Del corresponsal en Beirut de RFI, Joan Cabasés.
El Ejército israelí bombardeó con fuerza el corazón de la ciudad de Tiro, considerada Patrimonio de la Humanidad. Se trata de la ciudad más poblada del sur de Líbano, con unos 200 mil residentes. Pero el municipio también acoge a miles de personas que ya habían sido expulsadas por las bombas desde municipios fronterizos.
Israel lanzó una orden de expulsión contra el centro de la ciudad y enseguida se vieron escenas de desesperación. Los equipos de Defensa Civil y de paramédicos de Líbano, con más de 100 personas asesinadas bajo los misiles israelíes en un año, han patrullado la ciudad, asegurándose de que todo el mundo hubiera recibido el aviso.
Israel asegura, sin aportar pruebas, que la zona bombardeada acogía centros de comando de Hezbolá. Se espera que la ofensiva contra Tiro provoque la llegada de una multitud de personas a Beirut, donde ya hay miles que pasan las noches en las calles o en las playas de la ciudad.
Mientras, los combates continúan en el resto del sur de Líbano. Israel bombardea múltiples posiciones de forma simultánea y la milicia libanesa dispara contra lugares dentro de Líbano y en el norte de Israel, donde las tropas israelíes están desplegadas. De hecho, el Ejército israelí dice haber interceptado solo en el día de hoy cinco aviones no tripulados.