El discurso presidencial del 21 de mayo estuvo cargado de avisos en materia educacional, entre ellos, el perfeccionamiento de las pruebas SIMCE e INICIA y un fuerte llamado a aprobar el proyecto de Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación.
Ante esto, el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, lamentó que “los anuncios están en la lógica del mercado, es más de lo mismo, es insistir en un camino privatizador, fracasado, que ha creado una crisis de proporciones en la educación, además pone todo el acento en exigencia a la familia, a los alumnos y a los profesores, pero en cuanto a Estado es un rol tangencial y nada con asegurar el derecho a la educación”.
Gajardo también se mostró en desacuerdo con el emplazamiento del Presidente a la pronta aprobación de la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, proyecto que calificó de “una parte operativa del sistema y clave para profundizar la educación de mercado”.
Por otro lado, criticó el énfasis del Gobierno en la utilización de sistemas de evaluación que sólo exaltan las desigualdades como la prueba INICIA, que “será obligatoria y tendrá consecuencias”.
Para los profesores, vincular los resultados a las remuneraciones de los maestros perjudica directamente el sueldo de los profesionales más jóvenes, y agregó que estas reformas marcan la visión del Gobierno sobre la carrera profesional, al convertirla en una instancia competitiva, ligada a resultados y que beneficia a unos pocos.
Fuertes cambios tendrá también Simce, que se entregará a los apoderados junto a un mapa con los resultados de los colegios en cada comuna. El objetivo es que “los padres cuenten con más información y los colegios se pongan las pilas”, tal como lo explicó el Ministro Joaquín Lavín.
“Lo que nosotros queremos es que los papás conozcan esta información, la mediten, analicen el mapa de la comuna y tomen la mejor decisión para sus hijos, Queremos que las familias se involucren, sin las familias preocupadas nunca vamos a mejorar la calidad de la educación. Esta también es una señal para que lo otros colegios se pongan las pilas. Queremos que se genere esa urgencia en los colegios para mejorar la calidad de la educación”, dijo el ministro.
Al Simce también se le sumará una prueba de Inglés a partir de noviembre de este año, fecha en que además se rendirá un ensayo de la medición en Educación Física y, más adelante, se agregará una prueba sobre el uso de las tecnologías de la información.
Sin embargo, Jaime Gajardo señaló que este mecanismo no resolverá el problema de fondo, que es la calidad de la educación.
“Nosotros no estamos de acuerdo con el Simce porque es un instrumento que mide a todos por igual, debemos medir a los pares, pero no a realidades tan distantes como las que existen en el país. El Simce es una evaluación estandarizada, que no da cuenta de la realidad completa, tiene que ser una evaluación que mida contexto, proceso y resultados, tiene que ser una evaluación mucho más completa y no podemos elevarla a un rango de semidios que determina lo bueno y lo malo”, sostuvo el dirigente gremial.
La principal crítica de los docentes al nuevo sistema es que agudice los problemas de desigualdad ya existentes, puesto que los colegios bien evaluados recibirán más alumnos, lo que iría aislando a los colegios menos preparados hasta hacerlos desaparecer.
Finalmente, la Asociación Metropolitana de Padres y Apoderados, a través de su vocero Ismael Calderón, también mostró su rechazo a los anuncios manifestando su temor de que las medidas tiendan a privatizar la educación.
Colegio de Profesores: “Anuncios presidenciales buscan privatizar más la educación”
El gremio de los docentes reaccionó ante las reformas expuestas en este discurso del 21 de mayo. El magisterio critica el énfasis del Gobierno en el uso de sistemas de evaluación y acusa poca preocupación en temas de fondo como la desigualdad del modelo educativo.
El discurso presidencial del 21 de mayo estuvo cargado de avisos en materia educacional, entre ellos, el perfeccionamiento de las pruebas SIMCE e INICIA y un fuerte llamado a aprobar el proyecto de Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación.
Ante esto, el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, lamentó que “los anuncios están en la lógica del mercado, es más de lo mismo, es insistir en un camino privatizador, fracasado, que ha creado una crisis de proporciones en la educación, además pone todo el acento en exigencia a la familia, a los alumnos y a los profesores, pero en cuanto a Estado es un rol tangencial y nada con asegurar el derecho a la educación”.
