A más de dos meses del terremoto y maremoto que afectó a la zona centro sur de nuestro país, todavía existen grandes necesidades en la población afectada que no han sido resueltas por el gobierno.
En el marco del seminario “Participación en tiempos de cambios políticos y emergencia”, coordinado por la Asociación Chilena de Organismos No Gubernamentales (Acción), varias ONGs denunciaron irregularidades en la toma de decisiones de las autoridades para enfrentar la emergencia y dieron luces de cómo creen que debe enfocarse la reconstrucción.
En este sentido, uno de los temas abordado fue la situación de la pesca artesanal, pues en la zona del borde costero no sólo fueron afectadas las viviendas de lugares como Iloca, Dichato o Constitución, entre varios otros, sino que también las fuentes de trabajo.
Para la presidenta de la Confederación Nacional de Pescadores de Chile, Zoila Bustamante, la precariedad de la situación ha producido una baja en el ánimo de los pescadores artesanales, quienes se encuentran desesperanzados por no poder trabajar.
“Ha estado todo muy lento, nuestra gente ya se está empezando a desesperar. Los primeros días cuando salimos a terreno todos estaban parados, firmes, fuertes y ahora uno va a las caletas y todos están demacrados, tristes, por el tema de las lluvias, porque no pueden salir a trabajar y porque no pueden mandar a sus hijos a la universidad”, indicó Bustamente.
En esta misma líne,a la dirigente criticó el plan “Volvamos a la mar”, único apoyo que ha entregado el gobierno al sector, pues condiciona la participación de los pescadores en el programa con un 25 por ciento de los recursos, los que muchas veces no pueden conseguir, ya que lo han perdido todo.
“Es el 25 por ciento del aporte del gobierno, un 50 por ciento de empresas privadas y un 25 por ciento que tiene que poner el pescador artesanal, ya sea vía crédito o de adonde lo que pueda sacar, porque si no tiene no puede participar en el programa. Eso es ilógico, porque yo no le puedo pedir a un compañero pescador que lo perdió todo que ponga plata para poder recuperarse, lo que ellos necesitan hoy es trabajar”, aseguró Zoila Bustamente.
Uno de los afectados, Jorge White, insistió en que no están pidiendo caridad de parte de las autoridades, sino una oportunidad para recomenzar con sus labores. “La gente no necesita que la apoyen económicamente ni con plata en efectivo, sino que quieren que les devuelvan el arte de pesca, para que ellos puedan sobrevivir, porque uno está acostumbrado como pesca artesanal a ganarse su propia plata e invertirla”, dijo.
Tanto Bastamente como White concuerdan en que el apoyo entregado por el gobierno está pensado más en los privados que en los pescadores.
A más de dos meses del terremoto y maremoto que afectó a la zona centro sur de nuestro país, todavía existen grandes necesidades en la población afectada que no han sido resueltas por el gobierno.
En el marco del seminario “Participación en tiempos de cambios políticos y emergencia”, coordinado por la Asociación Chilena de Organismos No Gubernamentales (Acción), varias ONGs denunciaron irregularidades en la toma de decisiones de las autoridades para enfrentar la emergencia y dieron luces de cómo creen que debe enfocarse la reconstrucción.
En este sentido, uno de los temas abordado fue la situación de la pesca artesanal, pues en la zona del borde costero no sólo fueron afectadas las viviendas de lugares como Iloca, Dichato o Constitución, entre varios otros, sino que también las fuentes de trabajo.
Para la presidenta de la Confederación Nacional de Pescadores de Chile, Zoila Bustamante, la precariedad de la situación ha producido una baja en el ánimo de los pescadores artesanales, quienes se encuentran desesperanzados por no poder trabajar.
“Ha estado todo muy lento, nuestra gente ya se está empezando a desesperar. Los primeros días cuando salimos a terreno todos estaban parados, firmes, fuertes y ahora uno va a las caletas y todos están demacrados, tristes, por el tema de las lluvias, porque no pueden salir a trabajar y porque no pueden mandar a sus hijos a la universidad”, indicó Bustamente.
