Luego de un año del inició de la crisis económica mundial todavía están muy presentes sus negativas consecuencias en la vida cotidiana de millones de personas, por ejemplo, con altas cifras de desempleo. Según los economistas, el proteccionismo de algunos países afectaría a una recuperación más rápida de los mercados internacionales.
A un año de producirse la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, hito que dio inicio a la crisis, quedó en evidencia la fragilidad de la integración de la economía mundial y la dificultad del sistema financiero para asumir las turbulencias globales.
El mundo entero ha sufrido en mayor o menor medida, y salvo raras excepciones, el desplome de las bolsas, la sequía crediticia, la disminución del comercio y la desaceleración del crecimiento económico.
En el caso particular de los países en desarrollo -sobre todo los más pobres- las lesiones han sido más amplias y profundas, porque a los padecimientos ya enumerados se ha sumado la múltiple caída de las inversiones directas, de los flujos de capital en general y de las remesas.
Los analistas coinciden en que la actual crisis es muy diferente de las anteriores.
El economista de la fundación Cenda, Manuel Riesco, planteó que uno de los mecanismos de prevención de futuras crisis sería fortalecer los vínculos económicos de Chile con sus vecinos.
"Esto exigirá muy probablemente un reacomodo de la economía que ha estado hasta ahora orientada hacia el mercado internacional suponiendo que iba a crecer para siempre. Ahora vendrán años de vacas flacas en el comercio internacional, por lo que habría que empezar a mirar a la construcción de un mercado amplio, pero más seguro y estable, levantando con nuestros vecinos las instituciones estatales compartidas que permitan hacerlo más estable, y me refiero a la necesidad de integrarnos en serio con América Latina", aseveró el economista.
Pese a que en el mundo se observan vientos de recuperación, el presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas, Eduardo Moyano, señaló que aún hay países que aplican medidas proteccionistas al comercio exterior.
"El proteccionismo ha sido menor, pero hemos encontrado focos bastante claros de este fenómeno. Cabe señalar que en la reunión anterior del G-20 hubo 17 países que habían aplicado un total de 47 medidas proteccionistas, y esa cumbre se reunía entre otras razones para examinar cómo mantenían abiertos los mercados. Somos optimistas en que una recuperación del mundo demandará más productos chilenos", indicó el dirigente gremial.
Teniendo en cuenta los problemas estructurales que tiene la economía, el analista de Aserta, Hernán Frigolet, explicó que la reactivación de la actividad productiva de los países de la región irá en línea con el devenir de las economías en vías de desarrollo.
"A nivel mundial me parece que se ha cumplido la pauta establecida por los analistas de Estados Unidos y Europa en términos de esperar una recuperación relativamente lenta. Los mercados asiáticos desde el punto de vista financiero han repuntado, pero en el aspecto productivo siguen la pauta de lo planificado, y en Latinoamérica países como Chile y Perú han entrado al modelo recesivo con una alguna tardanza por lo que tendrán una recuperación relativamente lenta", explicó el experto.
En paralelo, hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con sede en Paris dijo que el desempleo seguirá aumentando en los países que forman parte de esta membrecía, para ubicarse en 2010 en un promedio cercano al 10 por ciento, a pesar de las señales de reactivación de la economía.
Luego de un año del inició de la crisis económica mundial todavía están muy presentes sus negativas consecuencias en la vida cotidiana de millones de personas, por ejemplo, con altas cifras de desempleo. Según los economistas, el proteccionismo de algunos países afectaría a una recuperación más rápida de los mercados internacionales.
A un año de producirse la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, hito que dio inicio a la crisis, quedó en evidencia la fragilidad de la integración de la economía mundial y la dificultad del sistema financiero para asumir las turbulencias globales.
El mundo entero ha sufrido en mayor o menor medida, y salvo raras excepciones, el desplome de las bolsas, la sequía crediticia, la disminución del comercio y la desaceleración del crecimiento económico.
En el caso particular de los países en desarrollo -sobre todo los más pobres- las lesiones han sido más amplias y profundas, porque a los padecimientos ya enumerados se ha sumado la múltiple caída de las inversiones directas, de los flujos de capital en general y de las remesas.
Los analistas coinciden en que la actual crisis es muy diferente de las anteriores.
El economista de la fundación Cenda, Manuel Riesco, planteó que uno de los mecanismos de prevención de futuras crisis sería fortalecer los vínculos económicos de Chile con sus vecinos.
"Esto exigirá muy probablemente un reacomodo de la economía que ha estado hasta ahora orientada hacia el mercado internacional suponiendo que iba a crecer para siempre. Ahora vendrán años de vacas flacas en el comercio internacional, por lo que habría que empezar a mirar a la construcción de un mercado amplio, pero más seguro y estable, levantando con nuestros vecinos las instituciones estatales compartidas que permitan hacerlo más estable, y me refiero a la necesidad de integrarnos en serio con América Latina", aseveró el economista.
