Extensión del post natal:
Los seis meses que complican al Gobierno
La extensión del post natal a seis meses es una iniciativa largamente esperada por las mujeres de nuestro país. Aunque los médicos señalan que el período es el ideal para el desarrollo óptimo de una guagua y los expertos afirman que traería numerosos beneficios económicos y laborales, el Gobierno estaría preparando una propuesta que sólo contempla cuatro meses y medio de ampliación, contradiciendo las promesas de campaña y las propias palabras de Sebastián Piñera en el discurso del 21 de mayo.
Miércoles 7 de julio 2010 17:12 hrs.
Fue uno de los estandartes de las últimas campañas presidenciales y uno de los anuncios estelares en la primera cuenta pública de Sebastián Piñera durante el 21 de mayo pasado. Sin embargo, la extensión del post natal a seis meses es más que una propuesta para conquistar votos o ampliar la popularidad de un gobierno en el sector femenino.
A la iniciativa planteada por la diputada DC Carolina Goic, el 2009, y siete años antes por el senador Mariano Ruiz Esquide, hoy se suma la comisión “Trabajo, Mujer y Maternidad”, liderada por el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) y propiciada por el gobierno de Sebastián Piñera.
La mesa multidisciplinaria tiene como plazo el 30 de julio para entregar una propuesta que modernice la legislación laboral, luego de recabar posturas de diversos sectores de la sociedad civil. Una de ellas será la iniciativa para extender el beneficio maternal, que aún está en “veremos” y contaría con el apoyo de todas las bancadas.
La reinserción laboral para las madres trabajadoras, no sólo implica la precoz sustitución del amamantamiento, sino también la ruptura del apego materno a los tres meses, pese a que, según varios estudios y expertos en neonatología, la edad ideal para iniciar este proceso es a los seis meses. Según la propia Organización Mundial de la Salud la lactancia materna es la mejor forma de alimentación para el bebé durante los primeros seis meses de vida, aportando todo lo necesario para desarrollarse de manera óptima, además de otros beneficios a largo y corto plazo para madre e hijo.
No obstante, son las características del proyecto que podría presentar el Ejecutivo lo que ha levantado polémica, teniendo de por medio a la ministra del Sernam, Carolina Schmidt, quien comparó la extensión del post natal con un recreo. De hecho, la diputada Goic, integrante de la comisión, ya alertó que de acuerdo a lo conversado en la mesa se estaría sentando la base para una ampliación a cuatro meses y además flexible, contraviniendo lo dicho por el mismo Presidente.
Previendo esta situación, la bancada DC presentó un proyecto de acuerdo que aconseja el post natal de seis meses manteniendo inalterado el pre natal. El texto, que fue aprobado en la Cámara de Diputados, también emplaza al Ejecutivo a “cumplir con lo propuesto en el programa de Gobierno”. Un precedente que, además, busca presionar para ampliar el beneficio maternal.
La presidenta del movimiento ciudadano “Por una extensión de seis meses”, Carmen Gloria García, señaló que cuando expusieron ante el panel de expertos, lo hicieron para rechazar el trabajo de dicha comisión, pues “si ellos ya tienen resuelto que el tema es un post natal flexible, de cuatro meses y medio y no los seis meses que los expertos en infancia tratan de promover, nos parece incoherente que se realice un proceso que finalmente es una pérdida de tiempo”, indicó.
Por otra parte, el tema de la flexibilización, que contempla el traspaso de días desde el pre natal al post natal de acuerdo a lo que disponga la madre, también provoca el rechazo de los impulsores de la iniciativa. Incluso, el vicepresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, doctor Francisco Moraga, advirtió que, desde la perspectiva médica, ambos procesos no pueden ser transables, ya que cada uno tiene objetivos distintos para el cuidado y protección de madre e hijo.
“La lógica de acortar el pre natal porque la mamá se siente bien, no es un argumento, pues este período es para asegurar un micro ambiente fetal óptimo para que se desarrolle y llegue a término de la mejor manera. Son cosas que no se pueden mezclar, tienen objetivos y propósitos diferentes. Desde el punto de vista médico no tiene ninguna razón de ser juntar ambos beneficios”.
Pese a que una extensión del post natal traería numerosos réditos económicos, como la disminución en gastos médicos, compra de leche y sala cuna; además de mejorar la reinserción al trabajo de la mujer luego del nacimiento de un hijo, traducido en menor ausentismo y mayor productividad, se ha discutido largamente sobre los efectos que podría tener en el empleo femenino, aumentando la discriminación laboral hacia las mujeres.
