El ministro de Salud, Álvaro Erazo, se reunió en su despacho con seis pacientes oncológicos que no están recibiendo tratamiento en el sistema de salud público y sus familiares y se comprometió a analizar cada uno de los casos con la ayuda de un comité de especialistas de la cartera que determinará cuáles son las mejores opciones de atención y puso un plazo de dos semanas para la evaluación.
Se trata de cuatro mujeres con cáncer mamario -cubierto por las garantías explícitas del Plan AUGE- además de un joven de 22 años con cáncer hepático y Virginia Marcell, quien padece de un cáncer renal y está luchando por su vida en tribunales.
Esta vez el ministro Álvaro Erazo fue categórico en asegurar que se prestarán todas las ayudas necesarias en los casos que no se estén tratando de manera oportuna, pero aclaró que sólo se brindarán tratamientos que estén respaldados por estudios científicos.
“Si hay casos donde las personas sientan que las puertas no se les han abierto u otros donde crean que se les ha postergado su atención, nosotros tenemos que ejercer la autoridad para ver qué está pasando frente a estas enfermedades que, si bien están siendo cubiertas, a veces requieren de atención adicional. En lo fundamental, una segunda línea de tratamiento y ahí no descartamos que podamos crear un fondo adicional para poder enfrentar estos requerimientos de la población”, señaló el jefe de la cartera de Salud.
Pese a esto, Erazo reiteró el rechazo de las autoridades a la judicialización de este tipo de casos, lo que fue refrendado incluso por la subsecretaria de Salud Pública, Jeanette Vega, quien aseguró que los tribunales de justicia no son los llamados a prescribir un tratamiento médico.
Es por eso que el ministerio de Salud no retirará la apelación a la resolución de la Corte de Apelaciones de Santiago que había ordenado al hospital San Juan de Dios a dar tratamiento gratuito a Virginia Marcell.
La afectada manifestó su desazón por la postura de las autoridades y por no haber logrado un beneficio concreto por parte del ministro.
“Yo tengo los días contados y una solución que empiece a funcionar el próximo año no me sirve. Es un tema de vida, que estoy defendiendo y peleando por un tratamiento decente. No quiero nada extraordinario, sólo un fármaco que el mismo médico del sistema público me recomendó”, inquirió Marcell.
Virginia además espera que la Corte Suprema falle a su favor en el caso que la enfrenta con el Estado, en una resolución que debiera darse a conocer esta semana.
Otra persona que vive una situación similar es Verónica Lastra, quien a sus 27 años padece un cáncer mamario con metástasis por no recibir un tratamiento adecuado.
Si bien, el ministro Erazo anunció que, para estos casos, desde el próximo año se integraría el segundo ciclo de quimioterapia al Plan Auge, Verónica emplazó a las autoridades a no dejarla morir por no darle los medicamentos prescritos para su caso.
“¿Por qué habiendo remedios deberíamos morir? Yo creo que si nos pidieran algo a cambio todos lo haríamos, por ejemplo trabajar para costearnos la droga, hasta nuestras familias lo harían. Hay tratamientos y no hay razón por la que tengamos que morir existiendo una cura” afirmó Lastra.
Por su parte, el senador Guido Girardi, quien asesora a los seis pacientes que se reunieron con el ministro Erazo, aseguró que hasta el momento la única forma de que los ciudadanos obtengan la atención debida es recurriendo a los tribunales de justicia.
“Vamos a seguir con las acciones legales porque esta gente tiene dos alternativas: o se sientan a esperar en la casa a que llegue la muerte o pelean por su vidas. Nosotros vamos a luchar por eso, porque creemos que tienen derechos y si la vía judicial es el único camino, lo vamos a seguir. Ellos no tienen más alternativas porque ya han golpeado todas las puertas posibles” , dijo el parlamentario.
