Venezuela da ultimátum a diplomáticos colombianos para que abandonen el país en 72 horas
Luego que el Presidente Hugo Chávez anunciara la ruptura de relaciones con Colombia, debido a la denuncia de este último sobre la presencia de grupos guerrilleros en tierras venezolanas, la crisis bilateral ha ido creciendo en intensidad. Mientras Caracas decretó un plazo de tres días para que los diplomáticos de Bogotá abandonen el país, Colombia emplazó a Chávez a “romper relaciones con las bandas criminales”.
Jueves 22 de julio 2010 18:11 hrs.
El ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, informó que el Gobierno de Venezuela dio un ultimátum a los diplomáticos colombianos para que abandonen el país, luego que el Presidente Hugo Chávez anunciara la ruptura de relaciones con Colombia.
“Hemos enviado una nota diplomática al encargado de negocios de la República de Colombia en Caracas para que en 72 horas cierren su embajada y se retiren del país”, dijo Maduro.
El canciller también anunció que ya se dio la orden para cerrar la embajada de Venezuela en Bogotá, “para que regrese todo el personal”.
Asimismo, el secretario de Estado solicitó a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que se pronuncie y analice el conflicto que afecta a ambas naciones y que nació luego que el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, acusara que en tierras venezolanas permanecen grupos guerrilleros de las FARC y ELN.
“Hemos solicitado a la presidencia pro tempore de Unasur (a cargo de Ecuador, en la figura del Presidente Rafael Correa) que se convoque un consejo inmediato para denunciar esta agresión y que la organización asuma una respuesta sudamericana a esta guerra de Colombia y a la agresión que permanentemente se da sobre Venezuela”, enfatizó Maduro.
Pero eso no fue todo, ya que el canciller llamó al pueblo venezolano a defender la posición del Gobierno y asumir “una posición activa de calles, de respaldo a nuestro país y al jefe de Estado, porque no va a pasar mucho tiempo para que los vende-patrias salgan a respaldar a la oligarquía colombiana”.
Finalmente, la autoridad indicó que el Gobierno de Chávez está analizando otro tipo de medidas “en materia económica, aeronáutica comercial, para proteger a Venezuela, para defender la dignidad de nuestro país”.
Colombia lamenta “errónea decisión histórica”
En tanto, el embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Alfonso Hoyos, lamentó desde Washington la ruptura de relaciones diplomáticas que anunció el Gobierno venezolano, calificándola como una “errónea decisión histórica”.
“En nombre del Gobierno de Colombia quiero lamentar la errónea decisión histórica que ha tomado Venezuela. Venezuela no tiene problemas con Colombia ni Colombia con Venezuela, tenemos unas diferencias muy grandes con el Gobierno de este momento allá”, dijo el diplomático ante la OEA.
Asimismo, Hoyos fue enfático en declarar que “con quien debe romper relaciones (Venezuela) es con las bandas criminales, no con él Gobierno legítimo de Colombia”.
El embajador colombiano fustigó la decisión de Hugo Chavez, afirmando que considera “muy grave para la democracia” la acción de Caracas, pues se prefiere romper relaciones diplomáticas en vez de responder a la demanda colombiana sobre la presencia de guerrillas en su territorio.
“Nos parece muy grave que (Venezuela) prefiera volver a gritar, insultar, romper relaciones con un Gobierno legítimamente constituido y no se decida a romper los lazos con los delincuentes”, reiteró el diplomático.
Por su parte, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llamó a los gobiernos de Venezuela y Colombia a “calmar los espíritus” y buscar un camino para reanudar relaciones lo antes posible.
El titular de la OEA, recordó a ambas naciones que en el pasado han podido superar otras crisis, pues son países que “tienen objetivos comunes”.
El origen del conflicto
Aunque el ambiente ya se encontraba tenso, la crisis se intensificó cuando Colombia exigió a Venezuela ante la OEA tomar medidas para evitar que se refugiaran en su territorio mil 500 guerrilleros y pidió la creación de una comisión internacional para inspeccionar esos campamentos en los próximos 30 días.
La autoridad colombiana, propuso la creación de una comisión internacional, conformada por los países que lo deseen, para inspeccionar los campamentos en Venezuela. Al momento de su exposición, mostró mapas, fotos y fragmentos de videos captados por supuestos miembros de la FARC desmovilizados en las últimas dos semanas, en varios campamentos ubicados en el estado venezolano de Zulia, a 23 kilómetros de la frontera binacional.
