“El valor de los años”

La importancia de la salud física y espiritual surge como la clave para lograr sortear los denominados “años dorados”. En una sociedad que relega a los adultos mayores al abandono, dos profesionales exitosas y que, a su avanzada edad, continúan realizando labores para ayudar a los que las rodean, hablan desde su experiencia para lograr la felicidad y el equilibrio.


La importancia de la salud física y espiritual surge como la clave para lograr sortear los denominados “años dorados”. En una sociedad que relega a los adultos mayores al abandono, dos profesionales exitosas y que, a su avanzada edad, continúan realizando labores para ayudar a los que las rodean, hablan desde su experiencia para lograr la felicidad y el equilibrio.

Un interesante Conversando en Positivo se realizó el pasado miércoles 9 de diciembre en nuestra emisora. Dos mujeres profesionales, exitosas, saludables, activas y de la denominada tercera edad, se refirieron sobre “El valor de los años” en la sociedad actual.

Adela Herrara, es médico geriatra de la Universidad de Chile y ha dedicado toda su vida profesional a estar en contacto con adultos mayores. Por lo mismo, la galardonada con el premio de Ética por el Colegio Médico de Chile, llamó la atención sobre el culto que existe en nuestros días por lo joven, lo productivo, en donde no hay tiempo para destinar a nuestros ancianos. Según la especialista como sociedad occidental no estamos preparados para incorporar a las personas de la tercera edad, cuya expectativa de vida ha aumentado enormemente en las últimas décadas gracias a los avances tecnológicos, nutricionales y médicos que están disponibles en la actualidad.

Este relego de los adultos mayores sería totalmente diferente en países orientales como China o Japón, en donde existe una tradición milenaria de valoración a la experiencia y sabiduría que otorgan los años. Es por eso que para la especialista en bioética lo central es educar a la población desde el colegio en adelante, tanto para llegar a una vejez saludable como para integrar y acoger a los adultos mayores dentro de sus núcleos familiares y sociales.

En este sentido, la doctora indicó que es vital que las nuevas generaciones establezcan un diálogo con sus adultos mayores, pues existe un desconocimiento intergeneracional, además de lo valioso que es la transmisión de cultura de la cual se pueden nutrir los descendientes de la familia de sus ancestros.

Simone Hiriart es una mujer de 89 años que trabajó como secretaria en la Embajada de Francia hasta que jubiló. Madre de tres hijos a quienes educó y crió con dedicación y esfuerzo luego de su separación matrimonial, comentó que pese a todas las circunstancias siempre ha tenido un enfoque optimista y entusiasta de la vida.

Por lo mismo, Simone, se ha mantenido interesada por conocer y practicar terapias alternativas como la Reflexología y el Reiki, que le permiten ayudar a otras personas a sentirse mejor.

La importancia de la salud física

Entre las pautas que nuestras invitadas entregaron para lograr un estilo de vida de saludable en la tercera edad, se destacan:

-Un estado de salud psicológica satisfactorio es fundamental para envejecer bien, pues se ha comprobado que las personas que conservan una actitud optimista, alta autoestima, una motivación de vida están más protegidas para enfrentar enfermedades o el deterioro físico normal que llega con el transcurso de los años.

-Mantener el movimiento. La actividad física periódica contribuye a prevenir una serie de enfermedades a que están expuestos los adultos mayores como la osteoporosis, artrosis, etc. Además contribuye a controlar las enfermedades crónicas como diabetes y la hipertensión

-Evitar hábitos tóxicos, como dejar el consumo de tabaco y restringir el consumo de alcohol.

-Mantener lazos familiares y de amistades

-Mantener actividad intelectual, como leer, conversar, ejercitar la memoria, entre otros.

-Mantener vida sexual activa, entendida como expresión de emociones, sentimientos, compartir, en donde se produce un cambio de lo cuanti a lo cualitativo en esta capacidad de dar y recibir.

-Ante los cambios fisiológicos naturales del envejecimiento, no resignarse, sino más bien adaptarse y educarse para adecuarse lo mejor posible a ellos.
-Adquirir una alimentación saludable. Que contenga consumo de frutas, verduras, carnes magras y blancas, clara de huevo, ingesta de líquidos (litro y medio al día), fibra en cereales integrales, complementos vitamínicos.

La salud espiritual

Para la doctora Herrera, ya que la vida tiene un comienzo y un fin, el sentido de la vida tiene que ver con lograr un estado de paz interior, el que se consigue al no tener temas emocionales pendientes los seres queridos.

En su experiencia junto a los pacientes, ha llegado muchas veces a un diagnóstico espiritual, en donde observa frecuentemente, que no es el dolor físico sino el dolor del alma, el que más afecta a los adultos mayores. La mayor enfermedad es la miseria espiritual, la soledad.

En este sentido, para Simone lo más importante es que tanto la familia como la sociedad en general, consideren al adulto mayor como ser humano.

Por lo mismo, la especialista en geriatría recomienda que para conservar una salud espiritual es esencial no dejar nada pendiente. Según ella, para esto es necesario aprender a pedir perdón, perdonar, reconocer lo positivo que se ha construido a través de los años de vida.

En este contexto lo importante es expresar amor y aprender a acariciar, ha trascender por el amor que se entregó a las otras personas, en una actitud de servicio. La doctora señala que se ha visto enriquecida en el trabajo con el adulto mayor, en especial con el sentido del humor unido a la sabiduría que le entregan sus pacientes.

El amor es el mejor fármaco, hay que atreverse a decir” te quiero”, a tocarse, a no postergar la felicidad.

Simone dice que se siente lista para encontrarse con la muerte cuando el momento llegue, pues percibe que ha cumplido con su misión y se siente tranquila, ya que le parece que lo que existe después de la muerte será una “sorpresa agradable”.

Los mensajes que nuestras invitadas nos entregaron para la comunidad de positivos:
Simone Hiriart:

“Soy de una familia de longevos …una pariente mía que falleció a los 100 años se dedicó en sus últimos 20 años a ayudar a otras personas….mi mensaje es ayudar a la gente más necesitada”

 Adela Herrera:
“No postergar la felicidad. Ser felices aquí y ahora con lo que tenemos y diciendo que queremos, amamos, necesitamos”





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