A más de un mes del terremoto la Confederación Gremial Nacional Unida de la Mediana, Pequeña, Microindustria, Servicios y Artesanado de Chile (Conupia), entregó al gobierno un catastro nacional de los daños generados en las pequeñas y medianas empresas.
El sondeo realizado a más de mil 500 industrias de las regiones de O´Higgins, Maule, Bío Bío y Metropolitana dice que más del 50 por ciento de las pymes se encuentran con daños y precisa que las principales dificultades que enfrentan es la destrucción de capital de trabajo y falta de acceso a mercados.
Los rubros con mayores pérdidas materiales son comercio al por mayor y menor, reparación de vehículos y manufacturas, con daños que en promedio alcanzan los cinco millones de pesos por empresa.
Pese a este complejo escenario, Pedro Davis, presidente de Conupia, aseguró que las empresas del sector no han aplicado despidos masivos a diferencia de lo que han hecho las grandes compañías.
“Hoy están pagando salarios muchos empresarios que no tuvieron ingresos en el mes. En nuestro sector se ha hecho un esfuerzo considerable por no despedir trabajadores, pero no sabemos hasta cuándo pueden estar los empresarios en esas circunstancias. Quiero desmentir las declaraciones que hizo un dirigente sindical que los mayores despidos han sido en nuestro sector, eso no es cierto, los despidos han sido en la gran empresa que ha aplicado las cláusulas excepcionales que permite el estado de emergencia”, aseguró Davis.
El dirigente gremial agrega que otras trabas que afectan al sector son la falla de la cadena de distribución con sus proveedores y la falta de recursos. “Hay una gran cantidad de grande proveedores que han actuado de manera muy poco ética. Hay comerciantes, dueños de restoranes, que quedaron sin nada y los días siguientes a la catástrofe las grandes compañías de bebidas, de vinos, de alimentos les cobraron los cheques sin decir ‘agua va’, sin llamar al cliente y darle una posibilidad. El gobierno tiene que ser más mano dura con la gran empresa. También que la banca privada no ha cumplido con lo que ha ofrecido, las ofertas que hizo los primeros días de créditos blandos de postergación de pagos en lo general no se ha cumplido, si lo han hecho ha sido con clientes muy específicos”, indicó Davis.
Para hacer frente a esta situación, el gremio de los pequeños industriales y manufactureros pide a los ministerios de Hacienda y Economía la entrega de subsidios de tres millones de pesos y garantías de liquidez bancaria de Corfo para el reinicio de actividades.
A más de un mes del terremoto la Confederación Gremial Nacional Unida de la Mediana, Pequeña, Microindustria, Servicios y Artesanado de Chile (Conupia), entregó al gobierno un catastro nacional de los daños generados en las pequeñas y medianas empresas.
El sondeo realizado a más de mil 500 industrias de las regiones de O´Higgins, Maule, Bío Bío y Metropolitana dice que más del 50 por ciento de las pymes se encuentran con daños y precisa que las principales dificultades que enfrentan es la destrucción de capital de trabajo y falta de acceso a mercados.
Los rubros con mayores pérdidas materiales son comercio al por mayor y menor, reparación de vehículos y manufacturas, con daños que en promedio alcanzan los cinco millones de pesos por empresa.
Pese a este complejo escenario, Pedro Davis, presidente de Conupia, aseguró que las empresas del sector no han aplicado despidos masivos a diferencia de lo que han hecho las grandes compañías.
“Hoy están pagando salarios muchos empresarios que no tuvieron ingresos en el mes. En nuestro sector se ha hecho un esfuerzo considerable por no despedir trabajadores, pero no sabemos hasta cuándo pueden estar los empresarios en esas circunstancias. Quiero desmentir las declaraciones que hizo un dirigente sindical que los mayores despidos han sido en nuestro sector, eso no es cierto, los despidos han sido en la gran empresa que ha aplicado las cláusulas excepcionales que permite el estado de emergencia”, aseguró Davis.
El dirigente gremial agrega que otras trabas que afectan al sector son la falla de la cadena de distribución con sus proveedores y la falta de recursos. “Hay una gran cantidad de grande proveedores que han actuado de manera muy poco ética. Hay comerciantes, dueños de restoranes, que quedaron sin nada y los días siguientes a la catástrofe las grandes compañías de bebidas, de vinos, de alimentos les cobraron los cheques sin decir ‘agua va’, sin llamar al cliente y darle una posibilidad. El gobierno tiene que ser más mano dura con la gran empresa. También que la banca privada no ha cumplido con lo que ha ofrecido, las ofertas que hizo los primeros días de créditos blandos de postergación de pagos en lo general no se ha cumplido, si lo han hecho ha sido con clientes muy específicos”, indicó Davis.
Para hacer frente a esta situación, el gremio de los pequeños industriales y manufactureros pide a los ministerios de Hacienda y Economía la entrega de subsidios de tres millones de pesos y garantías de liquidez bancaria de Corfo para el reinicio de actividades.
A más de un mes del terremoto la Confederación Gremial Nacional Unida de la Mediana, Pequeña, Microindustria, Servicios y Artesanado de Chile (Conupia), entregó al gobierno un catastro nacional de los daños generados en las pequeñas y medianas empresas.
El sondeo realizado a más de mil 500 industrias de las regiones de O´Higgins, Maule, Bío Bío y Metropolitana dice que más del 50 por ciento de las pymes se encuentran con daños y precisa que las principales dificultades que enfrentan es la destrucción de capital de trabajo y falta de acceso a mercados.
Los rubros con mayores pérdidas materiales son comercio al por mayor y menor, reparación de vehículos y manufacturas, con daños que en promedio alcanzan los cinco millones de pesos por empresa.
Pese a este complejo escenario, Pedro Davis, presidente de Conupia, aseguró que las empresas del sector no han aplicado despidos masivos a diferencia de lo que han hecho las grandes compañías.
“Hoy están pagando salarios muchos empresarios que no tuvieron ingresos en el mes. En nuestro sector se ha hecho un esfuerzo considerable por no despedir trabajadores, pero no sabemos hasta cuándo pueden estar los empresarios en esas circunstancias. Quiero desmentir las declaraciones que hizo un dirigente sindical que los mayores despidos han sido en nuestro sector, eso no es cierto, los despidos han sido en la gran empresa que ha aplicado las cláusulas excepcionales que permite el estado de emergencia”, aseguró Davis.
El dirigente gremial agrega que otras trabas que afectan al sector son la falla de la cadena de distribución con sus proveedores y la falta de recursos. “Hay una gran cantidad de grande proveedores que han actuado de manera muy poco ética. Hay comerciantes, dueños de restoranes, que quedaron sin nada y los días siguientes a la catástrofe las grandes compañías de bebidas, de vinos, de alimentos les cobraron los cheques sin decir ‘agua va’, sin llamar al cliente y darle una posibilidad. El gobierno tiene que ser más mano dura con la gran empresa. También que la banca privada no ha cumplido con lo que ha ofrecido, las ofertas que hizo los primeros días de créditos blandos de postergación de pagos en lo general no se ha cumplido, si lo han hecho ha sido con clientes muy específicos”, indicó Davis.
Para hacer frente a esta situación, el gremio de los pequeños industriales y manufactureros pide a los ministerios de Hacienda y Economía la entrega de subsidios de tres millones de pesos y garantías de liquidez bancaria de Corfo para el reinicio de actividades.
