Como consecuencia de los requerimientos derivados del terremoto, del programa de gobierno y de los gastos heredados de la administración anterior, el gobierno proyectó para este año una expansión adicional del presupuesto fiscal.
En la Ley de Presupuestos aprobada en octubre de 2009 el gasto crecía sólo 4,3 por ciento. Sin embargo, este año el gasto público llegará a un 9 por ciento lo que equivale a casi 47 mil millones de dólares.
Pese a este ajuste, de todos modos el desembolso fiscal crecería la mitad de lo que lo hizo en 2009, cuando avanzó 18,2 por ciento para hacer frente a la crisis económica.
La Dirección de Presupuestos precisó que 2,5 puntos del alza corresponden al plan de reconstrucción y 1,9 a la actualización de proyecciones y al programa de gobierno.
Respecto del presupuesto nacional del próximo año, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, afirmó que, de acuerdo a los ejercicios de exploración, el gasto fiscal debería crecer a una tasa menos elevada que la de 2010 y anticipó que ya se está previendo el cierre de algunos programas sociales que sean mal evaluados.
“Hay un presupuesto base que es el de los gastos comprometidos, el resto está sujeto a revisión y pensamos que hay programas que vamos a poder mejorar, recursos que vamos a poder reasignar, pero no para disminuir las prestaciones, sino para mejorarlas. Terminar programas en caso de que sea mal evaluado, no es una cosa impensable”, indicó Larraín.
Hacienda proyectó para 2010 un crecimiento económico de 4,5 por ciento, medio punto porcentual por debajo de lo previsto anteriormente. La demanda interna, sin embargo, saltó desde 6,9 por ciento a 12 por ciento.
Asimismo, detalló que las arcas fiscales se verán favorecidas por un mejor escenario de ingresos que se prevé serán 3,1 por ciento superiores a los estimados en la Ley de Presupuestos, y 23,7 por ciento mejores que los de 2009.
Pese a este escenario más auspicioso, se confirmó un escenario de déficit estructural para este año de 1,6 por ciento.
Como consecuencia de los requerimientos derivados del terremoto, del programa de gobierno y de los gastos heredados de la administración anterior, el gobierno proyectó para este año una expansión adicional del presupuesto fiscal.
En la Ley de Presupuestos aprobada en octubre de 2009 el gasto crecía sólo 4,3 por ciento. Sin embargo, este año el gasto público llegará a un 9 por ciento lo que equivale a casi 47 mil millones de dólares.
Pese a este ajuste, de todos modos el desembolso fiscal crecería la mitad de lo que lo hizo en 2009, cuando avanzó 18,2 por ciento para hacer frente a la crisis económica.
La Dirección de Presupuestos precisó que 2,5 puntos del alza corresponden al plan de reconstrucción y 1,9 a la actualización de proyecciones y al programa de gobierno.
Respecto del presupuesto nacional del próximo año, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, afirmó que, de acuerdo a los ejercicios de exploración, el gasto fiscal debería crecer a una tasa menos elevada que la de 2010 y anticipó que ya se está previendo el cierre de algunos programas sociales que sean mal evaluados.
“Hay un presupuesto base que es el de los gastos comprometidos, el resto está sujeto a revisión y pensamos que hay programas que vamos a poder mejorar, recursos que vamos a poder reasignar, pero no para disminuir las prestaciones, sino para mejorarlas. Terminar programas en caso de que sea mal evaluado, no es una cosa impensable”, indicó Larraín.
Hacienda proyectó para 2010 un crecimiento económico de 4,5 por ciento, medio punto porcentual por debajo de lo previsto anteriormente. La demanda interna, sin embargo, saltó desde 6,9 por ciento a 12 por ciento.
Asimismo, detalló que las arcas fiscales se verán favorecidas por un mejor escenario de ingresos que se prevé serán 3,1 por ciento superiores a los estimados en la Ley de Presupuestos, y 23,7 por ciento mejores que los de 2009.
Pese a este escenario más auspicioso, se confirmó un escenario de déficit estructural para este año de 1,6 por ciento.
Como consecuencia de los requerimientos derivados del terremoto, del programa de gobierno y de los gastos heredados de la administración anterior, el gobierno proyectó para este año una expansión adicional del presupuesto fiscal.
En la Ley de Presupuestos aprobada en octubre de 2009 el gasto crecía sólo 4,3 por ciento. Sin embargo, este año el gasto público llegará a un 9 por ciento lo que equivale a casi 47 mil millones de dólares.
Pese a este ajuste, de todos modos el desembolso fiscal crecería la mitad de lo que lo hizo en 2009, cuando avanzó 18,2 por ciento para hacer frente a la crisis económica.
La Dirección de Presupuestos precisó que 2,5 puntos del alza corresponden al plan de reconstrucción y 1,9 a la actualización de proyecciones y al programa de gobierno.
Respecto del presupuesto nacional del próximo año, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, afirmó que, de acuerdo a los ejercicios de exploración, el gasto fiscal debería crecer a una tasa menos elevada que la de 2010 y anticipó que ya se está previendo el cierre de algunos programas sociales que sean mal evaluados.
“Hay un presupuesto base que es el de los gastos comprometidos, el resto está sujeto a revisión y pensamos que hay programas que vamos a poder mejorar, recursos que vamos a poder reasignar, pero no para disminuir las prestaciones, sino para mejorarlas. Terminar programas en caso de que sea mal evaluado, no es una cosa impensable”, indicó Larraín.
Hacienda proyectó para 2010 un crecimiento económico de 4,5 por ciento, medio punto porcentual por debajo de lo previsto anteriormente. La demanda interna, sin embargo, saltó desde 6,9 por ciento a 12 por ciento.
Asimismo, detalló que las arcas fiscales se verán favorecidas por un mejor escenario de ingresos que se prevé serán 3,1 por ciento superiores a los estimados en la Ley de Presupuestos, y 23,7 por ciento mejores que los de 2009.
Pese a este escenario más auspicioso, se confirmó un escenario de déficit estructural para este año de 1,6 por ciento.
