El abogado en derecho procesal y académico de la Universidad Diego Portal (UDP), Cristián Riego, abogó por avanzar en un “método estructurado” respecto al sistema de nombramientos en el Poder Judicial. Además, cuestionó los fundamentos tras las acusaciones constitucionales (AC) contra los jueces Jean Pierre Matus y Sergio Muñoz.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el académico señaló que, si bien el libelo acusatorio tiene causales jurídicas, “en la práctica muchas veces se transforma en una negociación política“.
“El problema es que se dejan de mirar los hechos y la aplicación del derecho, y se empieza a mirar otro tipo de intereses como las alianzas, las lealtades, el futuro de las coaliciones o la popularidad y se distorsiona”, señaló. Sin embargo, Riego destacó que es más grave e “ilícito” cuando esto ocurre en el Senado pues cumplen -según Constitución- el rol de fallar como jurado.
Consultado por las implicancias de la acusación contra la magistrada -suspendida- Ángela Vivanco, Riego sostuvo que “los hechos en que se ha visto involucrada la ministra son gravísimos y bastante evidentes, y a menos que su defensa presentara algo sorprendentemente nuevo, hay lugar a todo tipo de acusaciones, tanto una remoción por la Corte Suprema como una AC, en eso no cabe muchas dudas”.
Sin embargo, respecto a la situación de los ministro Jean Pierre Matus y Sergio Muñoz, afirmó que los cargos son más difusos: “Se requeriría un análisis mucho más detallado respecto de su conducta, de ver cuáles son los deberes involucrados que se han violado. Hay aspectos que yo no conozco en tan detalle, por ejemplo, sabemos que la hija del ministro Muñoz realizó conductas muy inapropiadas y que han sido bastante impunes, pero no sé cuánta prueba -no digo que no- hay de que el ministro la ha protegido activamente”.
“En el caso de Matus, tampoco queda demasiado claro de hasta qué punto las acusaciones se refieren a la etapa previa a ser ministro. Aunque pueda ser muy criticable y quitarle credibilidad, no creo que pueda ser objeto de la AC. Uno podría decir, ‘no me gusta este ministro, lo que hizo no corresponde, incluso mintió respecto de sus actividades para llegar a ser ministro’, pero no creo que la AC pueda basarse en eso, porque ésta tiene que ver con el desempeño de su labor de ministro”, explicó.
Para Riego, en el sistema de nombramientos “no es tanto una cuestión política la que está jugando”. “Los políticos creen que ellos manipulan esto políticamente, pero lo que a mi me parece evidente es que aquí están imperando intereses particulares, profesionales, personales, influencias de abogados que lo que buscan son satisfacer a sus clientes por razones económicas que muchas veces se disfrazan de política. Entonces, cuando los senadores cuotean a los jueces en realidad lo hacen bastante engañados, porque los que quieren ser nombrados van a simular o declarar adhesiones políticas que a lo mejor no tienen. Yo he visto personalmente como jueces son vendidos a los políticos como de izquierda y de derecha al mismo tiempo”, declaró.
“Al no haber un análisis detallado, particularizado, de la trayectoria, de los méritos de los jueces, sino que es por política, en otros casos es por amistad, porque le debo un favor a alguien, en la práctica permitimos entrar a personas que no tienen los méritos o idoneidad ética que se requeriría, el espíritu de servicio público, que son las cosas que realmente debieran evaluarse. Con pretexto de todas estas cosas se nos termina colando gente que en realidad no tiene las condiciones para ser juez”, sostuvo.
En esa línea, indicó que “no es tan importante quién va a nombrar, si son representantes del Parlamento, las cortes, la sociedad civil, sino poner mucha atención en el método, o sea lo que aquí tiene que ver es un método estructurado de un concurso real, en el cual existan parámetros de evaluaciones con miras a dar cuenta del mérito, que se defina con claridad cuales con los criterios a evaluar, que existan metodologías para presentar la información con un currículum estandarizado, que existan instancias para que los funcionarios que deban realizar el nombramiento puedan tomar conocimiento de esa información”, al igual que se establezcan impugnaciones y reglas sobre inhibiciones de personas que tiene vínculos con el candidato.
“Si eso no se da, quién quiera que sea que vaya a designar se va reproducir este fenómeno de la negociación, o sea lo importante aquí es dejar claro que los nombres de los ministros no se negocian sino que se evalúan para buscar a los mejores candidatos“, añadió.
Por último, sobre los vínculos de Andrés Chadwick (ACH) con Luis Hermosilla, Riego señaló que es necesario aclarar si el exministro “es realmente una especie de cómplice permanente de Hermosilla, que lo avalaba en todas sus actuaciones, o si más bien fue un hombre engañado y que Hermosilla se aprovechó de su amistad”.
“Si todo lo que dice Hermosilla es verdad, yo creo que Chadwick sería un personaje absolutamente cuestionable que estaría promoviendo intereses e involucrado en negociados oscurísimos, incluso siendo ministro. Pero, si no es verdad, yo creo que tampoco deja bien parado a ACH, porque querría decir que la amistad lo cegó y amparó él a un sujeto inescrupuloso que trabajó durante años bajo su alero“, finalizó.
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