En este sentido, la senadora RN Lily Pérez apeló a que el Gobierno no debiera realizar leyes populistas y propuso una extensión voluntaria, afirmando que “una mujer con un post natal de seis meses, al volver ya no tendrá trabajo”.
A juicio de la abogada del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, Lidia Casas, efectivamente un grupo de mujeres, generalmente de estratos socioeconómicos más altos, no están de acuerdo con la medida o abogan para sea voluntaria. “Tienen buenas remuneraciones y tienen resuelto el tema del cuidado, porque lo han tercerizado en otras mujeres, pero esa mujer a quien yo contrato no necesariamente está en condiciones de que alguien le pueda cuidar su hijo. La idea resuelve temas de cuidado infantil vitales para las mujeres que trabajan, cuando el tema de cuidado a temprana edad en el país no está resuelto”, indicó.
Por lo demás, Casas afirma que suele ocurrir que para todas las legislaciones que aseguran derechos para la mujeres “siempre se usa como contrargumento que van a subir los niveles de discriminación”, tal como pasó con la Ley de Acoso Sexual, cuestión que finalmente no sucedió. En este caso, afirma la abogada, es cuando la legislación debe asegurar que el empleador que no respete la normativa recibirá fuertes sanciones, sobre todo considerando la implementación de la nueva justicia laboral.
Pero el tema no termina allí. La creación de un proyecto que amplíe el post natal deberá resolver si entregar el beneficio a las mujeres que no se encuentran contratadas, las que justamente son quienes más lo necesitan. Asimismo, determinar qué sucederá con las licencias por enfermedades de menores de un año, de las que actualmente se abusa por la insuficiencia de los tres meses de la normativa actual. Una discusión que va más allá de la modificación de una legislación y que tiene que ver con políticas de Estado en relación al cuidado infantil, condiciones laborales y discriminación de género. Un debate más allá de promesas presidenciales.
Fue uno de los estandartes de las últimas campañas presidenciales y uno de los anuncios estelares en la primera cuenta pública de Sebastián Piñera durante el 21 de mayo pasado. Sin embargo, la extensión del post natal a seis meses es más que una propuesta para conquistar votos o ampliar la popularidad de un gobierno en el sector femenino.
A la iniciativa planteada por la diputada DC Carolina Goic, el 2009, y siete años antes por el senador Mariano Ruiz Esquide, hoy se suma la comisión “Trabajo, Mujer y Maternidad”, liderada por el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) y propiciada por el gobierno de Sebastián Piñera.
La mesa multidisciplinaria tiene como plazo el 30 de julio para entregar una propuesta que modernice la legislación laboral, luego de recabar posturas de diversos sectores de la sociedad civil. Una de ellas será la iniciativa para extender el beneficio maternal, que aún está en “veremos” y contaría con el apoyo de todas las bancadas.
La reinserción laboral para las madres trabajadoras, no sólo implica la precoz sustitución del amamantamiento, sino también la ruptura del apego materno a los tres meses, pese a que, según varios estudios y expertos en neonatología, la edad ideal para iniciar este proceso es a los seis meses. Según la propia Organización Mundial de la Salud la lactancia materna es la mejor forma de alimentación para el bebé durante los primeros seis meses de vida, aportando todo lo necesario para desarrollarse de manera óptima, además de otros beneficios a largo y corto plazo para madre e hijo.
No obstante, son las características del proyecto que podría presentar el Ejecutivo lo que ha levantado polémica, teniendo de por medio a la ministra del Sernam, Carolina Schmidt, quien comparó la extensión del post natal con un recreo. De hecho, la diputada Goic, integrante de la comisión, ya alertó que de acuerdo a lo conversado en la mesa se estaría sentando la base para una ampliación a cuatro meses y además flexible, contraviniendo lo dicho por el mismo Presidente.
Previendo esta situación, la bancada DC presentó un proyecto de acuerdo que aconseja el post natal de seis meses manteniendo inalterado el pre natal. El texto, que fue aprobado en la Cámara de Diputados, también emplaza al Ejecutivo a “cumplir con lo propuesto en el programa de Gobierno”. Un precedente que, además, busca presionar para ampliar el beneficio maternal.
La presidenta del movimiento ciudadano “Por una extensión de seis meses”, Carmen Gloria García, señaló que cuando expusieron ante el panel de expertos, lo hicieron para rechazar el trabajo de dicha comisión, pues “si ellos ya tienen resuelto que el tema es un post natal flexible, de cuatro meses y medio y no los seis meses que los expertos en infancia tratan de promover, nos parece incoherente que se realice un proceso que finalmente es una pérdida de tiempo”, indicó.