En esta misma líne,a la dirigente criticó el plan “Volvamos a la mar”, único apoyo que ha entregado el gobierno al sector, pues condiciona la participación de los pescadores en el programa con un 25 por ciento de los recursos, los que muchas veces no pueden conseguir, ya que lo han perdido todo.
“Es el 25 por ciento del aporte del gobierno, un 50 por ciento de empresas privadas y un 25 por ciento que tiene que poner el pescador artesanal, ya sea vía crédito o de adonde lo que pueda sacar, porque si no tiene no puede participar en el programa. Eso es ilógico, porque yo no le puedo pedir a un compañero pescador que lo perdió todo que ponga plata para poder recuperarse, lo que ellos necesitan hoy es trabajar”, aseguró Zoila Bustamente.
Uno de los afectados, Jorge White, insistió en que no están pidiendo caridad de parte de las autoridades, sino una oportunidad para recomenzar con sus labores. “La gente no necesita que la apoyen económicamente ni con plata en efectivo, sino que quieren que les devuelvan el arte de pesca, para que ellos puedan sobrevivir, porque uno está acostumbrado como pesca artesanal a ganarse su propia plata e invertirla”, dijo.
Tanto Bastamente como White concuerdan en que el apoyo entregado por el gobierno está pensado más en los privados que en los pescadores.
A más de dos meses del terremoto y maremoto que afectó a la zona centro sur de nuestro país, todavía existen grandes necesidades en la población afectada que no han sido resueltas por el gobierno.
En el marco del seminario “Participación en tiempos de cambios políticos y emergencia”, coordinado por la Asociación Chilena de Organismos No Gubernamentales (Acción), varias ONGs denunciaron irregularidades en la toma de decisiones de las autoridades para enfrentar la emergencia y dieron luces de cómo creen que debe enfocarse la reconstrucción.
En este sentido, uno de los temas abordado fue la situación de la pesca artesanal, pues en la zona del borde costero no sólo fueron afectadas las viviendas de lugares como Iloca, Dichato o Constitución, entre varios otros, sino que también las fuentes de trabajo.
Para la presidenta de la Confederación Nacional de Pescadores de Chile, Zoila Bustamante, la precariedad de la situación ha producido una baja en el ánimo de los pescadores artesanales, quienes se encuentran desesperanzados por no poder trabajar.
“Ha estado todo muy lento, nuestra gente ya se está empezando a desesperar. Los primeros días cuando salimos a terreno todos estaban parados, firmes, fuertes y ahora uno va a las caletas y todos están demacrados, tristes, por el tema de las lluvias, porque no pueden salir a trabajar y porque no pueden mandar a sus hijos a la universidad”, indicó Bustamente.
En esta misma líne,a la dirigente criticó el plan “Volvamos a la mar”, único apoyo que ha entregado el gobierno al sector, pues condiciona la participación de los pescadores en el programa con un 25 por ciento de los recursos, los que muchas veces no pueden conseguir, ya que lo han perdido todo.
“Es el 25 por ciento del aporte del gobierno, un 50 por ciento de empresas privadas y un 25 por ciento que tiene que poner el pescador artesanal, ya sea vía crédito o de adonde lo que pueda sacar, porque si no tiene no puede participar en el programa. Eso es ilógico, porque yo no le puedo pedir a un compañero pescador que lo perdió todo que ponga plata para poder recuperarse, lo que ellos necesitan hoy es trabajar”, aseguró Zoila Bustamente.
Uno de los afectados, Jorge White, insistió en que no están pidiendo caridad de parte de las autoridades, sino una oportunidad para recomenzar con sus labores. “La gente no necesita que la apoyen económicamente ni con plata en efectivo, sino que quieren que les devuelvan el arte de pesca, para que ellos puedan sobrevivir, porque uno está acostumbrado como pesca artesanal a ganarse su propia plata e invertirla”, dijo.
Tanto Bastamente como White concuerdan en que el apoyo entregado por el gobierno está pensado más en los privados que en los pescadores.
