Silvio Paredes, fundador de Electrodomésticos: "Soy de esa generación en que sin colaboración no pasaba nada"

Durante las últimas décadas, el músico se ha dedicado al estudio y ejecución del Chapman Stick, el que se transformó en su instrumento predilecto. Una relación íntima que compartirá este miércoles 26 de febrero con un show en el Teatro Zoco.

Durante las últimas décadas, el músico se ha dedicado al estudio y ejecución del Chapman Stick, el que se transformó en su instrumento predilecto. Una relación íntima que compartirá este miércoles 26 de febrero con un show en el Teatro Zoco.

Para Silvio Paredes, músico y fundador de la histórica banda chilena Electrodomésticos, su encuentro con el Chapman Stick estuvo cruzado por la mística. La inquietud por ese extraño instrumento -que combina un cuerpo similar a la guitarra con cuerdas y una técnica de percusión- emergió en los ochenta, cuando se cruzó con el video de “Turn your back on me”, de Kajagoogoo, donde el bajista Nick Beggs interpretaba ese artefacto creado hace apenas unos años por el luthier californiano Emmett Chapman.

“Siempre me gustaron los bajos con las notas bien bajas. Y de repente, en la música que escuchaba, que era bastante progresiva, percibí unos bajos martillados, muy potentes, profundos. Era la misma sensación como si alguien con un martillo le diera a una cuerda baja de piano. Ese retumbar me llamó mucho la atención”, recordó sobre esos primeros acercamientos.

“A medida que me iba acercando a él, me di cuenta que efectivamente tenía muchas cuerdas delgadas más que gruesas. Y, por otro lado, había escasos programas de video música. No estaba Internet como lo conocemos ahora, y menos los computadores personales. Un día, me llegó una fotocopia muy empastada de Juan Ricardo Weiler, el baterista de Aparato Raro, también ingeniero en sonido. Tiene un estudio fabuloso que se llama Tarkus. Muy buena onda, me dice ‘Silvio, yo caché que estabas entusiasmado con el Stick, mira esto’. Y me pasa una imagen que era como una especie de publicación de un folleto de Stick Enterprise”, sumó el músico.

Esto, en torno a un sonido que se iba acercando cada vez más: “Muchas veces ocurre eso, que uno se pone en modo ‘me interesa algo’ y, obviamente, si lo vas empujando se aparecen cosas, pero también a veces vienen solas hacia ti. Así me ocurrió y se me cruzó primero el video de Kajagoogoo. Quedé impresionadísimo. Lo vi y me tincó mucho, como de intuición. Y después me topé con el video de King Crimson en Japón, donde está Tony Levin tocándolo, que por lo demás era el tipo de música progresiva que estaba escuchando en ese momento. Era el momento de ‘Beat‘, de ‘Discipline‘ y de ‘Three of a perfect pair‘ de ese grupo”.

Silvio Paredes

Silvio Paredes

Sin embargo, la reafirmación de esas señales llegó en un viaje que Electrodomésticos realizó a Buenos Aires. Allí, asistieron a una tocata de la banda Clap, el grupo que Diego Frenkel encabezaba en los tiempos previos a La Portuaria. Esa fue la primera vez que vio un stick en vivo y en directo.

“Lo vi como a tres pasos y quedé más loco. Para mi fortuna él era muy amable, fuera de buen músico. Así que me acerqué inmediatamente a conversar con él y me dijo ‘pero qué impresionante que sepas de esto, probalo’. Me lo puse y me di cuenta de que cierta lógica que había pensado efectivamente era aplicable. Se ve más raro de lo que es. Es amigable llegado el momento en que tú te involucras con él físicamente. Ahí quedé dañado severamente y cagué”, rememoró entre risas. “Y caché que volviendo a Chile tenía que ver cómo hacerlo para tener un stick”.

Así, y gracias a las gestiones de Armando Gotelli -fundador de Audiomúsica-, Paredes terminó transformándose en el primer músico nacional en adquirir uno de estos, el que hoy figura como su instrumento principal. “Lo estuve tocando un buen rato, como hago con muchas cosas, de forma intuitiva. Entro por ahí y después de un rato en que ya nos hemos mirado y conversado, tal y como cuando conoces a alguien desconocido, me meto en el manual, en los métodos que hayan. Y particularmente en este instrumento me interesaba demorarme con eso, porque como es relativamente nuevo en relación a los demás instrumentos que existen, eléctricos, no hay academia”, señaló.

“Obviamente el lenguaje musical está ahí, pero como instrumento tiene mucho por descubrir. Eso también fue una cosa fascinante y que me mantiene fascinado hasta el día de hoy. De ahí el entusiasmo por mostrar esto, la música”, confesó. De hecho, es precisamente eso lo que lo ha mantenido ocupado durante los últimos años: además de la publicación de su más reciente EP “Raro”, donde el stick tiene un rol protagónico, actualmente se encuentra realizando una serie de conciertos en salas que este 26 de febrero lo tendrán dando un íntimo recital en el Teatro Zoco.

