La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, mejor conocida como CEPAL, presentó esta jornada su informe anual “Panorama social de América Latina y el Caribe 2024: desafíos de la protección social no contributiva para avanzar hacia el desarrollo social inclusivo”. Éste incluye datos actualizados sobre los niveles de pobreza, desigualdad de ingresos y gasto social en la región.
Respecto de los resultados, señalaron que la región se encuentra en una “crisis del desarrollo” relacionado con tres factores: baja capacidad para crecer; alta desigualdad, baja movilidad social y débil cohesión social; sumado a la baja capacidad institucional y gobernanza poco efectiva. Por eso, indicaron que el “desarrollo social inclusivo es fundamental” para salir de esas “trampas”, como así lo catalogaron desde la organización.
Este desarrollo social inclusivo, explicó José Manuel Salazar, secretario ejecutivo de la CEPAL, va de la mano con educación universal efectiva y la formación profesional, y el avance hacia la igualdad de género, entre otros.
En números, la pobreza en la región alcanzó en 2023 su nivel más bajo desde que hay registro con un 27,3%. En tanto, la pobreza extrema se encuentra en un 10,6%. Se espera que la tendencia respecto de la disminución de la pobreza continúe durante el 2024.
Sobre las brechas de género, el informe reveló que la pobreza sigue afectando más a mujeres que a hombres en edad laboral. La pobreza también es mayor en las zonas rurales (39,1%) que en zonas urbanas (24,6%).
De acuerdo con el organismo, uno de cada tres hogares en el quintil de menores ingresos carece de acceso a la protección social. A la par, afirmaron que el gasto en protección social en 2023 es “insuficiente”.
La distribución de la riqueza, en tanto, es significativamente más desigual que la del ingreso de acuerdo con la CEPAL. Es decir, el 1% más rico concentra un 33% de la riqueza y el 19% del ingreso de América Latina.
Desafíos y oportunidades
La CEPAL destaca los sistemas de protección social como fundamentales para mejorar los índices de pobreza. Sobre todo para hogares del primer quintil de menores ingresos, dado que 1 de cada 2 de esos hogares accede a la protección social por esta vía.
“Es un espacio estratégico para la adopción de un enfoque integrado que pueda tener impactos significativos en la reducción de la pobreza, las diversas causas de la desigualdad y los bajos niveles de cohesión social de América Latina y el Caribe, y, por ende, en el logro del desarrollo social inclusivo”, remarcó José Manuel Salazar.
“Enfrentar la crisis del desarrollo en la región requiere avanzar hacia sistemas de protección social universales, integrales, sostenibles y resilientes. Para ello, urge robustecer la institucionalidad social con capacidades técnicas, operativas, políticas y prospectivas”, complementó al respecto el secretario ejecutivo de la CEPAL.
El representante de la organización abordó también el rol de los gobiernos más allá de la instalación de programas de ayuda. “Hemos enfatizado que la protección social es un derecho. Estos programas cumplen un rol fundamental en la protección de ingresos”, dijo.
Así, Salazar relevó la importancia de que la nueva edición destaca “las políticas dirigidas a garantizar el desarrollo integral de la primera infancia, también las políticas de inclusión laboral, las políticas integrales de cuidado en los sistemas de educación y salud universales, el acceso a la formación profesional y a la educación continúa”.
Revisa a continuación la presentación del informe: