7.620 millones de pesos es la deuda que proyecta el Hospital Clínico de la Universidad de Chile en su presupuesto para 2012, monto que equivale al costo de funcionamiento de dos facultades de tamaño medio. Además, la institución tiene una deuda de arrastre que alcanza 31 mil millones de pesos.
Esto, según cifras que maneja la comisión Hospital Clínico del Senado Universitario que preside el académico Raúl Morales, quien dijo que un escenario así nunca había ocurrido: “Por primera vez el Hospital en su gestión administrativa no es capaz de cumplir las metas de financiamiento adecuado”, afirmó.
La crisis fue uno de los argumentos de la instancia triestamental para no ratificar a inicios de abril el presupuesto anual de la Universidad de Chile.
De acuerdo a Raúl Morales, “sin duda que el Hospital está entrando en una fase crítica. El próximo año tiene que pasar la acreditación hospitalaria y ya se han tirado cifras de que eso representaría una inversión del orden de diez mil millones de pesos, cuestión que obviamente se le hace bastante difícil a la universidad entrar en una transferencia de esos recursos”.
El académico de la Facultad de Ciencias añadió, sin embargo, que “el Hospital es parte de la universidad, que no puede abandonarlo en una situación crítica. En ese contexto, hay que asumir que la deuda del Hospital es una deuda de la universidad. No se puede pensar que el Hospital va a hacerse cargo de la deuda de 31 mil millones de pesos”.
Según Raúl Morales, la crisis se origina en una “gestión caótica” y la falta de autonomía de la institución, que depende de la Vicerrectoría Económica, la cual debe coordinar la conducción con la Facultad de Medicina y la propia dirección, encabezada actualmente por el doctor Carlo Paolinelli.
A esto se suma que de los casi 80 mil millones anuales que tiene el Hospital como presupuesto, cerca de un cinco por ciento es financiado por la Universidad de Chile. El resto de los recursos deben ser obtenidos vía autofinanciamiento, tarea que se tiene que complementar con la docencia e investigación.
Así, la deuda de largo plazo se ha generado por distintos compromisos. Raúl Morales indicó que “los 31 mil millones corresponden a deudas provenientes de insumos hospitalarios, inversiones de reparación y construcciones y deudas provenientes de equipamiento. En un momento el Hospital alcanzó un estándar de imagenología de primera línea en el país y fueron compromisos que se adquirieron para pagarlos en el largo plazo. Todo ese tipo de actividades han ido generando esta deuda de arrastre”.
Para Raúl Morales, otra de las consecuencias de la crisis es la mala relación entre las autoridades del Hospital y sus funcionarios, que a fines del año pasado mantuvieron movilizaciones, denunciaron grandes inequidades en las remuneraciones y precariedad laboral.
La presidenta de la asociación de funcionarios, Verónica Rojas, explicó qué información maneja la organización y previó que el endeudamiento va a seguir aumentando: “Lo que nosotros sabemos es que hay una deuda de 31 mil millones de pesos, que fue informada y de la que tuvimos conocimiento en el consejo de la Facultad de Medicina. Eso informó el doctor Paolinelli en esa oportunidad. Sabemos que diez mil millones corresponden a deuda con proveedores y que la autoridad próximamente debe presentar medidas de corto plazo para solucionar el endeudamiento que, por lo que se ve, va a aumentar durante este año”, dijo.
La situación de los funcionarios es otra arista de la crisis. En febrero, la Contraloría reveló un informe sobre irregularidades en la creación de cargos que nunca fueron provistos e infracciones al estatuto administrativo: suplencias que se ejercen en forma permanente y funcionarios a contrata que exceden el 20 por ciento de los cargos de planta, como señala la ley.
Además de instruir al Hospital para que corrija la situación, la Contraloría informó a su fiscalía para que determina si corresponde hacer un proceso de sumario que determine responsables.
Radio Universidad de Chile intentó insistentemente obtener la versión del doctor Carlo Paolinelli, pero desde la dirección se señaló que el caso se discutirá solo en el Consejo y Senado Universitario y no existirán otras opiniones. La Facultad de Medicina también declinó entregar su versión.