Girardi insistió que si la situación de estos pacientes no se resuelve, recurrirán a organismos internacionales con competencia judicial, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El ministro de Salud, Álvaro Erazo, se reunió en su despacho con seis pacientes oncológicos que no están recibiendo tratamiento en el sistema de salud público y sus familiares y se comprometió a analizar cada uno de los casos con la ayuda de un comité de especialistas de la cartera que determinará cuáles son las mejores opciones de atención y puso un plazo de dos semanas para la evaluación.
Se trata de cuatro mujeres con cáncer mamario -cubierto por las garantías explícitas del Plan AUGE- además de un joven de 22 años con cáncer hepático y Virginia Marcell, quien padece de un cáncer renal y está luchando por su vida en tribunales.
Esta vez el ministro Álvaro Erazo fue categórico en asegurar que se prestarán todas las ayudas necesarias en los casos que no se estén tratando de manera oportuna, pero aclaró que sólo se brindarán tratamientos que estén respaldados por estudios científicos.
“Si hay casos donde las personas sientan que las puertas no se les han abierto u otros donde crean que se les ha postergado su atención, nosotros tenemos que ejercer la autoridad para ver qué está pasando frente a estas enfermedades que, si bien están siendo cubiertas, a veces requieren de atención adicional. En lo fundamental, una segunda línea de tratamiento y ahí no descartamos que podamos crear un fondo adicional para poder enfrentar estos requerimientos de la población”, señaló el jefe de la cartera de Salud.
Pese a esto, Erazo reiteró el rechazo de las autoridades a la judicialización de este tipo de casos, lo que fue refrendado incluso por la subsecretaria de Salud Pública, Jeanette Vega, quien aseguró que los tribunales de justicia no son los llamados a prescribir un tratamiento médico.
Es por eso que el ministerio de Salud no retirará la apelación a la resolución de la Corte de Apelaciones de Santiago que había ordenado al hospital San Juan de Dios a dar tratamiento gratuito a Virginia Marcell.
La afectada manifestó su desazón por la postura de las autoridades y por no haber logrado un beneficio concreto por parte del ministro.
“Yo tengo los días contados y una solución que empiece a funcionar el próximo año no me sirve. Es un tema de vida, que estoy defendiendo y peleando por un tratamiento decente. No quiero nada extraordinario, sólo un fármaco que el mismo médico del sistema público me recomendó”, inquirió Marcell.
Virginia además espera que la Corte Suprema falle a su favor en el caso que la enfrenta con el Estado, en una resolución que debiera darse a conocer esta semana.
Otra persona que vive una situación similar es Verónica Lastra, quien a sus 27 años padece un cáncer mamario con metástasis por no recibir un tratamiento adecuado.
Si bien, el ministro Erazo anunció que, para estos casos, desde el próximo año se integraría el segundo ciclo de quimioterapia al Plan Auge, Verónica emplazó a las autoridades a no dejarla morir por no darle los medicamentos prescritos para su caso.
“¿Por qué habiendo remedios deberíamos morir? Yo creo que si nos pidieran algo a cambio todos lo haríamos, por ejemplo trabajar para costearnos la droga, hasta nuestras familias lo harían. Hay tratamientos y no hay razón por la que tengamos que morir existiendo una cura” afirmó Lastra.
Por su parte, el senador Guido Girardi, quien asesora a los seis pacientes que se reunieron con el ministro Erazo, aseguró que hasta el momento la única forma de que los ciudadanos obtengan la atención debida es recurriendo a los tribunales de justicia.
“Vamos a seguir con las acciones legales porque esta gente tiene dos alternativas: o se sientan a esperar en la casa a que llegue la muerte o pelean por su vidas. Nosotros vamos a luchar por eso, porque creemos que tienen derechos y si la vía judicial es el único camino, lo vamos a seguir. Ellos no tienen más alternativas porque ya han golpeado todas las puertas posibles” , dijo el parlamentario.
