concha compartió información con distintos medios de comunicación chilenos para que subieran notas sobre el tema. Sus gestiones incluso llevaron a que en septiembre de 2023, solo días después la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, los integrantes de Chile Solidarity Network se reunieran con el ministro de Energía, Diego Pardow, quien estaba de visita en Inglaterra por el Chile Day.
“Diego Pardow se reunió con nosotros, los exiliados. Él nos estaba explicando que estaban haciendo esta búsqueda después de 50 años por los cuerpos de los desaparecidos, pero yo lo encaré y le dije: ‘Aquí tenemos algo bien concreto que se puede hacer. Si ustedes están serios por hacer algo por los detenidos desaparecidos y por la memoria de ellos, aquí mismo hay un avión que fue un instrumento de terror, desde donde realmente fueron lanzados los cuerpos y está siendo usado en un parque de diversiones’. En otras palabras: ‘Hagan algo’. Pardow me aceptó la carta pero nunca más escuché de él”, lamenta Concha.
La activista acusa que pese a tener todos los datos a su disposición, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric no ha hecho lo suficiente en lo referido al helicóptero, ni tampoco ha sostenido nuevas reuniones con Chile Solidarity Network.
De acuerdo a información corroborada a nuestro medio por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, otro grupo de exiliados se reunió en junio con la embajadora de Chile en Inglaterra, Ximena Fuentes, pero no se dieron detalles del encuentro.
“El día 5 de junio de 2024, la embajadora Ximena Fuentes se reunió con el Sr. Luis Galdámez, representante de la Asamblea de Chilenos en Londres. En la ocasión él le explicó la situación del fuselaje del helicóptero. Tras la reunión, la embajadora informó de ésta a Santiago”, señalan desde Cancillería.
A todo lo anterior, Concha agrega la falta de cooperación del dueño del campo de airsoft, Ross Beare, que pese a saber el origen del Puma H255, lo sigue manteniendo en su parque de atracciones y ha evitado a todo costa el contacto con los chilenos que piden su repatriación.
“Él sabe lo que es, él entiende la función que tuvo ese helicóptero pero sigue usándolo y para mí es un insulto que lo tenga ahí, en su página web, ni siquiera ha sido capaz de sacar la imagen de este helicóptero que a nosotros nos causa mucho dolor y rabia. Hemos pensando en ir para allá a hacer protestas y todo, pero en realidad esto es asunto del Gobierno chileno, la logística tiene que venir de ahí, de hacer algún tipo de trato con este hombre, comprárselo, porque obviamente van a tener que recompensarlo y arreglar toda la logística”, explica.
Este 11 de septiembre, Chile Solidarity Network, en compañía de otras organizaciones de derechos humanos, realizará una protesta afuera de la Embajada de Chile en Londres, en la que, una vez más, exigirán que el helicóptero utilizado en los vuelos de la muerte vuelva a nuestro país.
Carole Concha reconoce que el tema es personal para ella. Tiene tres tíos detenidos desaparecidos “y es muy posible que ellos mismos hayan sido víctimas y lanzados de este helicóptero”.
“Para mí como familiar, como víctima directa, una child exile, niña exiliada, tener un instrumento de muerte tan fuerte en este país es aberrante. No vamos a descansar hasta que este helicóptero sea repatriado, por lo que representa y además, porque es un tema vigente. Aún no sabemos qué pasó con nuestros familiares, esto puede ser también un pedazo de evidencia”, dice.
“Es una burla para las familias”
Daniela Farías recuerda muy bien el día en que se enteró del destino final de Gustavo, su tío paterno. Fue en el 2018, cuando una amiga de su padre la llamó por teléfono para contarle que se emitiría por televisión una entrevista al suboficial del Ejército, Juan Orellana. Ese testimonio fue el que les dio la certeza que buscaron por tanto tiempo.
Daniela fue la responsable de contarle a su papá, Arturo. Él y Gustavo, de tan solo 23 años al momento de su desaparición, eran muy unidos. Tenían solo un año de diferencia e iban juntos para todos lados, incluso a las reuniones del MIR, colectividad en que militaba Gustavo.
