Julia Chuñil salió de su casa en la comunidad Putreguel, comuna de Máfil, acompañada de su perro para buscar animales de su propiedad. Desde entonces, no se ha sabido nada de ella.

Su familia, convencida de que fue víctima de un secuestro, sostiene que “personas especializadas” podrían estar detrás de la desaparición. “Las casas de nosotros han sido como un mínimo, con más o menos 5 o 6 veces. Quizás están perdiendo tiempo valioso en ir a interrogar a otras personas también. Nosotros pensamos que la sacaron de aquí. Y tienen que haber sido personas, no sé, especializadas en esto, porque para no dejar ningún rastro, ni el perrito que andaba con ella, ni el machete, nada. Entonces nosotros pensamos que son personas especializadas, que si les apareció un llamado, que la entreguen”, afirmó su hijo Pablo San Martín Chuñil.

Pese a los extensos operativos iniciales que incluyeron la participación de la PDI, Carabineros, Bomberos y la Fuerza Aérea, los rastreos se han detenido en las últimas semanas. Mientras tanto, la Fiscalía ha realizado varios registros en las viviendas de la familia Chuñil, pero sin obtener resultados concretos.

Chuñil era una destacada defensora de un predio de 900 hectáreas de bosque nativo en Máfil, lo que, según sus allegados, le valió amenazas por su labor ambientalista. Ante esta situación, la familia presentó una querella por homicidio, secuestro y femicidio contra quienes resulten responsables.

Organizaciones como Escazú Ahora exigen la aplicación del Acuerdo de Escazú, que protege a líderes medioambientales. La Fiscalía, por su parte, mantiene bajo reserva los detalles de la investigación, lo que deja sin respuestas claras sobre el paradero de Julia Chuñil.