Pese a que en el mundo se observan vientos de recuperación, el presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas, Eduardo Moyano, señaló que aún hay países que aplican medidas proteccionistas al comercio exterior.
"El proteccionismo ha sido menor, pero hemos encontrado focos bastante claros de este fenómeno. Cabe señalar que en la reunión anterior del G-20 hubo 17 países que habían aplicado un total de 47 medidas proteccionistas, y esa cumbre se reunía entre otras razones para examinar cómo mantenían abiertos los mercados. Somos optimistas en que una recuperación del mundo demandará más productos chilenos", indicó el dirigente gremial.
Teniendo en cuenta los problemas estructurales que tiene la economía, el analista de Aserta, Hernán Frigolet, explicó que la reactivación de la actividad productiva de los países de la región irá en línea con el devenir de las economías en vías de desarrollo.
"A nivel mundial me parece que se ha cumplido la pauta establecida por los analistas de Estados Unidos y Europa en términos de esperar una recuperación relativamente lenta. Los mercados asiáticos desde el punto de vista financiero han repuntado, pero en el aspecto productivo siguen la pauta de lo planificado, y en Latinoamérica países como Chile y Perú han entrado al modelo recesivo con una alguna tardanza por lo que tendrán una recuperación relativamente lenta", explicó el experto.
En paralelo, hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con sede en Paris dijo que el desempleo seguirá aumentando en los países que forman parte de esta membrecía, para ubicarse en 2010 en un promedio cercano al 10 por ciento, a pesar de las señales de reactivación de la economía.
Luego de un año del inició de la crisis económica mundial todavía están muy presentes sus negativas consecuencias en la vida cotidiana de millones de personas, por ejemplo, con altas cifras de desempleo. Según los economistas, el proteccionismo de algunos países afectaría a una recuperación más rápida de los mercados internacionales.
A un año de producirse la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, hito que dio inicio a la crisis, quedó en evidencia la fragilidad de la integración de la economía mundial y la dificultad del sistema financiero para asumir las turbulencias globales.
El mundo entero ha sufrido en mayor o menor medida, y salvo raras excepciones, el desplome de las bolsas, la sequía crediticia, la disminución del comercio y la desaceleración del crecimiento económico.
En el caso particular de los países en desarrollo -sobre todo los más pobres- las lesiones han sido más amplias y profundas, porque a los padecimientos ya enumerados se ha sumado la múltiple caída de las inversiones directas, de los flujos de capital en general y de las remesas.
Los analistas coinciden en que la actual crisis es muy diferente de las anteriores.
El economista de la fundación Cenda, Manuel Riesco, planteó que uno de los mecanismos de prevención de futuras crisis sería fortalecer los vínculos económicos de Chile con sus vecinos.
"Esto exigirá muy probablemente un reacomodo de la economía que ha estado hasta ahora orientada hacia el mercado internacional suponiendo que iba a crecer para siempre. Ahora vendrán años de vacas flacas en el comercio internacional, por lo que habría que empezar a mirar a la construcción de un mercado amplio, pero más seguro y estable, levantando con nuestros vecinos las instituciones estatales compartidas que permitan hacerlo más estable, y me refiero a la necesidad de integrarnos en serio con América Latina", aseveró el economista.
Pese a que en el mundo se observan vientos de recuperación, el presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas, Eduardo Moyano, señaló que aún hay países que aplican medidas proteccionistas al comercio exterior.
"El proteccionismo ha sido menor, pero hemos encontrado focos bastante claros de este fenómeno. Cabe señalar que en la reunión anterior del G-20 hubo 17 países que habían aplicado un total de 47 medidas proteccionistas, y esa cumbre se reunía entre otras razones para examinar cómo mantenían abiertos los mercados. Somos optimistas en que una recuperación del mundo demandará más productos chilenos", indicó el dirigente gremial.
Teniendo en cuenta los problemas estructurales que tiene la economía, el analista de Aserta, Hernán Frigolet, explicó que la reactivación de la actividad productiva de los países de la región irá en línea con el devenir de las economías en vías de desarrollo.
"A nivel mundial me parece que se ha cumplido la pauta establecida por los analistas de Estados Unidos y Europa en términos de esperar una recuperación relativamente lenta. Los mercados asiáticos desde el punto de vista financiero han repuntado, pero en el aspecto productivo siguen la pauta de lo planificado, y en Latinoamérica países como Chile y Perú han entrado al modelo recesivo con una alguna tardanza por lo que tendrán una recuperación relativamente lenta", explicó el experto.
En paralelo, hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con sede en Paris dijo que el desempleo seguirá aumentando en los países que forman parte de esta membrecía, para ubicarse en 2010 en un promedio cercano al 10 por ciento, a pesar de las señales de reactivación de la economía.
