Preocupación y molestia generó la revelación de un informe de Contraloría que denunciaba graves irregularidades en el proceso de trasplantes de órganos.
El documento, generado luego de una auditoría a la Subsecretaría de Redes Asistenciales y que incluyó la revisión de tres hospitales -San Juan de Dios de Santiago, Carlos Van Buren de Valparaíso y Hernán Henriquez Aravena de Temuco- señala que 84 pacientes no recibieron un trasplante de órganos aún cuando cumplían con todos los requisitos.
A lo anterior, se agregan “autorizaciones privilegiadas” al Hospital Clínico UC Christus en un período en que el coordinador nacional de trasplantes del Ministerio de Salud, Rodrigo Wolff Rojas, trabajaba como hepatólogo en ese recinto asistencial.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el actual coordinador nacional José Luis Rojas, enfatizó en que ningún paciente se quedó sin trasplante y apuntó a que, más bien, se trató de errores administrativos.
Por otra parte, consultado sobre el caso particular del Hospital Clínico de la Universidad Católica, Rojas evitó pronunciarse sobre el tema, en vista de la investigación en curso. Sin embargo, sí se mostró abierto a que en el futuro se revise el perfil del coordinador nacional.
El informe de Contraloría habla de que 84 pacientes no recibieron un trasplante de órganos a pesar de cumplir con todos los requisitos para aquello. ¿Cómo se explica esa situación? ¿No hay un sistema integrado para evitar esas irregularidades?
El informe, el titular decía que había 84 pacientes que no se han trasplantado, pero esa no es la explicación del proceso en sí. Cuando hay un órgano disponible uno lo ofrece por lista de espera y por lo tanto, cada equipo de trasplante evalúa las condiciones de su receptor y del donante y puede pasar. Eso es lo que sucedió, no es que los pacientes no se hayan trasplantado, sino que era que habiéndose ofertado el órgano, se pasó la lista de espera porque las condiciones o del paciente o de la compatibilidad donante-receptor no eran las adecuadas. Por lo tanto, fue corriendo la lista y lo que de una u otra forma determinó la Contraloría es que cuando se fue a dictar la oficialización de ese paso por parte de los equipos de trasplante, en base a un documento, el documento de causa de no trasplante no estaba. Pero no es que hubiéramos saltado a los pacientes de la lista de espera o que los pacientes se hubieran dejado de trasplantar, se trasplantaron en el orden establecido pero hubo pacientes que por diferentes motivos, clínicos, anatómicos, etcétera, los equipos de trasplante dijeron que no.
En ese escenario, ¿a la Coordinación Nacional le preocupa que no hayan estado los documentos?
Todo el sistema está super centralizado. Es una coordinación nacional, unas listas de espera, que son únicas nacionales y son transversales al sistema público y privado. Obviamente cada vez que hay un donante se ofrece en el orden establecido y lo que nos preocupa, efectivamente, es que ese respaldo administrativo, el día de mañana quede para que de una u otra forma no se generen dudas. En todo caso, la oferta se realizó y los equipos de trasplante efectivamente en su momento dijeron que no. Lo que hay que mejorar y lo que nos invita la Contraloría a revisar es que efectivamente revisemos la documentación, el tema más bien de respaldo administrativo, pero el procedimiento se realizó.
¿Qué motivos tuvieron esos centros para no realizar los trasplantes? ¿Cuáles son las causales que se usan en general?
Hay que entender que cada órgano tiene diferentes particularidades. Los órganos que están en el tórax, como el corazón y el pulmón, una de las limitantes importantes es el peso-talla entre el donante y el receptor. Por dar ejemplo, un paciente que espera un pulmón y que mide un 1.50, pero su donante mide 1.80, es imposible que ese pulmón quepa en el tórax del receptor. Entonces, obviamente, lo más probable es que si los primeros cuatro receptores de la lista de espera son muy pequeños, pasen progresivamente y tengamos que ir al número cinco, que efectivamente es mucho más compatible en peso-talla.
La otra principal causa es que cuando tú ofreces un órgano, el receptor tiene que estar en condiciones clínicas de poder soportar lo que significa una cirugía de trasplante que es altamente compleja. Tú puedes tener pacientes que tienen alguna infección o que su enfermedad de base está muy descompensada y pensar una cirugía de trasplante es mucho el riesgo. Todas esas cosas también el equipo de trasplante las puede tomar en consideración, para en ese momento no aceptar el órgano que estamos ofreciendo.
Usted me mencionaba que hay una preocupación de la Coordinación por el tema administrativo, por la falta de los documentos con las causales por las que no se realizaron los trasplantes. ¿Qué se está haciendo para subsanar esa situación?
De partida nosotros estamos trabajando con el Instituto de Salud Pública para que esa exigencia, porque siempre ha sido una exigencia de los equipos de trasplante mandar la documentación, sea mucho más fiscalizada por parte de todas las instituciones involucradas. Esto es súper centralizado, por lo tanto, los equipos públicos y privados trabajan en conjunto con el ISP y con nosotros como coordinación nacional y la idea es ir revisando que esto no vuelva a ocurrir del punto de vista del retraso en la entrega de la documentación.
Hay que considerar que la Contraloría lo que hizo fue tomar una cantidad de donantes aleatoriamente en un período de tiempo de dos años y por ello, también hay que evaluar que muchos donantes tienen su documentación al día. Hay que evaluar cuál es la realidad. Sin embargo, también estamos en un proceso de modificación del sistema informático para que de una u otra forma esto sea mucho más en línea y evitar estos retrasos del punto de vista documental.
Además del problema con los 84 pacientes, el informe de la Contraloría también habla de “autorizaciones privilegiadas” para el del Hospital Clínico de la Universidad Católica. Desde el mismo centro médico se señaló que esto tiene que ver con que son los únicos que ofrecen trasplante hepático con donante vivo. ¿Le parece coherente esa explicación?
Detrás de esto también hay una investigación, hay sumarios y todo el tema. Del punto de vista de la Coordinación Nacional nosotros no nos vamos a manifestar mientras esa investigación no esté concluida, porque habrá que evaluar con los organismos que corresponde el grado de responsabilidad que tienen todos los actores consignados en la Contraloría. Mientras no haya un fallo, nosotros lamentablemente no vamos a hacer ningún tipo de conjetura precoz, porque efectivamente es faltar al proceso investigativo.
¿Pero ya se pueden empezar a sacar lecciones de lo que pasó? Acá también se daba la situación bastante complicada de que había un coordinador nacional que al mismo tiempo trabajaba en un centro médico. ¿Eso debería cambiar en el futuro?
Yo creo que esas son las cosas que van a tener que salir después de la investigación. El día de mañana quizá lo que tendremos que ver es cuál es el perfil del coordinador nacional de trasplantes desde el punto de vista de la relación contractual. Efectivamente habrá que verlo y es materia de las futuras autoridades definirlo. Ahora, estamos claros que la Coordinación Nacional de Trasplantes es una entidad mucho más superior que el coordinador formal. Yo trabajé diez años como coordinador nacional, volví hace unos meses atrás y lo que estamos tratando de llevar a cabo es la tarea de todos los días, que es conseguir donantes transmitiendole a la población que este es un sistema seguro, único, nacional donde trabajan instituciones públicas y privadas, que finalmente generan que al año estemos haciendo cerca de 600 trasplantes. Hay más de dos mil 300 personas en lista de espera y yo creo que ese es el objetivo primordial que nos debe mover a todos los que estamos involucrados en este tema.