Gajardo también se mostró en desacuerdo con el emplazamiento del Presidente a la pronta aprobación de la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, proyecto que calificó de “una parte operativa del sistema y clave para profundizar la educación de mercado”.
Por otro lado, criticó el énfasis del Gobierno en la utilización de sistemas de evaluación que sólo exaltan las desigualdades como la prueba INICIA, que “será obligatoria y tendrá consecuencias”.
Para los profesores, vincular los resultados a las remuneraciones de los maestros perjudica directamente el sueldo de los profesionales más jóvenes, y agregó que estas reformas marcan la visión del Gobierno sobre la carrera profesional, al convertirla en una instancia competitiva, ligada a resultados y que beneficia a unos pocos.
Fuertes cambios tendrá también Simce, que se entregará a los apoderados junto a un mapa con los resultados de los colegios en cada comuna. El objetivo es que “los padres cuenten con más información y los colegios se pongan las pilas”, tal como lo explicó el Ministro Joaquín Lavín.
“Lo que nosotros queremos es que los papás conozcan esta información, la mediten, analicen el mapa de la comuna y tomen la mejor decisión para sus hijos, Queremos que las familias se involucren, sin las familias preocupadas nunca vamos a mejorar la calidad de la educación. Esta también es una señal para que lo otros colegios se pongan las pilas. Queremos que se genere esa urgencia en los colegios para mejorar la calidad de la educación”, dijo el ministro.
Al Simce también se le sumará una prueba de Inglés a partir de noviembre de este año, fecha en que además se rendirá un ensayo de la medición en Educación Física y, más adelante, se agregará una prueba sobre el uso de las tecnologías de la información.
Sin embargo, Jaime Gajardo señaló que este mecanismo no resolverá el problema de fondo, que es la calidad de la educación.
“Nosotros no estamos de acuerdo con el Simce porque es un instrumento que mide a todos por igual, debemos medir a los pares, pero no a realidades tan distantes como las que existen en el país. El Simce es una evaluación estandarizada, que no da cuenta de la realidad completa, tiene que ser una evaluación que mida contexto, proceso y resultados, tiene que ser una evaluación mucho más completa y no podemos elevarla a un rango de semidios que determina lo bueno y lo malo”, sostuvo el dirigente gremial.
La principal crítica de los docentes al nuevo sistema es que agudice los problemas de desigualdad ya existentes, puesto que los colegios bien evaluados recibirán más alumnos, lo que iría aislando a los colegios menos preparados hasta hacerlos desaparecer.
Finalmente, la Asociación Metropolitana de Padres y Apoderados, a través de su vocero Ismael Calderón, también mostró su rechazo a los anuncios manifestando su temor de que las medidas tiendan a privatizar la educación.
El discurso presidencial del 21 de mayo estuvo cargado de avisos en materia educacional, entre ellos, el perfeccionamiento de las pruebas SIMCE e INICIA y un fuerte llamado a aprobar el proyecto de Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación.
Ante esto, el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, lamentó que “los anuncios están en la lógica del mercado, es más de lo mismo, es insistir en un camino privatizador, fracasado, que ha creado una crisis de proporciones en la educación, además pone todo el acento en exigencia a la familia, a los alumnos y a los profesores, pero en cuanto a Estado es un rol tangencial y nada con asegurar el derecho a la educación”.
Gajardo también se mostró en desacuerdo con el emplazamiento del Presidente a la pronta aprobación de la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, proyecto que calificó de “una parte operativa del sistema y clave para profundizar la educación de mercado”.
Por otro lado, criticó el énfasis del Gobierno en la utilización de sistemas de evaluación que sólo exaltan las desigualdades como la prueba INICIA, que “será obligatoria y tendrá consecuencias”.
Para los profesores, vincular los resultados a las remuneraciones de los maestros perjudica directamente el sueldo de los profesionales más jóvenes, y agregó que estas reformas marcan la visión del Gobierno sobre la carrera profesional, al convertirla en una instancia competitiva, ligada a resultados y que beneficia a unos pocos.
