“Se acercó y casi susurrando al oído me hizo saber que se moriría pronto (…) le respondí que eso nadie lo sabía, que todavía nos quedaba mucha lucha. Pese a todo, consciente que el final se acercaba, Pedro seguía siendo el mismo de tantos años, de tantas locas historias, de tantos años de calle”, así escribió en las primeras hojas de “Las viudas odiosas de Lemebel”, Víctor Hugo Robles, más como conocido como el Che de los Gays.
Un libro que se construyó con 35 relatos de quienes conocieron a Pedro Lemebel, al escritor, al cronista, al activista, al tío, a la Loca del Frente, a la Mariquita Linda. Es un recorrido por diferentes vivencias de personas que quizás compartieron un momento con él o mucho más que eso. Todos ellos, en una construcción colectiva, traen al presente a quien es parte de la historia de Chile, la cultura y la lucha por los derechos de las personas LGBT+.
“Los trabajos audiovisuales, el documental, la película, siempre eran como edulcorados. Faltaba una mirada más sincera, desenfadada, real, de cómo es visto Pedro Lemebel por la comunidad LGBTI, cómo lo asumen, cómo lo sienten, qué relación tuvo con nuestra propia comunidad, con sus lectores. Me he dado cuenta que todos tenemos un Lemebel, todos tenemos un cuento que contar con el Pedro”, explicó Víctor Hugo en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile.
Hay una amplia discusión respecto de los homenajes que se han hecho al escritor. Después del estreno de la película “Tengo Miedo Torero”, el Che de los Gays criticó la actuación del protagonista: Alfredo Castro. Según, el también editor del texto, fue “una caricatura de lo que es una persona homosexual”.
“Cuento corto, Alfredo Castro se molestó muchísimo y en una entrevista con Pedro Bahamondes, que también escribe en el libro, dijo que estaba aburrido de estos comentarios y que estaba hasta las coronilla con las viudas odiosas de Lemebel”. Así nació el nombre del libro.
Víctor Hugo Robles, “Che de los Gays”, en la presentación de “Las viudas odiosas de Lemebel”.
El Che de los Gays
Victor Hugo Robles escribe la presentación del texto con un primer acercamiento a los últimos días de Pedro, pero también es una vitrina a una relación de amistad con matices, diferencias, que se encontraban en una lucha compartida. Él relata que es Pedro quien lo instó a inventar un personaje, esto llevó al nacimiento del Che de los Gays.
“Había algo de recelo de él con sus amistades más cercanas. La nuestra fue muy bonita al principio, hasta que yo inventé el personaje del Che de los Gays y se hizo más complicada. Me acusaba de copiona”, contó a Radio y Diario Universidad de Chile entre risas.
El Che leyó críticas y evaluaciones sobre su relación con Lemebel y también sintió la necesidad de dejar esas especulaciones atrás con el libro, dijo que si bien la única persona a la que Pedro amó locamente fue su madre, a él lo quiso un poquito al menos… “me conformo con ese poquito” agregó el también conductor de ‘Siempre Viva en Vivo’ de Radio Universidad de Chile.
¿Por qué es necesario Las viudas odiosas de Lemebel? Para Victor Hugo es un ejercicio de memoria, de dar vigencia a discursos y prácticas de líderes como Pedro. Dentro del libro también se destacan otros nombres, como el de Andrés Pavéz, que fue un actor de teatro callejero, amigo de Lemebel, que no tuvo el mismo reconocimiento y, sin embargo, “fue un gran luchador contra la dictadura”.
“Son nombres que tienen que ser replicados para que no nos olvidemos nunca que los derechos que hemos conquistado en cualquier minuto pueden ser arrebatados, como está ocurriendo ahora mismo con los derechos de la comunidad trans en Estados Unidos, como está ocurriendo en Argentina, como está ocurriendo en Chile con los derechos de las infancias trans”, sentenció el Che de los Gays.
El Che de los Gays junto a Pedro Lemebel. Centro Cultural Estación Mapocho, 1993. Autor: Eugeni Rodríguez.
