Durante los últimos días, el nombre de Diego Vela, expresidente de Revolución Democrática (RD) y jefe de gabinete los ministerios de Desarrollo Social y Secretaría General de la Presidencia durante la gestión de Giorgio Jackson, volvió a la palestra mediática. Esto, luego de que se diera a conocer su arribo a París como parte del equipo representante de Chile ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en una maniobra que significó la reubicación de otra funcionaria del grupo a cargo del embajador Hernán Frigolett.
Críticas que son compartidas por Paulina Astroza, Doctora en Ciencias Políticas y Sociales (RRII), académica de la Universidad de Concepción y directora del Centro de Estudios Europeos de la misma ciudad. “Me parece una determinación desacertada. Tal como lo he señalado públicamente, no cuestiono el currículum o la preparación académica que pudiera tener Diego Vela. Lo que yo critico es la forma, la oportunidad, la necesidad de hacer este nombramiento en una misión tan importante como es la OCDE”, señaló la abogada.
“Para poder nombrarlo tuvieron que mover a una funcionaria que sí tiene un perfil bastante amplio en materia técnica de lo que se hace en la OCDE. Finalmente, la trasladan al Banco Mundial, en Washington, en un cargo que evidentemente en cuanto a rango es menor. Y la obligan a cambiarse porque, al ser una decisión presidencial, sencillamente no le queda otra alternativa que trasladarse para dejarle el espacio a un expresidente de un partido político. Que, además, es amigo del presidente, lo que no es un dato menor“, explicó Astroza, quien se especializa en relaciones internacionales.
Cabe destacar que el cupo que hoy utiliza Vela lo ejercía la consejera económica Rocío Valdés, ingeniera agrónoma de profesión que cuenta con una extensa trayectoria en finanzas públicas, habiendo pasado por instituciones como el Ministerio de Hacienda y el Banco Central.
Sobre esto último, la académica de la U. de Concepción igualmente apeló a las políticas en materia de género impulsadas por la actual administración: “Me pregunto dónde queda la política exterior feminista que tanto ha promovido el Gobierno y que ha sido uno de sus principales lineamientos. Estoy de acuerdo con que exista una política exterior feminista, pero no solo en el discurso. También en las acciones. Aquí están obligando a una mujer, a una funcionaria con las calificaciones muy altas para el cargo específico del que se trata, a cambiarse de país y de puesto para dejar un cargo para que el expresidente de RD pueda llegar a ocuparlo, nada menos que en París”.
“Ella viene realizando un trabajo en la OCDE desde enero del 2023, pero ya tenía una trayectoria en estos temas. La verdad es que a mí me parece, además de injusto por ella, que va en contra de las propias políticas de la política exterior feminista. Y va en contra sobre todo del bien de Chile“.
Una cuestión de ética
Los mecanismos para nombrar los cargos públicos que no son de elección popular se han transformado en un punto transversalmente cuestionado en los últimos meses, especialmente luego de las revelaciones que trajo consigo el denominado “caso audio” respecto a la influencia de terceros en, por ejemplo, los nombramientos de ministros de la Corte Suprema.
“Tenemos un sistema presidencial reforzado, el cual, a diferencia del sistema de los Estados Unidos, que es un presidencial que nosotros tomamos como modelo, le da más competencias al Ejecutivo en desmedro del Legislativo. Cosa que no pasa en Estados Unidos. Por eso es que el nuestro se llama ‘presidencialista’. Entre esas atribuciones están también las de relaciones internacionales”, contextualizó la directora del Centro de Estudios Europeos.
Y si bien existen mecanismos que permiten establecer que ciertas embajadas o cargos cuenten con la aprobación de otros poderes del Estado, Astroza aclaró que se trata de un asunto que va más allá del sistema de nombramientos. “Tiene que ver con el criterio político. Pasa también con la discusión que se está dando ahora en cuanto al nombramiento de jueces o al nombramiento de notarios. Tú puedes poner la norma que sea pero, finalmente, hay un tema de ética, probidad, criterio y sentido de Estado que debería regir más allá de lo que la norma legal te impone“.
“Ignoro si el ministro Marcel o Van Klaveren estuvieron o no de acuerdo. Pero independiente de su opinión, la atribución de nombrar es del Presidente de la República. Y es él quien tiene la responsabilidad. Sea quien sea el Presidente de la República, uno le exige criterio. Y estos últimos nombramientos no están mostrando un criterio para el bien del país que implica una representación tan importante como la de la OCDE. Aquí interviene Hacienda, Relaciones Exteriores, la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales. Son cargos hiper técnicos y lo mínimo es un criterio de Estado“, sumó la académica.
La importancia de la OCDE
Por todo lo anterior es que Astroza recalcó la importancia que tiene la participación de nuestro país en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. “La OCDE es la sucesora de lo que fue en su momento la Organización Europea de Cooperación Económica que se creó por el Plan Marshall de Estados Unidos”, recapituló.
“En el año 1961 se transforma en lo que hoy día conocemos como la OCDE. Y entrar a ella es muy difícil. O sea, Chile entra en el 2010. No somos muchos los países de América Latina que estamos allí, y esto permite -además de estar en este selecto grupo de países que cumplieron con estándares mínimos, sobre todo macroeconómicos, de estabilidad del Estado de derecho, etcétera-, el compartir buenas prácticas”, sumó Astroza.
Por eso, Chile y el resto de los países pertenecientes a la organización están en permanente monitoreo. “Cada vez que buscamos referencias, por ejemplo, en materia educación, salud, manejo de la pandemia, etcétera, miramos cómo estamos en el ranking de la OCDE y cuáles son las recomendaciones que ésta nos hace para un mayor desarrollo económico dentro del país”.
“A modo de ejemplo, durante mucho tiempo nos han dicho que nuestro país es demasiado centralizado. Y que para poder desarrollarnos necesitamos una mayor descentralización. Esas son recomendaciones que va haciendo la OCDE, muchas de las cuales Chile toma, las hace suyas, las implementa y se logran objetivos. Entonces, por supuesto que es medio incómodo cuando se ven materias de corrupción, transparencia, innovación y una serie de factores variables que se van considerando para hacer estos rankings de la OCDE, porque claro que es molesto estar siempre en los últimos lugares“, sentenció Astroza.
Aun así, compartió que se trata de un “buen indicador para que nosotros mejoremos, para que tengamos buenas prácticas, para que, justamente, no cometamos errores tan infantiles como abrir espacios para amigos, para expresidentes de partidos políticos; algo que va absolutamente en contra de las buenas prácticas que deberíamos tener en materia internacional para tener misiones, embajadas y funcionarios diplomáticos, sean de carrera o de nombramiento político, con las competencias necesarias, la experiencia en cargos de este nivel, para que de verdad podamos avanzar”.
Algo que, desgraciadamente, reconoció como un patrón que ha sido transversal a todos los gobiernos y sectores políticos. “Si no, sencillamente se transforman en el botín del gobierno de turno para aquellos que son los leales, los cercanos, los amigos, los parientes del Presidente. Y eso, insisto, es una cuestión de criterio y también de responsabilidad política de quien ejerce el Poder Ejecutivo“.