La solicitud colombiana de esta sesión extraordinaria causó una actividad diplomática intensa esta semana, incluyendo la renuncia del embajador ecuatoriano ante la OEA, Francisco Proaño.
Desde Venezuela, el canciller Nicolás Maduro calificó las acusaciones como una “olla podrida” y respondió retirando a su embajador en Bogotá, Gustavo Márquez.
Por su parte, el ministro venezolano de Relaciones Interiores, Tarek El Aissami, acusó a Hoyos de “mentir” y de ser un paramilitar.
El ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, informó que el Gobierno de Venezuela dio un ultimátum a los diplomáticos colombianos para que abandonen el país, luego que el Presidente Hugo Chávez anunciara la ruptura de relaciones con Colombia.
“Hemos enviado una nota diplomática al encargado de negocios de la República de Colombia en Caracas para que en 72 horas cierren su embajada y se retiren del país”, dijo Maduro.
El canciller también anunció que ya se dio la orden para cerrar la embajada de Venezuela en Bogotá, “para que regrese todo el personal”.
Asimismo, el secretario de Estado solicitó a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que se pronuncie y analice el conflicto que afecta a ambas naciones y que nació luego que el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, acusara que en tierras venezolanas permanecen grupos guerrilleros de las FARC y ELN.
“Hemos solicitado a la presidencia pro tempore de Unasur (a cargo de Ecuador, en la figura del Presidente Rafael Correa) que se convoque un consejo inmediato para denunciar esta agresión y que la organización asuma una respuesta sudamericana a esta guerra de Colombia y a la agresión que permanentemente se da sobre Venezuela”, enfatizó Maduro.
Pero eso no fue todo, ya que el canciller llamó al pueblo venezolano a defender la posición del Gobierno y asumir “una posición activa de calles, de respaldo a nuestro país y al jefe de Estado, porque no va a pasar mucho tiempo para que los vende-patrias salgan a respaldar a la oligarquía colombiana”.
Finalmente, la autoridad indicó que el Gobierno de Chávez está analizando otro tipo de medidas “en materia económica, aeronáutica comercial, para proteger a Venezuela, para defender la dignidad de nuestro país”.
Colombia lamenta “errónea decisión histórica”
En tanto, el embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Alfonso Hoyos, lamentó desde Washington la ruptura de relaciones diplomáticas que anunció el Gobierno venezolano, calificándola como una “errónea decisión histórica”.
“En nombre del Gobierno de Colombia quiero lamentar la errónea decisión histórica que ha tomado Venezuela. Venezuela no tiene problemas con Colombia ni Colombia con Venezuela, tenemos unas diferencias muy grandes con el Gobierno de este momento allá”, dijo el diplomático ante la OEA.
Asimismo, Hoyos fue enfático en declarar que “con quien debe romper relaciones (Venezuela) es con las bandas criminales, no con él Gobierno legítimo de Colombia”.
El embajador colombiano fustigó la decisión de Hugo Chavez, afirmando que considera “muy grave para la democracia” la acción de Caracas, pues se prefiere romper relaciones diplomáticas en vez de responder a la demanda colombiana sobre la presencia de guerrillas en su territorio.
“Nos parece muy grave que (Venezuela) prefiera volver a gritar, insultar, romper relaciones con un Gobierno legítimamente constituido y no se decida a romper los lazos con los delincuentes”, reiteró el diplomático.
Por su parte, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llamó a los gobiernos de Venezuela y Colombia a “calmar los espíritus” y buscar un camino para reanudar relaciones lo antes posible.
El titular de la OEA, recordó a ambas naciones que en el pasado han podido superar otras crisis, pues son países que “tienen objetivos comunes”.
El origen del conflicto
Aunque el ambiente ya se encontraba tenso, la crisis se intensificó cuando Colombia exigió a Venezuela ante la OEA tomar medidas para evitar que se refugiaran en su territorio mil 500 guerrilleros y pidió la creación de una comisión internacional para inspeccionar esos campamentos en los próximos 30 días.
La autoridad colombiana, propuso la creación de una comisión internacional, conformada por los países que lo deseen, para inspeccionar los campamentos en Venezuela. Al momento de su exposición, mostró mapas, fotos y fragmentos de videos captados por supuestos miembros de la FARC desmovilizados en las últimas dos semanas, en varios campamentos ubicados en el estado venezolano de Zulia, a 23 kilómetros de la frontera binacional.
La solicitud colombiana de esta sesión extraordinaria causó una actividad diplomática intensa esta semana, incluyendo la renuncia del embajador ecuatoriano ante la OEA, Francisco Proaño.
