Dos chilenas se encuentran desaparecidas en la capital de Haití, Puerto Príncipe, una de ellas, María Teresa Dowling, es la esposa del general Ricardo Toro, quien asumió el mando de las Fuerzas de Paz de la ONU en la zona, luego de la desaparición de Hédi Annabi, que lideraba el equipo. La Presidenta Bachelet solidarizó  con el pueblo haitiano y comprometió ayuda humanitaria.

Luego del terremoto de 7, 3 grados Richter que se produjo ayer Haití, se informó que dos chilenas permanecen desaparecidas en la zona de la catástrofe. Se trata de María Teresa Dowling, esposa del general Ricardo Toro, segundo comandante de las Fuerzas de Paz de Chile en ese país, y la abogada Andrea Loi, quien se desempeña en la Unidad de Investigaciones  Especiales de la sección de Derechos Humanos de la ONU desde 2005 en la región.

De acuerdo a las informaciones, Dowling se encontraba en el Hotel Le Montana de Puerto Príncipe, el cual se derrumbó producto del sismo. En tanto, Loi habría sido vista por última vez en el Cuartel General de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidad (Minustah), edificio que también resultó destruido.

Esta mañana la Presidenta Michelle Bachelet, junto con solidarizar con el pueblo haitiano y las familias de las dos chilenas desaparecidas, nombró al ex canciller Juan Gabriel Valdés, como delegado presidencial a la zona para “apoyar las necesidades que requiere Haití para salir de esta tremenda crisis”, dijo.
Bachelet informó que se enviará  a la brevedad  un avión con apoyo médico y equipamiento de rescate.

Por otra parte, el ministro de defensa, Francisco Vidal, informó que el general Ricardo Toro asumió el mando de la Minustah, luego de la desaparición  del tunecino que lideraba la misión, Hédi Annabi, además de confirmar que el total del contingente chileno de las fuerzas de paz, compuesta por personal del Ejército, la PDI y Carabineros, se encuentra a salvo.

Peor terremoto en 200 años

Aunque no se puede afirmar con certeza el número exacto de los muertos y heridos en Haití luego del terremoto grado 7,3 en la escala Richter, que destruyó el centro de la capital, Puerto Príncipe, se estima que las víctimas fatales podrían alcanzar  varios centenares. Se trata del peor terremoto en ese país caribeño en más de 200 años.

La magnitud de la energía que liberó el temblor envolvió en una gran nube de polvo a la ciudad de un millón y medio de habitantes, luego de la caída de edificaciones. Informes hablan de decenas de cuerpos en las calles.

Según la Cruz Roja, se teme que al menos tres millones de personas hayan sido afectadas por el terremoto, que se produjo hacia las 17 horas local y duró menos de un minuto.

Un ejemplo de la magnitud de la catástrofe es el hecho de que el Palacio Presidencial, una de las edificaciones más emblemáticas de Puerto Príncipe, quedó destruido. Se informó que el Presidente René Preval y la primera dama están a salvo.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el epicentro del terremoto se produjo en tierra, 10 kilómetros al oeste de Carrefour, y a 15 kilómetros de la capital, y a una profundidad de 15 kilómetros.

Por su parte, la misión de Naciones Unidas en el país dijo en un comunicado que "gran parte de su personal sigue desaparecido" después de que el terremoto destruyera su sede en Puerto Príncipe.

El jefe de las fuerzas de paz de la ONU, Alain Le Roy, dijo que cascos azules brasileños rodearon los escombros, pero que aún no han podido rescatar a nadie. La falta de electricidad complicó aún más las labores de rescate anoche.

Minutos después del sismo grado 7,3, dos réplicas de magnitud 5,9 y 5,5 sacudieron el país. Y además se han percibido hasta 30 réplicas de menor intensidad. El epicentro de estas réplicas fue a pocos kilómetros al sudoeste de donde ocurrió el primer terremoto, indicó el USGS.

El centro de alerta de tsunami de Estados Unidos levantó una alerta que se había emitido para costas de Haití, Cuba, República Dominicana y Bahamas.