Fuertes cambios tendrá también Simce, que se entregará a los apoderados junto a un mapa con los resultados de los colegios en cada comuna. El objetivo es que “los padres cuenten con más información y los colegios se pongan las pilas”, tal como lo explicó el Ministro Joaquín Lavín.
“Lo que nosotros queremos es que los papás conozcan esta información, la mediten, analicen el mapa de la comuna y tomen la mejor decisión para sus hijos, Queremos que las familias se involucren, sin las familias preocupadas nunca vamos a mejorar la calidad de la educación. Esta también es una señal para que lo otros colegios se pongan las pilas. Queremos que se genere esa urgencia en los colegios para mejorar la calidad de la educación”, dijo el ministro.
Al Simce también se le sumará una prueba de Inglés a partir de noviembre de este año, fecha en que además se rendirá un ensayo de la medición en Educación Física y, más adelante, se agregará una prueba sobre el uso de las tecnologías de la información.
Sin embargo, Jaime Gajardo señaló que este mecanismo no resolverá el problema de fondo, que es la calidad de la educación.
“Nosotros no estamos de acuerdo con el Simce porque es un instrumento que mide a todos por igual, debemos medir a los pares, pero no a realidades tan distantes como las que existen en el país. El Simce es una evaluación estandarizada, que no da cuenta de la realidad completa, tiene que ser una evaluación que mida contexto, proceso y resultados, tiene que ser una evaluación mucho más completa y no podemos elevarla a un rango de semidios que determina lo bueno y lo malo”, sostuvo el dirigente gremial.
La principal crítica de los docentes al nuevo sistema es que agudice los problemas de desigualdad ya existentes, puesto que los colegios bien evaluados recibirán más alumnos, lo que iría aislando a los colegios menos preparados hasta hacerlos desaparecer.
Finalmente, la Asociación Metropolitana de Padres y Apoderados, a través de su vocero Ismael Calderón, también mostró su rechazo a los anuncios manifestando su temor de que las medidas tiendan a privatizar la educación.
Colegio de Profesores: “Anuncios presidenciales buscan privatizar más la educación”
El gremio de los docentes reaccionó ante las reformas expuestas en este discurso del 21 de mayo. El magisterio critica el énfasis del Gobierno en el uso de sistemas de evaluación y acusa poca preocupación en temas de fondo como la desigualdad del modelo educativo.
El discurso presidencial del 21 de mayo estuvo cargado de avisos en materia educacional, entre ellos, el perfeccionamiento de las pruebas SIMCE e INICIA y un fuerte llamado a aprobar el proyecto de Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación.
Ante esto, el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, lamentó que “los anuncios están en la lógica del mercado, es más de lo mismo, es insistir en un camino privatizador, fracasado, que ha creado una crisis de proporciones en la educación, además pone todo el acento en exigencia a la familia, a los alumnos y a los profesores, pero en cuanto a Estado es un rol tangencial y nada con asegurar el derecho a la educación”.
Gajardo también se mostró en desacuerdo con el emplazamiento del Presidente a la pronta aprobación de la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, proyecto que calificó de “una parte operativa del sistema y clave para profundizar la educación de mercado”.
Por otro lado, criticó el énfasis del Gobierno en la utilización de sistemas de evaluación que sólo exaltan las desigualdades como la prueba INICIA, que “será obligatoria y tendrá consecuencias”.
Para los profesores, vincular los resultados a las remuneraciones de los maestros perjudica directamente el sueldo de los profesionales más jóvenes, y agregó que estas reformas marcan la visión del Gobierno sobre la carrera profesional, al convertirla en una instancia competitiva, ligada a resultados y que beneficia a unos pocos.
Fuertes cambios tendrá también Simce, que se entregará a los apoderados junto a un mapa con los resultados de los colegios en cada comuna. El objetivo es que “los padres cuenten con más información y los colegios se pongan las pilas”, tal como lo explicó el Ministro Joaquín Lavín.
“Lo que nosotros queremos es que los papás conozcan esta información, la mediten, analicen el mapa de la comuna y tomen la mejor decisión para sus hijos, Queremos que las familias se involucren, sin las familias preocupadas nunca vamos a mejorar la calidad de la educación. Esta también es una señal para que lo otros colegios se pongan las pilas. Queremos que se genere esa urgencia en los colegios para mejorar la calidad de la educación”, dijo el ministro.