Girardi insistió que si la situación de estos pacientes no se resuelve, recurrirán a organismos internacionales con competencia judicial, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El ministro de Salud, Álvaro Erazo, se reunió en su despacho con seis pacientes oncológicos que no están recibiendo tratamiento en el sistema de salud público y sus familiares y se comprometió a analizar cada uno de los casos con la ayuda de un comité de especialistas de la cartera que determinará cuáles son las mejores opciones de atención y puso un plazo de dos semanas para la evaluación.
Se trata de cuatro mujeres con cáncer mamario -cubierto por las garantías explícitas del Plan AUGE- además de un joven de 22 años con cáncer hepático y Virginia Marcell, quien padece de un cáncer renal y está luchando por su vida en tribunales.
Esta vez el ministro Álvaro Erazo fue categórico en asegurar que se prestarán todas las ayudas necesarias en los casos que no se estén tratando de manera oportuna, pero aclaró que sólo se brindarán tratamientos que estén respaldados por estudios científicos.
“Si hay casos donde las personas sientan que las puertas no se les han abierto u otros donde crean que se les ha postergado su atención, nosotros tenemos que ejercer la autoridad para ver qué está pasando frente a estas enfermedades que, si bien están siendo cubiertas, a veces requieren de atención adicional. En lo fundamental, una segunda línea de tratamiento y ahí no descartamos que podamos crear un fondo adicional para poder enfrentar estos requerimientos de la población”, señaló el jefe de la cartera de Salud.
Pese a esto, Erazo reiteró el rechazo de las autoridades a la judicialización de este tipo de casos, lo que fue refrendado incluso por la subsecretaria de Salud Pública, Jeanette Vega, quien aseguró que los tribunales de justicia no son los llamados a prescribir un tratamiento médico.
Es por eso que el ministerio de Salud no retirará la apelación a la resolución de la Corte de Apelaciones de Santiago que había ordenado al hospital San Juan de Dios a dar tratamiento gratuito a Virginia Marcell.
La afectada manifestó su desazón por la postura de las autoridades y por no haber logrado un beneficio concreto por parte del ministro.
“Yo tengo los días contados y una solución que empiece a funcionar el próximo año no me sirve. Es un tema de vida, que estoy defendiendo y peleando por un tratamiento decente. No quiero nada extraordinario, sólo un fármaco que el mismo médico del sistema público me recomendó”, inquirió Marcell.
Virginia además espera que la Corte Suprema falle a su favor en el caso que la enfrenta con el Estado, en una resolución que debiera darse a conocer esta semana.
Otra persona que vive una situación similar es Verónica Lastra, quien a sus 27 años padece un cáncer mamario con metástasis por no recibir un tratamiento adecuado.
Si bien, el ministro Erazo anunció que, para estos casos, desde el próximo año se integraría el segundo ciclo de quimioterapia al Plan Auge, Verónica emplazó a las autoridades a no dejarla morir por no darle los medicamentos prescritos para su caso.
“¿Por qué habiendo remedios deberíamos morir? Yo creo que si nos pidieran algo a cambio todos lo haríamos, por ejemplo trabajar para costearnos la droga, hasta nuestras familias lo harían. Hay tratamientos y no hay razón por la que tengamos que morir existiendo una cura” afirmó Lastra.
Por su parte, el senador Guido Girardi, quien asesora a los seis pacientes que se reunieron con el ministro Erazo, aseguró que hasta el momento la única forma de que los ciudadanos obtengan la atención debida es recurriendo a los tribunales de justicia.
“Vamos a seguir con las acciones legales porque esta gente tiene dos alternativas: o se sientan a esperar en la casa a que llegue la muerte o pelean por su vidas. Nosotros vamos a luchar por eso, porque creemos que tienen derechos y si la vía judicial es el único camino, lo vamos a seguir. Ellos no tienen más alternativas porque ya han golpeado todas las puertas posibles” , dijo el parlamentario.
Girardi insistió que si la situación de estos pacientes no se resuelve, recurrirán a organismos internacionales con competencia judicial, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