Geraldine Mardones
Geraldine Mardones es la segunda voz del libro y presenta un poco de su historia familiar, que al mismo tiempo es la de Lemebel. Es hija de Jorge Mardones, quien de niña no la reconoció, en cambio su abuelo y su tío Pedro sí lo hicieron.
Ella cuenta que después del fallecimiento de Lemebel “el legado, la herencia, fue lo peor”, refiriéndose a los derechos de su obra y las disputas que envolvieron a la familia, también cómo su relación con el Che de los Gays la motivó a buscar la liberación de la obra y su derecho a herencia.
Participar en este libro para ella fue una forma de contactar el lado paterno que fue mezquino, contó a Radio y Diario Universidad de Chile, pero también un imperativo, un compromiso con mantener viva la obra de su tío Pedro.
“Uno tiene que luchar por esto, vale la pena. Al final te das cuenta que Pedro no escribió para su generación, ni para la mía, que está muy dañada, escribió para estas generaciones, con la mente más abierta. Como él lo dijo alguna vez, en alguna entrevista y en su manifiesto, ya no era para él lo que escribía, sino que para todas las alitas rotas que venían después”, dijo.
Si bien la relación con su tío no fue cercana, fue trascendental para ella. “Un día mi abuela le hizo un comentario, le dijo ‘oye, ¿no piensas tú que Geraldine es igual a tu hermano Jorge? Él me miró, analizándome y le dijo ‘no, ella no se parece a nadie, se parece solo a ella misma’. Ahora me da risa, en ese minuto no entendí lo que me quiso decir, a lo mejor que era única”, contó.
Geraldine Mardones y el Che de los Gays. Foto portada de “Las viudas odiosas de Lemebel”, una cita al cuadro “Las dos Fridas” y la fotografía de Las Yeguas del Apocalipsis. Autor: Pedro Marinello.
Pedro Bahamondes
En el libro, el periodista y difusor cultural, Pedro Bahamondes, cuenta cómo a través de una relación que se consolida chateando por Facebook un día el escritor le dijo: “Hagamos la entrevista”. Conseguir algo así no era fácil. Lemebel le puso como requisito principal que lo llevara por el día a Valparaíso y en ese viaje “se mostró completamente”, contó Bahamondes a Radio y Diario Universidad de Chile.
“Mi acercamiento estaba condicionado absolutamente por lo empapado que yo estaba de sus letras, porque Lemebel significa para los homosexuales, como yo, de esa época, un primer momento erógeno a través de la literatura”, sinceró el periodista. Un hito de su relato en el libro es que la publicación no le gustó al escritor e incluso se enojó. Finalmente esas diferencias se resolvieron con el paso del tiempo.
Víctor Hugo invitó a Pedro Bahamondes a ser parte de “Las viudas odiosas de Lemebel” porque la entrevista que hizo fue una de las últimas presenciales que dio el escritor y porque mostró un momento de su vida poco documentado.
Pedro Bahamondes, periodista y difusor cultural en la presentación de “Las viudas odiosas de Lemebel”.
“El libro desde el título es una cachetada a todo el escenario (el avance de ideas anti LGBT+ en el mundo), pero también a lo que sucede en la interna. Hay muchas odiosidades entre las colas en este caso, las disidencias, en toda la gama. Eso es más preocupante, porque quiere decir que ese mismo escenario global, que es adverso a nosotros, ha empezado ha permearnos también.(…) hay personas más conservadoras y que están en contra de la diversidad dentro de la comunidad trans, dentro del feminismo, es preocupante ese fenómeno”, reflexionó el periodista.
“En ese contexto, el libro debería circular primero entre nosotros, pero también ojalá tenga un alcance mayor, porque entrega una óptica de la obra de Lemebel, el personaje y lo que significó, desde un lugar que ha sido poco apreciado, muchos de los que han escrito de él no son disidencias necesariamente”, agregó.
“Las viudas odiosas de Lemebel” está disponible en las librerías: Tienda Nacional, Metales Pesados, Nómade Libros y en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.