Al Simce también se le sumará una prueba de Inglés a partir de noviembre de este año, fecha en que además se rendirá un ensayo de la medición en Educación Física y, más adelante, se agregará una prueba sobre el uso de las tecnologías de la información.
Sin embargo, Jaime Gajardo señaló que este mecanismo no resolverá el problema de fondo, que es la calidad de la educación.
“Nosotros no estamos de acuerdo con el Simce porque es un instrumento que mide a todos por igual, debemos medir a los pares, pero no a realidades tan distantes como las que existen en el país. El Simce es una evaluación estandarizada, que no da cuenta de la realidad completa, tiene que ser una evaluación que mida contexto, proceso y resultados, tiene que ser una evaluación mucho más completa y no podemos elevarla a un rango de semidios que determina lo bueno y lo malo”, sostuvo el dirigente gremial.
La principal crítica de los docentes al nuevo sistema es que agudice los problemas de desigualdad ya existentes, puesto que los colegios bien evaluados recibirán más alumnos, lo que iría aislando a los colegios menos preparados hasta hacerlos desaparecer.
Finalmente, la Asociación Metropolitana de Padres y Apoderados, a través de su vocero Ismael Calderón, también mostró su rechazo a los anuncios manifestando su temor de que las medidas tiendan a privatizar la educación.
El discurso presidencial del 21 de mayo estuvo cargado de avisos en materia educacional, entre ellos, el perfeccionamiento de las pruebas SIMCE e INICIA y un fuerte llamado a aprobar el proyecto de Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación.
Ante esto, el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, lamentó que “los anuncios están en la lógica del mercado, es más de lo mismo, es insistir en un camino privatizador, fracasado, que ha creado una crisis de proporciones en la educación, además pone todo el acento en exigencia a la familia, a los alumnos y a los profesores, pero en cuanto a Estado es un rol tangencial y nada con asegurar el derecho a la educación”.
Gajardo también se mostró en desacuerdo con el emplazamiento del Presidente a la pronta aprobación de la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, proyecto que calificó de “una parte operativa del sistema y clave para profundizar la educación de mercado”.
Por otro lado, criticó el énfasis del Gobierno en la utilización de sistemas de evaluación que sólo exaltan las desigualdades como la prueba INICIA, que “será obligatoria y tendrá consecuencias”.
Para los profesores, vincular los resultados a las remuneraciones de los maestros perjudica directamente el sueldo de los profesionales más jóvenes, y agregó que estas reformas marcan la visión del Gobierno sobre la carrera profesional, al convertirla en una instancia competitiva, ligada a resultados y que beneficia a unos pocos.
Fuertes cambios tendrá también Simce, que se entregará a los apoderados junto a un mapa con los resultados de los colegios en cada comuna. El objetivo es que “los padres cuenten con más información y los colegios se pongan las pilas”, tal como lo explicó el Ministro Joaquín Lavín.
“Lo que nosotros queremos es que los papás conozcan esta información, la mediten, analicen el mapa de la comuna y tomen la mejor decisión para sus hijos, Queremos que las familias se involucren, sin las familias preocupadas nunca vamos a mejorar la calidad de la educación. Esta también es una señal para que lo otros colegios se pongan las pilas. Queremos que se genere esa urgencia en los colegios para mejorar la calidad de la educación”, dijo el ministro.
Al Simce también se le sumará una prueba de Inglés a partir de noviembre de este año, fecha en que además se rendirá un ensayo de la medición en Educación Física y, más adelante, se agregará una prueba sobre el uso de las tecnologías de la información.
Sin embargo, Jaime Gajardo señaló que este mecanismo no resolverá el problema de fondo, que es la calidad de la educación.
“Nosotros no estamos de acuerdo con el Simce porque es un instrumento que mide a todos por igual, debemos medir a los pares, pero no a realidades tan distantes como las que existen en el país. El Simce es una evaluación estandarizada, que no da cuenta de la realidad completa, tiene que ser una evaluación que mida contexto, proceso y resultados, tiene que ser una evaluación mucho más completa y no podemos elevarla a un rango de semidios que determina lo bueno y lo malo”, sostuvo el dirigente gremial.
