Un “ecocidio” es lo que denuncian vecinos y organizaciones medioambientales sobre el Estero La Sombra en la comuna de Linares, Región del Maule, lo que estaría impactando directamente en la flora y fauna del sector, e incluso poniendo en riesgo la integridad de visitantes de las conocidas “piscinas naturales del valle Ancoa”.
La zona es hogar de aguiluchos, loros tricahues, cachañas, bosques de hualo, cogüileras, y copihues, flor nacional. De ahí, el llamado de alerta de las comunidades.
Las organizaciones acusan destrucción del bosque nativo e intervención, contaminación, de la cuenca del río producto del deslizamiento de grandes rocas, piedras y tierra por la ladera hacia el estero.
Esto último, responde a trabajos con maquinarias pesadas realizadas por privados del Fundo Las Yeguas para la construcción de un camino a la orilla del río, parte de un proyecto hotelero de dos mil 400 hectáreas que, de momento, seguiría en pie.
Si bien las obras se encuentran paralizadas hasta dimensionar la magnitud de la afectación, luego de fiscalizaciones ejecutadas en enero por la Conaf, la DGA, junto al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), vecinos del sector coinciden en que el daño ya está hecho.
María Fernanda Valdés, de la organización Micorriza Maulina, sostuvo que “el daño ya es irreparable. Hay harto trabajo ahí. Hay que esperar las lluvias para ver qué se puede hacer porque hay mucha tierra suelta. Si bien ya paralizaron las obras, ya no están moviendo tierra, siguen cayendo rocas y tierras que quedó suelta y que cae como proyectil directamente al río”.
“O sea, la destrucción ya está hecha y se sigue destruyendo solo porque quedó todo inestable. Así que estamos esperando las lluvias para que Conaf vaya y vea qué se puede hacer porque lo ideal es una restauración, pero está muy difícil”, afirmó a Radio y Diario Universidad de Chile.
La dirigente medioambiental recuerda que la empresa ya había pagado una multa por tala ilegal de bosque nativo. Pese a ello, “siguieron haciendo el daño, que es lo que pasa siempre en la mayoría de las empresas que van a destruir bosque nativo, o sea, pagan la multa y después siguen con el proyecto. Y esto paró gracias a que la gente empezó a compartir en redes sociales”.
“Impotencia” es la palabra que mejor define el sentir de las organizaciones. Valdés señaló que “da pena, da pena que estos lugares que son bonitos, cercanos, se vean destruidos por el mal llamado progreso, por algunos que no tienen conciencia y no valoran lo que tienen al lado”.
Desde la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Jorge Aliste, jefe provincial de Linares señaló a Radio y Diario Universidad de Chile que “fuimos a inicio del año, los primeros días del mes de enero, a constatar una denuncia que se nos hizo en la oficina provincial respecto a la intervención de una huella en el sector del Embalse Ancoa. Nos apersonamos y constatamos que efectivamente había un trabajo con maquinaria pesada en un ensanchamiento de una huella maderera, carretera, y visualizamos que había corte de especie nativa, de árboles nativos, en el sector“.
“Por la misma razón, identificamos al presunto infractor, hicimos la citación correspondiente al Juzgado de Policía Local de Linares e iniciamos un proceso de paralización de faenas que lo pudimos culminar en esa misma semana que fuimos a verificar la situación”, afirmó.
La siguiente fase, y lo que esperan vecinos, sería iniciar un proceso de restauración del lugar. Sin embargo, dicha etapa no estaría asegurada.
Al respecto, Aliste señaló que “por lo riesgoso de los trabajos que se hicieron en esta oportunidad con la maquinaria, hubo mucha remoción en masa de tierra y piedras que rodaron ladera abajo con una alta pendiente, por lo tanto, algún tipo de intervención en estos momentos es bastante riesgosa, tanto para la vida de las personas que pueden ir a hacer algún tipo de trabajo como para la gente que circula un poco más abajo del sector”.
“Entonces, en estos momentos es riesgoso hacer alguna obra de mayor envergadura o de restauración o de mitigación porque existe alto riesgo de remoción en masa ahí”, añadió.
Cabe destacar que desde la empresa pretenden hacerse parte de este proceso de restauración y, además, durante febrero el lugar mantiene fiscalización de la delegación provincial y de la seremi y Superintendencia de Medio Ambiente.