Hace algunas horas, Mon Laferte, una de las artistas chilenas más destacadas de las últimas décadas, compartió a través de sus redes sociales un sentido relato sobre las vicisitudes que debió pasar antes de conquistar el éxito profesional.
Esto, en el marco de la reciente polémica desatada por una carta pública firmada por cientos de trabajadores de las artes visuales que denunciaron la desvinculación del jefe de programación del Parque Cultural ex Cárcel de Valparaíso, Alonso Yáñez Avedeño. Según esta versión, su despido habría estado motivado por su defensa a los artistas que ya estaban programados para esta temporada, cuyas exposiciones se vieron afectadas por la extensión de la estadía de “Te amo. Mon Laferte“, la serie de la cantautora que actualmente se encuentra instalada en el Parque.
“¿Cómo se gana una el derecho de llamarse artista? ¿Naces, te haces, lo compras?“, cuestiona Laferte al comienzo de su testimonio. “Yo no fui a la universidad y no tengo título de artista ni de catedrática ni de ná (sic), pero la necesidad te enseña a ser más creativa, arreglártelas y a no pedir permiso. ¿Se imaginan hubiera pedido permiso? Yo estaría muerta”.
Lo anterior, considerando que la misiva cuestiona sus credenciales en las artes visuales, señalado que “hemos sido testigos de cómo estos acuerdos han sido vulnerados cuando figuras del espectáculo, como Mon Laferte, han sido privilegiadas en la programación del espacio, desplazando a artistas previamente programados y reduciendo los plazos de exhibición de sus obras”, añadiendo que “la cultura no puede ser manejada bajo lógicas de espectáculo o conveniencia política”.
“Fui violada a los 7 años, a los 11 empecé a tomar, fumar cigarro y consumir marihuana. Probé la pasta base a los 13, estudié en la D-320, almorzaba en la escuela y solo llegué a octavo básico. Empecé a trabajar a los 13 años y desde esa edad hasta los 18 fui abusada por un tipo 20 años mayor que yo, quien me vendía como mi manager; él se quedaba con la mitad de la plata”, continúa Mon.
“Te amo”, la exposición de Mon Laferte que llega a Teatro a Mil
“A los 18 encontré una oportunidad en la tele, eso para mí fue la salvación de mi vida. Ganaba 30 lucas a la semana, después empecé a tener pitutos y con eso ayudaba a mi familia. Durante los 5 años en que estuve en la tele fui acosada por un productor musical, me besaron a la fuerza varias veces y me trataron de puta sin talento, me la creí y aguanté por necesidad, pero finalmente tuve el valor y me fui”, revela.
Sobre su acercamiento con la pintura, explica que fue a un museo “por primera vez en México a los 30 años, antes de eso no conocía nada de ese mundo. Yo lo veía lejos, sentía que no pertenecía. Tengo 8 discos publicados, más de mil obras como artista plástica, pero hasta el día de hoy me siento como una intrusa. Es verdad que hoy tengo un lugar privilegiado, me volví una burguesa, una nueva rica y sé que no pertenezco y nunca voy a pertenecer porque yo siempre voy a ser una flaite y ahora una flaite famosa”.
“Entonces pienso, yo jamás podría haberme formado en esa cola imaginaria porque antes de mí estaban los académicos, los que sí saben pintar. ¿Y saben? Yo les encuentro razón de todo lo que dicen de mí. Yo a veces dudo y dudo de todo lo que hago, a veces pienso que todo mi arte es una mierda, y no solo dudo como artista, dudo de mí también como mamá, dudo de todo porque siempre me dijeron que no valía y yo me la creí. Pero avanzo igual, porque lo único que sé hacer es trabajar y amar, amar el arte como lo único que me ha salvado la vida. Y ese miedo que me dice que no soy suficiente, ese casi siempre viene empujado por el ego, y ese a mí no me la va ganar”, confiesa.
Por último, la artista cierra su respuesta con una reflexión en torno a estos cuestionamientos: “Yo no tengo nada que perder, todo para mí ha sido ganancia porque yo le gané a la vida. Quiero que sepan que con humildad comparto mi arte, lo hago con el respeto que merece mi oficio. No soy mejor que nadie, el arte es subjetivo dicen, pero todo lo que yo hago me sale de los ovarios, de lo más primitivo. Yo soy un animal, una tora, una yegua como Lemebel. Siéntate en el piano, destruye la métrica, grita en vez de cantar, decía la Violeta. Yo no ando queriendo ocupar el espacio de nadie, pero tampoco voy a andar disculpándome por ocupar el mío. Aquí tienen mi historia y ¿saben qué? si esto se trata de meritocracia, entonces yo me lo merezco todo”.
¿Cómo se gana una el derecho de llamarse artista?
¿Naces, te haces, lo compras?
Yo no fui a la universidad y no tengo título de artista ni de catedrática ni de ná, pero la necesidad te enseña a ser mas creativa, arreglártelas y a no pedir permiso
¿se imaginan hubiera pedido… pic.twitter.com/c4gCF8z8ip— Mon Laferte (@monlaferte) February 19, 2025