Por otra parte, el tema de la flexibilización, que contempla el traspaso de días desde el pre natal al post natal de acuerdo a lo que disponga la madre, también provoca el rechazo de los impulsores de la iniciativa. Incluso, el vicepresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, doctor Francisco Moraga, advirtió que, desde la perspectiva médica, ambos procesos no pueden ser transables, ya que cada uno tiene objetivos distintos para el cuidado y protección de madre e hijo.
“La lógica de acortar el pre natal porque la mamá se siente bien, no es un argumento, pues este período es para asegurar un micro ambiente fetal óptimo para que se desarrolle y llegue a término de la mejor manera. Son cosas que no se pueden mezclar, tienen objetivos y propósitos diferentes. Desde el punto de vista médico no tiene ninguna razón de ser juntar ambos beneficios”.
Pese a que una extensión del post natal traería numerosos réditos económicos, como la disminución en gastos médicos, compra de leche y sala cuna; además de mejorar la reinserción al trabajo de la mujer luego del nacimiento de un hijo, traducido en menor ausentismo y mayor productividad, se ha discutido largamente sobre los efectos que podría tener en el empleo femenino, aumentando la discriminación laboral hacia las mujeres.
En este sentido, la senadora RN Lily Pérez apeló a que el Gobierno no debiera realizar leyes populistas y propuso una extensión voluntaria, afirmando que “una mujer con un post natal de seis meses, al volver ya no tendrá trabajo”.
A juicio de la abogada del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, Lidia Casas, efectivamente un grupo de mujeres, generalmente de estratos socioeconómicos más altos, no están de acuerdo con la medida o abogan para sea voluntaria. “Tienen buenas remuneraciones y tienen resuelto el tema del cuidado, porque lo han tercerizado en otras mujeres, pero esa mujer a quien yo contrato no necesariamente está en condiciones de que alguien le pueda cuidar su hijo. La idea resuelve temas de cuidado infantil vitales para las mujeres que trabajan, cuando el tema de cuidado a temprana edad en el país no está resuelto”, indicó.
Por lo demás, Casas afirma que suele ocurrir que para todas las legislaciones que aseguran derechos para la mujeres “siempre se usa como contrargumento que van a subir los niveles de discriminación”, tal como pasó con la Ley de Acoso Sexual, cuestión que finalmente no sucedió. En este caso, afirma la abogada, es cuando la legislación debe asegurar que el empleador que no respete la normativa recibirá fuertes sanciones, sobre todo considerando la implementación de la nueva justicia laboral.
Pero el tema no termina allí. La creación de un proyecto que amplíe el post natal deberá resolver si entregar el beneficio a las mujeres que no se encuentran contratadas, las que justamente son quienes más lo necesitan. Asimismo, determinar qué sucederá con las licencias por enfermedades de menores de un año, de las que actualmente se abusa por la insuficiencia de los tres meses de la normativa actual. Una discusión que va más allá de la modificación de una legislación y que tiene que ver con políticas de Estado en relación al cuidado infantil, condiciones laborales y discriminación de género. Un debate más allá de promesas presidenciales.
Fue uno de los estandartes de las últimas campañas presidenciales y uno de los anuncios estelares en la primera cuenta pública de Sebastián Piñera durante el 21 de mayo pasado. Sin embargo, la extensión del post natal a seis meses es más que una propuesta para conquistar votos o ampliar la popularidad de un gobierno en el sector femenino.
A la iniciativa planteada por la diputada DC Carolina Goic, el 2009, y siete años antes por el senador Mariano Ruiz Esquide, hoy se suma la comisión “Trabajo, Mujer y Maternidad”, liderada por el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) y propiciada por el gobierno de Sebastián Piñera.
La mesa multidisciplinaria tiene como plazo el 30 de julio para entregar una propuesta que modernice la legislación laboral, luego de recabar posturas de diversos sectores de la sociedad civil. Una de ellas será la iniciativa para extender el beneficio maternal, que aún está en “veremos” y contaría con el apoyo de todas las bancadas.
La reinserción laboral para las madres trabajadoras, no sólo implica la precoz sustitución del amamantamiento, sino también la ruptura del apego materno a los tres meses, pese a que, según varios estudios y expertos en neonatología, la edad ideal para iniciar este proceso es a los seis meses. Según la propia Organización Mundial de la Salud la lactancia materna es la mejor forma de alimentación para el bebé durante los primeros seis meses de vida, aportando todo lo necesario para desarrollarse de manera óptima, además de otros beneficios a largo y corto plazo para madre e hijo.
