Las medidas anunciadas por el Presidente Sebastián Piñera durante el discurso del 21 de mayo en el Congreso generaron reacciones, especialmente en el sector salud, ya que para algunos sectores son la evidencia de los planes de privatización del nuevo gobierno.
Piñera dio a conocer que este año se implementará un Bono Automático AUGE con el que cualquier paciente podrá recurrir a la red privada de salud con dineros provenientes del fisco.
Juan Muñoz, dirigente de la Confederación de Funcionarios de la Salud (Confusam), indicó que las palabras del mandatario dejan claro que la salud pasará a manos del mundo privado. “Sebastián Piñera fue más que claro en señalar que la salud va para el mundo privado, primero por el bono auge, la plata del estado se va ir a las clínicas privadas, además que tanto los hospitales como los consultorios van a ser concesionados en su administración y gestión”, indicó.
En ese sentido, Juan Muñoz aseguró que todos los gremios de la salud responderán con firmeza a estas aspiraciones privatizadoras del gobierno, luchando por que la salud se mantenga en el ámbito de lo público.
“Vamos a seguir junto a los restantes gremios de la salud, luchando porque la salud siga en el ámbito de lo público, independiente que Piñera quiera privatizarlo y que la Confusam esté prácticamente quebrada, vamos a hacer los esfuerzos habidos por haber. El terremoto le vino como anillo al dedo al gobierno de derecha”, señaló el dirigente.
Una iniciativa que encontró gran acogida entre los parlamentarios pertenecientes a la Alianza por Chile, pero no así en la Concertación.
Marco Antonio Núñez, diputado PPD e integrante de la comisión de Salud de la Cámara, aseguró que estos anuncios significan un cambio profundo en la naturaleza de la salud pública y que el terremoto fue una excusa para la privatización.
“La concesión hospitalaria debe revisarse, porque lo que se está anunciándose es un cambio profundo en la naturaleza del hospital público y es un avance a la privatización, aprovechándose del terremoto” , acusó Leal.
Por otra parte, una de las medidas más aclamadas por los diferentes sectores políticos es la eliminación gradual del 7 por ciento que cotizan en salud los jubilados. Sin embargo, el ministro de Salud, Jaime Mañalich anunció que la iniciativa no será universal, sino que se determinará a través de una distinción socioeconómica de los beneficiados.
“La primera concentración que va a tener ese beneficio es entre los pensionados más pobres y los que gastan más en salud. No me atrevería a adelantar a que la reducción o el cese de la cotización del 7 por ciento va a ser universal y va a beneficiar a los adultos mayores que tienen un ingreso más que razonable”, afirmó Mañalich.
El secretario de Estado señaló que de pasar la aprobación en el Congreso Nacional, este proyecto se aplicará el año 2011, beneficiando a los adultos mayores más pobres del país en primera instancia.
Las medidas anunciadas por el Presidente Sebastián Piñera durante el discurso del 21 de mayo en el Congreso generaron reacciones, especialmente en el sector salud, ya que para algunos sectores son la evidencia de los planes de privatización del nuevo gobierno.
Piñera dio a conocer que este año se implementará un Bono Automático AUGE con el que cualquier paciente podrá recurrir a la red privada de salud con dineros provenientes del fisco.
Juan Muñoz, dirigente de la Confederación de Funcionarios de la Salud (Confusam), indicó que las palabras del mandatario dejan claro que la salud pasará a manos del mundo privado. “Sebastián Piñera fue más que claro en señalar que la salud va para el mundo privado, primero por el bono auge, la plata del estado se va ir a las clínicas privadas, además que tanto los hospitales como los consultorios van a ser concesionados en su administración y gestión”, indicó.
En ese sentido, Juan Muñoz aseguró que todos los gremios de la salud responderán con firmeza a estas aspiraciones privatizadoras del gobierno, luchando por que la salud se mantenga en el ámbito de lo público.
“Vamos a seguir junto a los restantes gremios de la salud, luchando porque la salud siga en el ámbito de lo público, independiente que Piñera quiera privatizarlo y que la Confusam esté prácticamente quebrada, vamos a hacer los esfuerzos habidos por haber. El terremoto le vino como anillo al dedo al gobierno de derecha”, señaló el dirigente.
