“Era bastante evidente que, desde el momento en que representamos sectores en disputa política, esto se iba a transformar en un plebiscito al Gobierno“, fue la categórica afirmación del candidato de Chile Vamos, Francisco (Pancho) Orrego, al referirse a la segunda vuelta de gobernadores, donde este 24 de noviembre competirá con el actual jefe regional, Claudio Orrego, independiente respaldado por el oficialismo.
En el marco de la presentación de su “equipo municipal urbano” donde destacan figuras como Mario Desbordes y Jaime Bellolio -ediles electos de Santiago y Providencia respectivamente- el aspirante opositor enfatizó que “cuando hay un candidato que es apoyado oficialmente por el Gobierno, el Presidente Gabriel Boric, el Frente Amplio, el Partido Comunista, ellos están gobernando“.
El planteamiento obedece a un contraste que, desde la derecha, han impulsado como estrategia desde iniciado el ciclo electoral y que, en esta segunda vuelta, buscan potenciar para incidir en los resultados. Esto, considerando los altos niveles de desaprobación que afectan a la actual administración. Por lo mismo, Evelyn Matthei, figura que goza del primer lugar en las menciones espontáneas para las presidenciales de 2025, ha tomado un rol activo en la campaña.
Su contraparte, en tanto, ha buscado desmarcarse de este duelo. En conversación con Radio Duna, Claudio Orrego refutó esta tesis, señalando que él no se define como candidato de la oposición ni del oficialismo.
“Hay una estrategia por parte de mi contendor de politizar al máximo esta elección. Ha aparecido en todas sus presentaciones públicas con la candidata presidencial Evelyn Matthei, lo que es muy legítimo, pero han querido demostrar que esta es una especie de primaria presidencial para el próximo año, lo que honestamente me parece una falta de respeto”, cuestionó.
Misma distancia han querido instalar desde el Gobierno. Consultada por las declaraciones de Francisco Orrego, la vocera, Camila Vallejo, respondió que “se ha hablado para casi todas las elecciones de que son plebiscitos para el Gobierno, entonces ya es una cuña un poco desgastada. Se ha dicho para los procesos constitucionales 1 y 2. La verdad es que la política tiende a ser mucho más compleja que eso y si bien probablemente algunos quieren hacerlo de ese tenor, lo que van a elegir son gobernadores y gobernadoras regionales”.
Para Luz Poblete, ex secretaria general de Evópoli, presidencializar este tipo de elecciones es “inevitable”. En el marco de su participación en el panel de Radioanálisis, la dirigenta de oposición argumentó que el riesgo de este planteamiento es que “si le va bien, se capitaliza, pero si les va mal también pierde fuerza algo que va a ocurrir en un año más”.
“La política es demasiado sensible a los hechos y a los datos. Si algo pasa, automáticamente la aguja se mueve para el otro lado”, indicó.
Por su parte, Marco Barraza (PC), psicólogo, ex ministro de Desarrollo Social y exconstituyente, señaló que “la tentación de plebiscitar las elecciones no le ha dado buenos resultados a la derecha, analizando el resultado anterior. La derecha básicamente intentó convertir la elección de alcaldes en un plebiscito hacia el Gobierno, pero los resultados más bien hablan de cierto equilibrio”.
Sergio Galilea: “La elección de los dos Orrego no solo es entre los partidarios más cercanos al Gobierno y a la oposición”
Para el ex intendente por la Región Metropolitana y Los Lagos, exministro y director del Centro de Análisis de Políticas Públicas (CAPP) de la Universidad de Chile, Sergio Galilea, tras la primera vuelta de los comicios municipales y regionales quedó en evidencia que en las elecciones territoriales las personas votan por individuos, considerando sus propias realidades.
Por tanto, calificó como “equívoca” la postura de la derecha.”Es cierto que toda elección tiene un sentido plebiscitario gubernamental, pero creo que en lo principal hay factores locales, territoriales, que inciden muy fuertemente”, dijo.
“Uno no podría entender que el 70% de la gente de Maipú es del Frente Amplio, uno no podría entender votaciones transversales tan fuertes como la de Castro (Renca), mucho menos podría entender una votación transversal tan significativa como la de (Matías) Toledo en Puente Alto, y así sucesivamente, y uno no podría entender con facilidad la no elección de Marcela Cubillos, porque en la lógica de las agrupaciones partidarias era la candidata natural de Chile Vamos. Entonces, se da en las elecciones territoriales, más que en las elecciones parlamentarias y presidenciables, circunstancias en que las personas votan por las personas. Y, por tanto, considera a las personas más conocidas o de mayor trayectoria o que han tenido una eficacia y exigencia muy importante en la pega”, sostuvo.
En ese sentido, apuntó a que “la derecha equivoca el análisis, está tratando de juntar agua para su molino como es natural, pero es evidente que la elección entre los dos Orrego, Claudio y Francisco, es una elección no solo entre los partidarios más cercanos al Gobierno y a la oposición”.
“Probablemente, a poco andar del domingo 24, vamos a encontrar que uno de esos candidatos va a tener una diferencia muy sustantiva respecto del otro, y eso tiene que ver con la persona, con la trayectoria y no necesariamente con el conjunto de fuerzas política que lo apoya”, dijo.
Galilea por cargo de gobernador regional: “Ha estado muy limitado”
Consultado, en su calidad de exintendente, sobre cómo evalúa la implementación del cargo de gobernador regional, Galilea señaló que éste “ha estado muy limitado por la existencia o la coexistencia con las delegaciones presidenciales“.
En esa misma línea, cuestionó “que los gobernadores no hayan podido trabajar cómodamente con los secretarios regionales ministeriales”, lo que a su juicio “constituye una limitación muy importante para el ejercicio del cargo”.
“En el caso de gobernadores que lo han hecho, como el gobernador de Magallanes o el propio gobernador Orrego, lo han logrado a base de su carisma y liderazgo personal, pero no por la estructura institucional”, afirmó.
En ese sentido, indicó que si los resultados de las elecciones expresan una distribución equitativa de liderazgos regionales de distintos signos políticos “puede ser un elemento que facilite y haga viable las modificaciones institucionales que son fundamentales para que los gobernadores, además de la legitimidad democrática de su elección, tengan competencias superiores, especialmente en la relación con los secretarios regionales ministeriales”.