Molestia causó entre los sectores ligados a la educación la propuesta de la alcaldesa de Huechuraba Carolina Plaza, de instalar un detector de metales en un colegio de esta comuna.
Y mientras los docentes insisten en que delatar armas o elementos metálicos peligrosos no resuelve el problema, los especialistas indican que el conflicto de fondo tiene su génesis en la sociedad y en las nulas medidas tomadas por las autoridades de gobierno frente a la violencia escolar.
Según el tesorero del comunal de Huechuraba del Colegio de Profesores, Darío Vásquez, “esta inicativa mediática que toma la alcaldesa Plaza no va a solucionar la violencia social. Eso ya está internalizado y la forma de atacarlo en la educación es distinta. En los colegios tienen que formarse equipos multidisciplinarios y a la labor de los profesores, hay que agregarle la de los psicólogos y orientadores, cosas de las que hoy se carece”.
Vásquez subrayó el rol que el Estado tiene que tener ante estas situaciones y señaló que el gobierno “tiene la obligación de hacer que el sistema funcione como corresponde y que tenga los profesionales idóneos para poder cumplir con su función”.
En la misma línea, el presidente del Magisterio, Jaime Gajardo, afirmó que dentro del gremio son “contrarios a este tipo de medida porque son represivas. Este es un problema social y aquí hay una serie de fenómenos que revientan en la escuela, como la pobreza, la drogadicción y la violencia intrafamiliar. Con eso el profesor queda desbordado y no puede asumir en plenitud. Hay que crear grupos de apoyo de profesionales que refuercen la labor del docente y, para esto, es esencial en esto revisar la política educacional actual”.
Para la Directora del Programa de Seguridad y Ciudadanía de FLACSO, Lucía Dammert, existe una relación proporcional entre la violencia que reciben los niños y la que entregan, por lo que, a su juicio, la instalación de este tipo de dispositivos no pondría fin a la crisis que existe en torno a este tema en los colegios.
“Lo que pasa hoy en las escuelas nos debe hacer reflexionar sobre lo que pasa en el espacio público y hay una vinculación bastante específica entre los niveles de violencia que uno puede percibir al interior de las familias y lo que los niños muestran después a nivel escolar. La idea es identificar cuáles son los problemas que se dan en la comunidad escolar y visto todo eso, mirar si los muchachos traen traumas”, precisó la profesional.
La socióloga sostuvo que son, precisamente, los sectores más vulnerables los más afectados, pero adviertió que la violencia se está extendiendo a toda la sociedad, por lo que cree imprescindible que las autoridades generen políticas públicas que aborden la problemática.
Los docentes exigirán a la alcaldesa de Huechuraba que se planteen soluciones reales y no parches y no descartaron manifestaciones para que los vecinos, quienes votarán esta iniciativa el fin de semana, rechacen la proposición.
Molestia causó entre los sectores ligados a la educación la propuesta de la alcaldesa de Huechuraba Carolina Plaza, de instalar un detector de metales en un colegio de esta comuna.
Y mientras los docentes insisten en que delatar armas o elementos metálicos peligrosos no resuelve el problema, los especialistas indican que el conflicto de fondo tiene su génesis en la sociedad y en las nulas medidas tomadas por las autoridades de gobierno frente a la violencia escolar.
Según el tesorero del comunal de Huechuraba del Colegio de Profesores, Darío Vásquez, “esta inicativa mediática que toma la alcaldesa Plaza no va a solucionar la violencia social. Eso ya está internalizado y la forma de atacarlo en la educación es distinta. En los colegios tienen que formarse equipos multidisciplinarios y a la labor de los profesores, hay que agregarle la de los psicólogos y orientadores, cosas de las que hoy se carece”.
Vásquez subrayó el rol que el Estado tiene que tener ante estas situaciones y señaló que el gobierno “tiene la obligación de hacer que el sistema funcione como corresponde y que tenga los profesionales idóneos para poder cumplir con su función”.
En la misma línea, el presidente del Magisterio, Jaime Gajardo, afirmó que dentro del gremio son “contrarios a este tipo de medida porque son represivas. Este es un problema social y aquí hay una serie de fenómenos que revientan en la escuela, como la pobreza, la drogadicción y la violencia intrafamiliar. Con eso el profesor queda desbordado y no puede asumir en plenitud. Hay que crear grupos de apoyo de profesionales que refuercen la labor del docente y, para esto, es esencial en esto revisar la política educacional actual”.