Una iniciativa que encontró gran acogida entre los parlamentarios pertenecientes a la Alianza por Chile, pero no así en la Concertación.
Marco Antonio Núñez, diputado PPD e integrante de la comisión de Salud de la Cámara, aseguró que estos anuncios significan un cambio profundo en la naturaleza de la salud pública y que el terremoto fue una excusa para la privatización.
“La concesión hospitalaria debe revisarse, porque lo que se está anunciándose es un cambio profundo en la naturaleza del hospital público y es un avance a la privatización, aprovechándose del terremoto” , acusó Leal.
Por otra parte, una de las medidas más aclamadas por los diferentes sectores políticos es la eliminación gradual del 7 por ciento que cotizan en salud los jubilados. Sin embargo, el ministro de Salud, Jaime Mañalich anunció que la iniciativa no será universal, sino que se determinará a través de una distinción socioeconómica de los beneficiados.
“La primera concentración que va a tener ese beneficio es entre los pensionados más pobres y los que gastan más en salud. No me atrevería a adelantar a que la reducción o el cese de la cotización del 7 por ciento va a ser universal y va a beneficiar a los adultos mayores que tienen un ingreso más que razonable”, afirmó Mañalich.
El secretario de Estado señaló que de pasar la aprobación en el Congreso Nacional, este proyecto se aplicará el año 2011, beneficiando a los adultos mayores más pobres del país en primera instancia.
Las medidas anunciadas por el Presidente Sebastián Piñera durante el discurso del 21 de mayo en el Congreso generaron reacciones, especialmente en el sector salud, ya que para algunos sectores son la evidencia de los planes de privatización del nuevo gobierno.
Piñera dio a conocer que este año se implementará un Bono Automático AUGE con el que cualquier paciente podrá recurrir a la red privada de salud con dineros provenientes del fisco.
Juan Muñoz, dirigente de la Confederación de Funcionarios de la Salud (Confusam), indicó que las palabras del mandatario dejan claro que la salud pasará a manos del mundo privado. “Sebastián Piñera fue más que claro en señalar que la salud va para el mundo privado, primero por el bono auge, la plata del estado se va ir a las clínicas privadas, además que tanto los hospitales como los consultorios van a ser concesionados en su administración y gestión”, indicó.
En ese sentido, Juan Muñoz aseguró que todos los gremios de la salud responderán con firmeza a estas aspiraciones privatizadoras del gobierno, luchando por que la salud se mantenga en el ámbito de lo público.
“Vamos a seguir junto a los restantes gremios de la salud, luchando porque la salud siga en el ámbito de lo público, independiente que Piñera quiera privatizarlo y que la Confusam esté prácticamente quebrada, vamos a hacer los esfuerzos habidos por haber. El terremoto le vino como anillo al dedo al gobierno de derecha”, señaló el dirigente.
Una iniciativa que encontró gran acogida entre los parlamentarios pertenecientes a la Alianza por Chile, pero no así en la Concertación.
Marco Antonio Núñez, diputado PPD e integrante de la comisión de Salud de la Cámara, aseguró que estos anuncios significan un cambio profundo en la naturaleza de la salud pública y que el terremoto fue una excusa para la privatización.
“La concesión hospitalaria debe revisarse, porque lo que se está anunciándose es un cambio profundo en la naturaleza del hospital público y es un avance a la privatización, aprovechándose del terremoto” , acusó Leal.
Por otra parte, una de las medidas más aclamadas por los diferentes sectores políticos es la eliminación gradual del 7 por ciento que cotizan en salud los jubilados. Sin embargo, el ministro de Salud, Jaime Mañalich anunció que la iniciativa no será universal, sino que se determinará a través de una distinción socioeconómica de los beneficiados.
“La primera concentración que va a tener ese beneficio es entre los pensionados más pobres y los que gastan más en salud. No me atrevería a adelantar a que la reducción o el cese de la cotización del 7 por ciento va a ser universal y va a beneficiar a los adultos mayores que tienen un ingreso más que razonable”, afirmó Mañalich.
El secretario de Estado señaló que de pasar la aprobación en el Congreso Nacional, este proyecto se aplicará el año 2011, beneficiando a los adultos mayores más pobres del país en primera instancia.
