El presidente Vladimir Putin recibió este martes a una veintena de mandatarios para la cumbre anual de los BRICS, en la cual pretende demostrar que Rusia no está aislada pese a las sanciones que le impusieron las potencias occidentales por la intervención militar en Ucrania.
La reunión, en Kazán (unos 700 km al este de Moscú), se realiza además en un contexto de avances de las tropas rusas en el este de Ucrania y de un refuerzo de las alianzas de Moscú con China, Irán y Corea del Norte, los principales adversarios de Estados Unidos.
El Kremlin aseguró que la cumbre de los BRICS (acrónimo de sus cinco primeros miembros: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) será “el evento diplomático más importante jamás organizado en Rusia”.
Un mensaje que busca demostrar el fracaso de la política de aislamiento y de sanciones impuestas por las potencias occidentales contra Moscú y contra dirigentes rusos desde el inicio de la ofensiva contra Ucrania, en febrero de 2022.
Después de recibir a sus pares, Putin les ofrecerá una cena de gala en el ayuntamiento de Kazán. La cumbre se realizará el miércoles y el jueves.
Xi Jinping, Modi y Erdogan
Putin tiene previsto en esos tres días un maratón de reuniones bilaterales.
Después de una audiencia el martes por la mañana con la presidenta del banco de los BRICS, la exmandataria brasileña Dilma Rousseff, Putin reservará sus primeros encuentros al primer ministro de India, Narendra Modi, y al jefe de Estado chino, Xi Jinping, que partió el martes desde Pekín, dijo la agencia oficial Xinhua.
Al día siguiente, recibirá al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, cuyo país, miembro de la OTAN, ha pedido unirse a los Brics, y al presidente iraní, Masud Pezeshkian.
Asimismo, el gobierno ruso confirmó que Putin se reunirá el jueves, al finalizar la cumbre, con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, con quien abordará, entre otras materias, la situación en Ucrania.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, canceló su viaje por un accidente doméstico e intervendrá por videoconferencia.
Brasil quiere ser líder de los descontentos con el dominio occidental
Sobre la presencia de Brasil en esta cumbre, a pesar de la guerra que lleva Rusia contra Ucrania desde hace más de dos años y medio, Sergio Caballero, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Deusto, señaló que la participación del país sudamericano “no va tanto por la línea de dar un apoyo a las políticas de Putin o de intentar apoyar su invasión en Ucrania”.
“Sino que Brasil quiere intentar ser el representante de eso que se ha venido llamando ‘el sur global’. Brasil estima que ése es el foro donde puede hablar con un ‘sur global’ o con una serie de actores descontentos del tradicional dominio occidental”, explicó.
Putin tiene limitados sus movimientos en el extranjero desde que en marzo de 2023 la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto en su contra por su presunta implicación en la deportación ilegal de niños ucranianos a Rusia, algo que Rusia niega tajantemente.
Por eso el Kremlin considera “crucial” demostrar que “existe una alternativa a las presiones occidentales (…) y que el mundo multipolar es una realidad”, según Caballero.
Pese a la anexión de Crimea en 2014 y de otras regiones ucranianas que reclama como propias, Rusia presenta su ofensiva como un conflicto provocado por las ambiciones hegemónicas estadounidenses.
Pero las potencias occidentales y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consideran que el Kremlin busca dominar a sus vecinos, que estaban en la esfera de Moscú hasta el fin de la Guerra Fría a inicios de los años 90, imponiendo la ley del más fuerte en las relaciones internacionales.
El grupo de los BRICS se creó en 2009 con cuatro miembros (Brasil, China, India y Rusia) y en 2010 se unió Sudáfrica. En 2024 otros cuatro países se sumaron al bloque (Etiopía, Irán, Egipto y Emiratos Árabes Unidos).