No obstante, son las características del proyecto que podría presentar el Ejecutivo lo que ha levantado polémica, teniendo de por medio a la ministra del Sernam, Carolina Schmidt, quien comparó la extensión del post natal con un recreo. De hecho, la diputada Goic, integrante de la comisión, ya alertó que de acuerdo a lo conversado en la mesa se estaría sentando la base para una ampliación a cuatro meses y además flexible, contraviniendo lo dicho por el mismo Presidente.
Previendo esta situación, la bancada DC presentó un proyecto de acuerdo que aconseja el post natal de seis meses manteniendo inalterado el pre natal. El texto, que fue aprobado en la Cámara de Diputados, también emplaza al Ejecutivo a “cumplir con lo propuesto en el programa de Gobierno”. Un precedente que, además, busca presionar para ampliar el beneficio maternal.
La presidenta del movimiento ciudadano “Por una extensión de seis meses”, Carmen Gloria García, señaló que cuando expusieron ante el panel de expertos, lo hicieron para rechazar el trabajo de dicha comisión, pues “si ellos ya tienen resuelto que el tema es un post natal flexible, de cuatro meses y medio y no los seis meses que los expertos en infancia tratan de promover, nos parece incoherente que se realice un proceso que finalmente es una pérdida de tiempo”, indicó.
Por otra parte, el tema de la flexibilización, que contempla el traspaso de días desde el pre natal al post natal de acuerdo a lo que disponga la madre, también provoca el rechazo de los impulsores de la iniciativa. Incluso, el vicepresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, doctor Francisco Moraga, advirtió que, desde la perspectiva médica, ambos procesos no pueden ser transables, ya que cada uno tiene objetivos distintos para el cuidado y protección de madre e hijo.
“La lógica de acortar el pre natal porque la mamá se siente bien, no es un argumento, pues este período es para asegurar un micro ambiente fetal óptimo para que se desarrolle y llegue a término de la mejor manera. Son cosas que no se pueden mezclar, tienen objetivos y propósitos diferentes. Desde el punto de vista médico no tiene ninguna razón de ser juntar ambos beneficios”.
Pese a que una extensión del post natal traería numerosos réditos económicos, como la disminución en gastos médicos, compra de leche y sala cuna; además de mejorar la reinserción al trabajo de la mujer luego del nacimiento de un hijo, traducido en menor ausentismo y mayor productividad, se ha discutido largamente sobre los efectos que podría tener en el empleo femenino, aumentando la discriminación laboral hacia las mujeres.
En este sentido, la senadora RN Lily Pérez apeló a que el Gobierno no debiera realizar leyes populistas y propuso una extensión voluntaria, afirmando que “una mujer con un post natal de seis meses, al volver ya no tendrá trabajo”.
A juicio de la abogada del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, Lidia Casas, efectivamente un grupo de mujeres, generalmente de estratos socioeconómicos más altos, no están de acuerdo con la medida o abogan para sea voluntaria. “Tienen buenas remuneraciones y tienen resuelto el tema del cuidado, porque lo han tercerizado en otras mujeres, pero esa mujer a quien yo contrato no necesariamente está en condiciones de que alguien le pueda cuidar su hijo. La idea resuelve temas de cuidado infantil vitales para las mujeres que trabajan, cuando el tema de cuidado a temprana edad en el país no está resuelto”, indicó.
Por lo demás, Casas afirma que suele ocurrir que para todas las legislaciones que aseguran derechos para la mujeres “siempre se usa como contrargumento que van a subir los niveles de discriminación”, tal como pasó con la Ley de Acoso Sexual, cuestión que finalmente no sucedió. En este caso, afirma la abogada, es cuando la legislación debe asegurar que el empleador que no respete la normativa recibirá fuertes sanciones, sobre todo considerando la implementación de la nueva justicia laboral.
Pero el tema no termina allí. La creación de un proyecto que amplíe el post natal deberá resolver si entregar el beneficio a las mujeres que no se encuentran contratadas, las que justamente son quienes más lo necesitan. Asimismo, determinar qué sucederá con las licencias por enfermedades de menores de un año, de las que actualmente se abusa por la insuficiencia de los tres meses de la normativa actual. Una discusión que va más allá de la modificación de una legislación y que tiene que ver con políticas de Estado en relación al cuidado infantil, condiciones laborales y discriminación de género. Un debate más allá de promesas presidenciales.
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