El amor de Arturo por su hermano fue lo que lo impulsó a buscarlo por décadas y también, el motivo por el que se desmoronó ese día, en que se enteró de que lo habían lanzado al mar.
“Mi papá era un hombre muy firme, no lloraba nunca, era una persona muy compuesta, a pesar de tanto dolor que vivió. Él estuvo preso en muchos centros de detención y guardaba mucho sus sentimientos, tenía una coraza impresionante, pero en el minuto en que yo le confieso eso, mi papá se vuelve un niño”, cuenta Daniela.
Farías afirma que después de eso, se desencadenó en su padre una crisis psiquiátrica que lo acompañó hasta su muerte, en el 2022. En ese proceso, poco sirvieron las ayudas estatales como el Programa de Reparación y Atención en Salud (PRAIS), que si bien, garantiza a los familiares de detenidos desaparecidos y expresos políticos atención gratuita en el sistema público de salud, no asegura una atención rápida ni les da una prioridad especial.
Para Daniela Farías, los intentos del Estado por reparar el dolor de las víctimas de la dictadura no han sido suficientes, una convicción que se hizo más fuerte cuando se enteró que el Puma H255 desde el que fue lanzado su tío Gustavo, ahora está en un campo de juego en Inglaterra.
“Cuando tú ves esa información se te aprieta la guata. Es una burla para las familias, que sea expuesto de esa manera, en un espacio que no corresponde”, indica.
A su juicio, el helicóptero debería instalarse en un espacio como el Museo de la Memoria, donde además, se le resguarde. “Que se ubique en un espacio en que de verdad se le dé la significancia histórica que corresponde y que no se le pase a llevar. Vienen a mi cabeza muchos lugares que cada cierto tiempo estás viendo que los están ultrajando, entonces, ¿qué sentido tendría si no es cuidado en un espacio para preservar la historia?”
Un ejercicio de memoria
La causa judicial que investiga la desaparición forzada de Gustavo Farías, Luis Norambuena y Ceferino Santis sigue en curso. El abogado de Londres 38, que representa a dos de las familias del caso, Sebastián Velásquez, detalla que está en la fase de acusación, a la espera de los procesos de término probatorio y de sentencia.
Respecto al papel que podría jugar el fuselaje del Puma H255 en la investigación judicial, Velásquez afirma que no tiene claro si es que efectivamente podría ayudar, pero enfatiza en que el traerlo a Chile sería un importante ejercicio de memoria.
“Aunque nunca debiese descartarse, desconozco cuál es el componente sustantivo del helicóptero, en sí mismo, en esta investigación, sobre todo porque desaparecen bitácoras de vuelo o capacidades de registro en este tipo de ventas más privadas, por así decirlo. En ese sentido, yo creo que es hoy día un ejercicio de memoria mínimo el recuperar ese helicóptero, recuperar ese componente de memoria y disputarlo en el marco del presente”, estima.
De todas maneras, el abogado no considera que el Gobierno “esté interesado en hacer este tipo de ejercicios de memoria, toda vez que no se ha pronunciado al respecto”.
“Hay personas tanto en Londres como aquí en Santiago reivindicando esta situación, pronunciándose al respecto y no ha habido escucha por parte de un Ejecutivo indolente en esta materia como en varias otras más”, opina.
Consultados por nuestro medio sobre las gestiones que se están realizando para traer de vuelta a Chile el Puma H255, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores señalan que la labor de Cancillería en este caso “es actuar como puente, facilitando el diálogo entre los actores involucrados”.
“Actualmente, la Cancillería se encuentra colaborando con las instituciones públicas competentes, las que deben evaluar la posibilidad de traer de regreso a Chile los restos del fuselaje del helicóptero”.
Radio y Diario Universidad de Chile además solicitó una entrevista con la embajadora de Chile en Inglaterra, Ximena Fuentes, pero Cancillería no accedió a la petición.