La principal crítica de los docentes al nuevo sistema es que agudice los problemas de desigualdad ya existentes, puesto que los colegios bien evaluados recibirán más alumnos, lo que iría aislando a los colegios menos preparados hasta hacerlos desaparecer.
Finalmente, la Asociación Metropolitana de Padres y Apoderados, a través de su vocero Ismael Calderón, también mostró su rechazo a los anuncios manifestando su temor de que las medidas tiendan a privatizar la educación.
Colegio de Profesores: “Anuncios presidenciales buscan privatizar más la educación”
El gremio de los docentes reaccionó ante las reformas expuestas en este discurso del 21 de mayo. El magisterio critica el énfasis del Gobierno en el uso de sistemas de evaluación y acusa poca preocupación en temas de fondo como la desigualdad del modelo educativo.
El discurso presidencial del 21 de mayo estuvo cargado de avisos en materia educacional, entre ellos, el perfeccionamiento de las pruebas SIMCE e INICIA y un fuerte llamado a aprobar el proyecto de Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación.
Ante esto, el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, lamentó que “los anuncios están en la lógica del mercado, es más de lo mismo, es insistir en un camino privatizador, fracasado, que ha creado una crisis de proporciones en la educación, además pone todo el acento en exigencia a la familia, a los alumnos y a los profesores, pero en cuanto a Estado es un rol tangencial y nada con asegurar el derecho a la educación”.
Gajardo también se mostró en desacuerdo con el emplazamiento del Presidente a la pronta aprobación de la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, proyecto que calificó de “una parte operativa del sistema y clave para profundizar la educación de mercado”.
Por otro lado, criticó el énfasis del Gobierno en la utilización de sistemas de evaluación que sólo exaltan las desigualdades como la prueba INICIA, que “será obligatoria y tendrá consecuencias”.
Para los profesores, vincular los resultados a las remuneraciones de los maestros perjudica directamente el sueldo de los profesionales más jóvenes, y agregó que estas reformas marcan la visión del Gobierno sobre la carrera profesional, al convertirla en una instancia competitiva, ligada a resultados y que beneficia a unos pocos.
Fuertes cambios tendrá también Simce, que se entregará a los apoderados junto a un mapa con los resultados de los colegios en cada comuna. El objetivo es que “los padres cuenten con más información y los colegios se pongan las pilas”, tal como lo explicó el Ministro Joaquín Lavín.
“Lo que nosotros queremos es que los papás conozcan esta información, la mediten, analicen el mapa de la comuna y tomen la mejor decisión para sus hijos, Queremos que las familias se involucren, sin las familias preocupadas nunca vamos a mejorar la calidad de la educación. Esta también es una señal para que lo otros colegios se pongan las pilas. Queremos que se genere esa urgencia en los colegios para mejorar la calidad de la educación”, dijo el ministro.
Al Simce también se le sumará una prueba de Inglés a partir de noviembre de este año, fecha en que además se rendirá un ensayo de la medición en Educación Física y, más adelante, se agregará una prueba sobre el uso de las tecnologías de la información.
Sin embargo, Jaime Gajardo señaló que este mecanismo no resolverá el problema de fondo, que es la calidad de la educación.
“Nosotros no estamos de acuerdo con el Simce porque es un instrumento que mide a todos por igual, debemos medir a los pares, pero no a realidades tan distantes como las que existen en el país. El Simce es una evaluación estandarizada, que no da cuenta de la realidad completa, tiene que ser una evaluación que mida contexto, proceso y resultados, tiene que ser una evaluación mucho más completa y no podemos elevarla a un rango de semidios que determina lo bueno y lo malo”, sostuvo el dirigente gremial.
La principal crítica de los docentes al nuevo sistema es que agudice los problemas de desigualdad ya existentes, puesto que los colegios bien evaluados recibirán más alumnos, lo que iría aislando a los colegios menos preparados hasta hacerlos desaparecer.
Finalmente, la Asociación Metropolitana de Padres y Apoderados, a través de su vocero Ismael Calderón, también mostró su rechazo a los anuncios manifestando su temor de que las medidas tiendan a privatizar la educación.