Para la Directora del Programa de Seguridad y Ciudadanía de FLACSO, Lucía Dammert, existe una relación proporcional entre la violencia que reciben los niños y la que entregan, por lo que, a su juicio, la instalación de este tipo de dispositivos no pondría fin a la crisis que existe en torno a este tema en los colegios.
“Lo que pasa hoy en las escuelas nos debe hacer reflexionar sobre lo que pasa en el espacio público y hay una vinculación bastante específica entre los niveles de violencia que uno puede percibir al interior de las familias y lo que los niños muestran después a nivel escolar. La idea es identificar cuáles son los problemas que se dan en la comunidad escolar y visto todo eso, mirar si los muchachos traen traumas”, precisó la profesional.
La socióloga sostuvo que son, precisamente, los sectores más vulnerables los más afectados, pero adviertió que la violencia se está extendiendo a toda la sociedad, por lo que cree imprescindible que las autoridades generen políticas públicas que aborden la problemática.
Los docentes exigirán a la alcaldesa de Huechuraba que se planteen soluciones reales y no parches y no descartaron manifestaciones para que los vecinos, quienes votarán esta iniciativa el fin de semana, rechacen la proposición.
Molestia causó entre los sectores ligados a la educación la propuesta de la alcaldesa de Huechuraba Carolina Plaza, de instalar un detector de metales en un colegio de esta comuna.
Y mientras los docentes insisten en que delatar armas o elementos metálicos peligrosos no resuelve el problema, los especialistas indican que el conflicto de fondo tiene su génesis en la sociedad y en las nulas medidas tomadas por las autoridades de gobierno frente a la violencia escolar.
Según el tesorero del comunal de Huechuraba del Colegio de Profesores, Darío Vásquez, “esta inicativa mediática que toma la alcaldesa Plaza no va a solucionar la violencia social. Eso ya está internalizado y la forma de atacarlo en la educación es distinta. En los colegios tienen que formarse equipos multidisciplinarios y a la labor de los profesores, hay que agregarle la de los psicólogos y orientadores, cosas de las que hoy se carece”.
Vásquez subrayó el rol que el Estado tiene que tener ante estas situaciones y señaló que el gobierno “tiene la obligación de hacer que el sistema funcione como corresponde y que tenga los profesionales idóneos para poder cumplir con su función”.
En la misma línea, el presidente del Magisterio, Jaime Gajardo, afirmó que dentro del gremio son “contrarios a este tipo de medida porque son represivas. Este es un problema social y aquí hay una serie de fenómenos que revientan en la escuela, como la pobreza, la drogadicción y la violencia intrafamiliar. Con eso el profesor queda desbordado y no puede asumir en plenitud. Hay que crear grupos de apoyo de profesionales que refuercen la labor del docente y, para esto, es esencial en esto revisar la política educacional actual”.
Para la Directora del Programa de Seguridad y Ciudadanía de FLACSO, Lucía Dammert, existe una relación proporcional entre la violencia que reciben los niños y la que entregan, por lo que, a su juicio, la instalación de este tipo de dispositivos no pondría fin a la crisis que existe en torno a este tema en los colegios.
“Lo que pasa hoy en las escuelas nos debe hacer reflexionar sobre lo que pasa en el espacio público y hay una vinculación bastante específica entre los niveles de violencia que uno puede percibir al interior de las familias y lo que los niños muestran después a nivel escolar. La idea es identificar cuáles son los problemas que se dan en la comunidad escolar y visto todo eso, mirar si los muchachos traen traumas”, precisó la profesional.
La socióloga sostuvo que son, precisamente, los sectores más vulnerables los más afectados, pero adviertió que la violencia se está extendiendo a toda la sociedad, por lo que cree imprescindible que las autoridades generen políticas públicas que aborden la problemática.
Los docentes exigirán a la alcaldesa de Huechuraba que se planteen soluciones reales y no parches y no descartaron manifestaciones para que los vecinos, quienes votarán esta iniciativa el fin de semana, rechacen la proposición.