Show que, además, contará con varias reversiones de artistas como Charly García, Ryūichi Sakamoto y Knowere, con el acompañamiento de Ángela Acuña en el cello, Tito Cerda en la guitarra y Walter Jiménez en el corno. “Conceptualmente, el stick es parecido a un piano. Están los dos grupos de cuerdas y donde pulsas con cada dedo suena, tal como en un teclado, pero las yemas de tus dedos vendrían a ser los martilletes. Al tener esa característica, te permite enfrentar cualquier melodía y su acompañamiento, para hablarlo bien sencillo. Y lo que hago comúnmente en las obras que practico a diario es que cuando no se me ocurre nada, cuando no estoy en una suerte de trance creativo, me obligo a seguir trabajando. Para eso, si no se me ocurre nada, me pongo a sacar algún tema de alguien”, explicó.

“Es hacer algo. En el fondo, no me permito quedarme ahí, pensando ‘ay, no, hoy no, fíjate que mejor me voy a comprar un pan con palta’. Me obligo a no procrastinar ni estar sacándole la vuelta a nada y me pongo a sacar temas. Y ahí me doy cuenta de que cada vez me enamoro más de este instrumento porque me permite pensar intuitivamente. Yo soy autodidacta, no leo música, no leo partituras, no tengo esa formación, ya no la tuve. Me las arreglé para enfrentarme de otra manera y desarrollar mi paila”.

Abrazar la diferencia

Para Paredes, la ejecución del stick ha traído satisfacciones personales que exceden el campo estrictamente musical. Una de ellas es el profundo sentido colectivo que existe dentro de la comunidad que actualmente ejecuta este instrumento.

En Chile debemos ser quizás unos 12 o 13, de los cuales hay unos cinco que ya están haciendo su música, tocando el instrumento, publicando temas. Entre ellos, Cristian Larondo, Francisco Rafart, Andrés Moraga, Tomás Díaz, Marcelo Huito, Daniel Cartés y Consuelo Ávila, mujer stickista de la cual voy a tener el privilegio de poder producir su disco. Ella es una música de la Cuarta Región y trabaja en los observatorios de estrellas, imagínate la volaita… Me propuso si me entusiasmaba con producir su disco y lo encontré un gesto de confianza muy conmovedor, cariñoso de su parte, y no puedo sino ayudarla, porque yo también recibí mucha colaboración y ayuda para iniciarme en esto. Soy de esa generación en que sin colaboración no pasaba nada. Porque estábamos en un contexto en que sin colaboración no existían las cosas”, rememoró.

“Tengo muy integrado esto de la colaboración y lo bien que hace versus la competencia en las artes, que es algo que está muy estimulado. Hoy, la gente compite para ganarse un fondo, siempre se compite con el otro. Y la verdad es que no estoy en ese territorio. No estoy en la competencia, quiero colaboración, lo más posible. Creo que hay una libertad potente que nos da el arte, una fuerza. Por algo se preocupan o tratan de censurar cosas del arte, y que se consigue colaborando. No solamente con las cosas que se hacen sino que con el conocimiento que uno va desarrollando, con hacer mejor música al final”, reflexionó Paredes.

Un punto de vista que, sin embargo, resulta contrario a las lógicas que priman en la actualidad: “Siempre he nadado contra la corriente, con los Electro lo hicimos así. Me metí a estudiar arte y con la suerte de que tuve apoyo familiar al respecto. Recalco eso, porque a veces suena como que uno fuera no sé qué cosa. Y estudiando arte, una de las cosas que más ocurría, a diferencia quizás de lo que muchos pueden pensar, era la reflexión, el pensar, el leer. En ese tipo de reflexiones es donde se empezaban a dar estas cosas potenciadoras, esto de entender el poder del proceso creativo”.

Por eso, el título de su último EP también resulta una suerte de declaración de principios. “Soy raro, por eso se llama así. Un montón de veces en las tocatas se acercaba gente muy amorosa e interesada, y me decían ‘es un instrumento raro’. Después encontraron que la música era rara, porque claro, hay una información circulando en medios que plantea otra cosa como la música. Y de repente apareces entre medio de esa cuestión, haciendo una música que no tiene como objetivo transformarte en el superfamoso como pasa hoy, sino que parte de otro lado, y resulta que la tocas y hay una resonancia con el público. Es raro estar haciendo esta música ambient o downtempo, instrumental, que no tiene formato de canción, que no le interesa circular en la radio”.

“Pero me di cuenta de que la palabra también invita a reflexionar sobre eso, sobre todo lo que encontramos raro. Era la invitación que yo hacía a todos los que nos sentimos así, que nos han dicho eso desde chicos”, añadió el músico.

Modestamente, el mensaje que uno puede dar va en cómo hace su obra. Y espero que esta manera de hacer, esto de haber tomado esta decisión así, de tener la inestabilidad como lo constante, sin tener miedo, sino que teniendo una fe absoluta en lo que estoy haciendo, pucha. Si le sirve a otros que hayan tenido los mismos miedos que yo tuve antes de lanzarse, me siento haciendo algo bueno. Estamos acostumbrados a los ‘no’. Que es muy tarde, que tienes que ganar plata… Todos los ‘no’ vienen asegurados. Es muy difícil realmente dedicarse a esto, psicológicamente. Hay que estar muy preparado para una gran montaña de frustración, porque uno está con un anhelo ético de un cierto contexto, y te das cuenta de que la cuestión no es así. Ese alcachofazo que le llega a todos es como el mundo, hay que asumirlo, pero requiere de fuerza”, compartió Paredes.

En ese sentido, concluyó: “El mensaje a todos los que estén dudando es: amigos, amigas, no se bajoneen. Tienen instrumentos musicales, su creatividad, no se dejen vencer, crean en ustedes. Realmente busquen adentro porque ahí donde está el motor”.





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