Gobierno y parlamentarios expresan condolencias por muerte de Mónica Madariaga

Detractores y simpatizantes del quehacer político de la ex ministra de la dictadura manifestaron su pesar por el deceso y destacaron su reconocimiento y condena a las violaciones a los derechos humanos.


Detractores y simpatizantes del quehacer político de la ex ministra de la dictadura manifestaron su pesar por el deceso y destacaron su reconocimiento y condena a las violaciones a los derechos humanos.

Detractores y simpatizantes del quehacer político de la ex ministra de la dictadura manifestaron su pesar por el deceso y destacaron su reconocimiento y condena a las violaciones a los derechos humanos.

A los 67 años de edad y aquejada de un cáncer que hizo metástasis en su hígado, falleció a las seis de la mañana de hoy en su domicilio la ex ministra de la dictadura Mónica Madariaga.
 
La información la dio a conocer su hermano Patricio Madariaga, quien explicó que la salud de la ex ministra de Educación y Justicia se deterioró definitivamente en las últimas semanas.
 
En el gobierno, la Presidenta Michelle Bachelet expresó su pesar por la muerte de Madariaga y envió sus condolencias a la familia, mientras que la vocera del Ejecutivo, Carolina Tohá, destacó su reconocimiento por las violaciones a los derechos humanos cometidos durante la dictadura.
 
“Ella, pese a haber sido una ministra y una colaboradora de la época de la dictadura militar, fue una persona que tuvo la gran valentía de reconocer y condenar las violaciones a los derechos humanos que se hicieron en esa época, y eso lo valoramos profundamente”, manifestó Tohá.
 
Pésame desde el Congreso

Parlamentarios de diversos sectores se sumaron a las condolencias. Aunque, varios discrepaban en su postura política, destacaron su figura.

El parlamentario RN Alberto Cardemil, ex subsecretario del Interior del mismo régimen de facto, lamentó profundamente el fallecimiento de Madariaga.

“Lo siento mucho y le doy mi más sentido pésame a su familia y deseo que descanse en paz. No tuve ninguna relación laboral muy especial con ella, porque me tocó actuar cuando ya ella había dejado de ser ministra y lo siento mucho. Son figuras que intervinieron en el pasado, ella está muerta igual que el general Pinochet y lo único que uno puede desear es que  gocen del descanso eterno”, señaló.

En tanto, en el oficialismo se destacó la figura de Madariaga, ya que en su momento fue una persona crítica de la dictadura, con la cual colaboraba y era una mujer de opiniones firmes.

“Con libertad de opinión  en varias materias, ella opinaba en un sentido u otro y eso es lo que hace que la gente la valore. Jugó distintos roles en distintos momentos, cuando fue ministra de Justicia en un período muy duro en este país, y fue ministra de Justicia de un período en que no había justicia, no operaban los tribunales, pero su vez fue una persona que tuvo la libertad  de cuestionar al jefe de los servicios de seguridad, de cuestionar incluso a Pinochet en su momento, una persona polémica pero con libertad de espíritu. Le doy las condolencias a su familia”, destacó por el diputado PS, Carlos Montes.

Quien también se pronunció respecto de la desaparición de Madariaga fue el presidente de la Cámara, el UDI Rodrigo Álvarez, quien lamentó el hecho que enluta a sus más cercanos.

“No conocí personalmente a Mónica Madariaga. Uno recibe la muerte de una persona conocida a nivel nacional y a nivel público, siempre es lamentable en el marco de una enfermedad”.

“Pido perdón”

Mónica Madariaga nació en 1942, obtuvo el puntaje más alto de Bachillerato en Letras del país e ingresó a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, donde desarrolló su formación como abogado entre 1959 y 1963.

Una de sus principales funciones en el gabinete de Augusto Pinochet fue su participación en la redacción de la Constitución Política de 1980 y el decreto de Ley de Amnistía, todavía vigentes. Asimismo, en 1983, fue designada ministra de Educación.

En diciembre de 1985 en una entrevista concedida a revista Análisis, Madariaga pidió perdón por lo sucedido hasta entonces bajo la dictadura militar, para agregar que vivía una especie de micro realidad ignorando las violaciones a los derechos humanos. En el texto además afirma que en ese momento Pinochet no estaba dispuesto a entregar el poder, así como que José Piñera le había instruido a que parara los tribunales laborales, mientras que Jaime Guzmán le planteó que terminara con los colegios profesionales.

En la misma entrevista a Análisis, Madariaga aseguró que el descubrimiento de cadáveres en Lonquén en 1978, “fue para mí como una bofetada”, para luego agregar “Yo estoy aquí: júzguenme”. Años más tarde responsabilizó de todos los crímenes cometidos en dictadura a Augusto Pinochet, de quien además era su prima.

Después del término del gobierno de facto, asumió la rectoría de una universidad privada y fue candidata a senadora por la Región de O’Higgins, representando a la Unión de Centro Progresista en las elecciones parlamentarias de 1997, donde no resultó electa.

Su última controversia pública la tuvo sólo hace algunos meses cuando en el programa de un canal regional con Patricio Tombolini, afirmó haber intervenido directamente para impedir que Sebastián Piñera fuera detenido a raíz de la investigación judicial en 1982 por el caso del Banco de Talca.

Su velorio se llevará a cabo en la iglesia Sagrados Corazones de El Bosque, en la comuna de Providencia, mientras que su funeral se realizará mañana en el Cementerio General de Santiago.





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