El obrero penquista se quemó a lo bonzo frente a la Catedral de Concepción como protesta ante la detención y tortura de sus hijos, María Candelaria y Galo, en manos de la CNI. “Fue también un acto de rebeldía”, afirmó la actual diputada Acevedo.
En Santiago y Concepción se realizarán homenajes a la figura de Sebastián Acevedo, quien ante la angustia de no saber el paradero de sus hijos, detenidos por la CNI, se prendió en llamas frente a la Catedral de Concepción, el 11 de noviembre de 1983.