Las políticas en contra de la migración del recién asumido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han irrumpido en la agenda de los países latinoamericanos que han manifestado su preocupación por el respeto a los derechos humanos en este proceso.
Brasil, por ejemplo, convocó al encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Brasilia por las condiciones en que viajan las personas deportadas por el gobierno norteamericano: esposados de manos y pies y sin posibilidad de ir al baño, es parte de lo que se denuncia.
Sin embargo, a pesar de que la política de Trump pone en el ojo público el debate, la migración y la vulneración a los derechos humanos es tema central en nuestra sociedad desde hace mucho tiempo.
Al respecto, la doctora en Sociología y profesora titular de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, María Emilia Tijoux, explicó que: “Hay una suerte de barbarie. Lamentablemente la manera en que se viven estos desplazamientos son extremadamente difíciles, brutales, hay muertes, hay tráfico de personas, hay trata laboral, sexual, persecución, cierre de fronteras”.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la profesora se refirió a las crisis políticas y económicas que obligan a las personas a migrar de sus países, por ejemplo, en Ucrania y Palestina, casos en los que se ha generado rechazo hacia quienes dejan sus territorios. La académica desarrolló que, a pesar del rechazo, se consideran necesarias las personas migrantes en los países a los que llegan: “Incluso en Italia con una mujer como Meloni se ha considerado que, efectivamente, es necesaria una mano de obra migrante. Entonces, la contradicción es enorme”.
“Por un lado, políticas de expulsión extremadamente racistas y persecutorias. Por otro lado, el llamado de muchos empleadores a una mano de obra (…) Pura contradicción, mucho castigo y deshumanización, que me parece que es lo más grave”, agregó Tijuoux.
Discursos de odio
Sobre los discursos de odio hacia las personas migrantes, la académica enfatizó en que “son discursos políticos que logran construir un sentido común que luego mella muy fuerte en la sociedad” .
La socióloga explicó que éstos buscan “provocar temor”. “Por lo tanto, producir la xenofobia, miedo a un otro que se supone, curiosamente en este continente, tan distinto a nosotros mismos. ¿Qué tenemos nosotros de tan diferente a nuestros hermanos que vienen del otro lado de la frontera?”, cuestionó.
Así, subrayó que el efecto principal de estos discurso es el “sufrimiento para las familias, los niños, mujeres, hombres y personas que han pensado poder hacer su vida en Chile”.
Refiriéndose a qué está detrás de estas ideas la experta dijo: “El fascismo engancha muy bien con esto, porque necesita destruir, necesita armar en la sociedad la idea de personas que hay que eliminar, con las que no hay que estar, hay que despojarlas de su condición humana para que pueda funcionar el odio y también legitimar el maltrato”.
“Cuando a una persona se le despoja de su condición humana se puede hacer con ella cualquier cosa, eso ocurrió en Alemania, en Europa, eso ocurre en Palestina y en muchos lugares donde hay personas migrantes que son encadenadas, esposadas, animalizadas y consideradas como fuera del género humano”, criticó.
En ese sentido, subrayó que “ahí hay una crítica grande al modo en que pensamos los derechos humanos, porque, entonces, habría derechos humanos por excepción, es decir, esta persona los tiene y esta no”.
Políticas migratorias
En los últimos días el posible candidato presidencial, Rodolfo Carter, propuso quitar la educación a hijos de migrantes irregulares. Al respecto, la académica calificó de “brutalidad” la propuesta.
“Pienso que, además, medios de comunicación que hoy día están al servicio de estos discursos consiguen que se arme en la cabeza de los chilenos y chilenas esta suerte de segregación y de deseo de muerte, que es una cosa que es muy grave. Se habla contra los venezolanos como si se hablara contra los chilenos en Estados Unidos porque hay chilenos cometiendo delitos (…) Aquí hay un trabajo grande de reflexión que hacer”, explicó.
Por otro lado, acerca de las políticas migratorias implementadas por los distintos gobiernos en Chile, Tijoux cuestionó que estén enfocadas fundamentalmente en las fronteras. “Se trata de expulsiones o de no dejar entrar más, como si los muros, las rejas, las zanjas impidieran la llegada de personas que huyen de sus países para sobrevivir”, dijo.
“Estas políticas migratorias no ayudan a la migración, sino más bien son políticas que favorecen la violencia. No veo mucha diferencia en lo que hace Trump con lo que hacen otros países”, agregó Tijoux.
La académica hizo hincapié en que la educación es clave y no solamente en establecimientos educacionales, sino que también en la casa: “¿Cómo educamos a nuestro hijos? ¿Cómo miramos al que viene de otro país?”. Así, aseguró que es crucial que esta educación intercultural no solo exista en colegios, sino que también en la educación superior.