El ministerio boliviano de Defensa Legal confirmó que la empresa hilena Quiborax demandó por 66 millones de dólares al Estado de Bolivia debido a la anulación de una concesión minera en el Salar de Uyuni en 2004.
Quilborax pide el pago de 61 millones de dólares “por daños sufridos debido a la pérdida” de la inversión en Bolivia y otros cinco millones por “daños morales”, informaron en un comunicado.
Si bien la demanda se curda desde en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), que depende del Banco Mundial, se conoció el detalle de la suma que pide la empresa chilena este jueves.
En 2004, fue el ex presidente boliviano Carlos Mesa quien anuló la concesión de explotación de ulexita en Uyuni que tenía la empresa Non Metallic, filial de Quiborax.
La ulexita es un mineral que demanda en el mercado de la industria cerámica y del vidrio, además sirve para fabricar fibra óptica y producir fertilizantes.
Según el gobierno boliviano, si bien la empresa Quiborax ha demandado 66 millones de dólares, aún debe establecerse en el proceso de arbitraje una suma “real” sobre las inversiones.
El ejecutivo de Evo Morales renunció al Ciadi en mayo de 2007 con la denuncia de una presunta falta de independencia e imparcialidad de esta institución porque, a su juicio, siempre falla a favor de las empresas y no de los Estados.
El ministerio boliviano de Defensa Legal confirmó que la empresa hilena Quiborax demandó por 66 millones de dólares al Estado de Bolivia debido a la anulación de una concesión minera en el Salar de Uyuni en 2004.
Quilborax pide el pago de 61 millones de dólares “por daños sufridos debido a la pérdida” de la inversión en Bolivia y otros cinco millones por “daños morales”, informaron en un comunicado.
Si bien la demanda se curda desde en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), que depende del Banco Mundial, se conoció el detalle de la suma que pide la empresa chilena este jueves.
En 2004, fue el ex presidente boliviano Carlos Mesa quien anuló la concesión de explotación de ulexita en Uyuni que tenía la empresa Non Metallic, filial de Quiborax.
La ulexita es un mineral que demanda en el mercado de la industria cerámica y del vidrio, además sirve para fabricar fibra óptica y producir fertilizantes.
Según el gobierno boliviano, si bien la empresa Quiborax ha demandado 66 millones de dólares, aún debe establecerse en el proceso de arbitraje una suma “real” sobre las inversiones.
El ejecutivo de Evo Morales renunció al Ciadi en mayo de 2007 con la denuncia de una presunta falta de independencia e imparcialidad de esta institución porque, a su juicio, siempre falla a favor de las empresas y no de los Estados.
El ministerio boliviano de Defensa Legal confirmó que la empresa hilena Quiborax demandó por 66 millones de dólares al Estado de Bolivia debido a la anulación de una concesión minera en el Salar de Uyuni en 2004.
Quilborax pide el pago de 61 millones de dólares “por daños sufridos debido a la pérdida” de la inversión en Bolivia y otros cinco millones por “daños morales”, informaron en un comunicado.
Si bien la demanda se curda desde en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), que depende del Banco Mundial, se conoció el detalle de la suma que pide la empresa chilena este jueves.
En 2004, fue el ex presidente boliviano Carlos Mesa quien anuló la concesión de explotación de ulexita en Uyuni que tenía la empresa Non Metallic, filial de Quiborax.
La ulexita es un mineral que demanda en el mercado de la industria cerámica y del vidrio, además sirve para fabricar fibra óptica y producir fertilizantes.
Según el gobierno boliviano, si bien la empresa Quiborax ha demandado 66 millones de dólares, aún debe establecerse en el proceso de arbitraje una suma “real” sobre las inversiones.
El ejecutivo de Evo Morales renunció al Ciadi en mayo de 2007 con la denuncia de una presunta falta de independencia e imparcialidad de esta institución porque, a su juicio, siempre falla a favor de las empresas y no de los Estados.