Desde Venezuela, el canciller Nicolás Maduro calificó las acusaciones como una “olla podrida” y respondió retirando a su embajador en Bogotá, Gustavo Márquez.
Por su parte, el ministro venezolano de Relaciones Interiores, Tarek El Aissami, acusó a Hoyos de “mentir” y de ser un paramilitar.
El ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, informó que el Gobierno de Venezuela dio un ultimátum a los diplomáticos colombianos para que abandonen el país, luego que el Presidente Hugo Chávez anunciara la ruptura de relaciones con Colombia.
“Hemos enviado una nota diplomática al encargado de negocios de la República de Colombia en Caracas para que en 72 horas cierren su embajada y se retiren del país”, dijo Maduro.
El canciller también anunció que ya se dio la orden para cerrar la embajada de Venezuela en Bogotá, “para que regrese todo el personal”.
Asimismo, el secretario de Estado solicitó a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que se pronuncie y analice el conflicto que afecta a ambas naciones y que nació luego que el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, acusara que en tierras venezolanas permanecen grupos guerrilleros de las FARC y ELN.
“Hemos solicitado a la presidencia pro tempore de Unasur (a cargo de Ecuador, en la figura del Presidente Rafael Correa) que se convoque un consejo inmediato para denunciar esta agresión y que la organización asuma una respuesta sudamericana a esta guerra de Colombia y a la agresión que permanentemente se da sobre Venezuela”, enfatizó Maduro.
Pero eso no fue todo, ya que el canciller llamó al pueblo venezolano a defender la posición del Gobierno y asumir “una posición activa de calles, de respaldo a nuestro país y al jefe de Estado, porque no va a pasar mucho tiempo para que los vende-patrias salgan a respaldar a la oligarquía colombiana”.
Finalmente, la autoridad indicó que el Gobierno de Chávez está analizando otro tipo de medidas “en materia económica, aeronáutica comercial, para proteger a Venezuela, para defender la dignidad de nuestro país”.
Colombia lamenta “errónea decisión histórica”
En tanto, el embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Alfonso Hoyos, lamentó desde Washington la ruptura de relaciones diplomáticas que anunció el Gobierno venezolano, calificándola como una “errónea decisión histórica”.
“En nombre del Gobierno de Colombia quiero lamentar la errónea decisión histórica que ha tomado Venezuela. Venezuela no tiene problemas con Colombia ni Colombia con Venezuela, tenemos unas diferencias muy grandes con el Gobierno de este momento allá”, dijo el diplomático ante la OEA.
Asimismo, Hoyos fue enfático en declarar que “con quien debe romper relaciones (Venezuela) es con las bandas criminales, no con él Gobierno legítimo de Colombia”.
El embajador colombiano fustigó la decisión de Hugo Chavez, afirmando que considera “muy grave para la democracia” la acción de Caracas, pues se prefiere romper relaciones diplomáticas en vez de responder a la demanda colombiana sobre la presencia de guerrillas en su territorio.
“Nos parece muy grave que (Venezuela) prefiera volver a gritar, insultar, romper relaciones con un Gobierno legítimamente constituido y no se decida a romper los lazos con los delincuentes”, reiteró el diplomático.
Por su parte, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llamó a los gobiernos de Venezuela y Colombia a “calmar los espíritus” y buscar un camino para reanudar relaciones lo antes posible.
El titular de la OEA, recordó a ambas naciones que en el pasado han podido superar otras crisis, pues son países que “tienen objetivos comunes”.
El origen del conflicto
Aunque el ambiente ya se encontraba tenso, la crisis se intensificó cuando Colombia exigió a Venezuela ante la OEA tomar medidas para evitar que se refugiaran en su territorio mil 500 guerrilleros y pidió la creación de una comisión internacional para inspeccionar esos campamentos en los próximos 30 días.
La autoridad colombiana, propuso la creación de una comisión internacional, conformada por los países que lo deseen, para inspeccionar los campamentos en Venezuela. Al momento de su exposición, mostró mapas, fotos y fragmentos de videos captados por supuestos miembros de la FARC desmovilizados en las últimas dos semanas, en varios campamentos ubicados en el estado venezolano de Zulia, a 23 kilómetros de la frontera binacional.
La solicitud colombiana de esta sesión extraordinaria causó una actividad diplomática intensa esta semana, incluyendo la renuncia del embajador ecuatoriano ante la OEA, Francisco Proaño.
Desde Venezuela, el canciller Nicolás Maduro calificó las acusaciones como una “olla podrida” y respondió retirando a su embajador en Bogotá, Gustavo Márquez.
Por su parte, el ministro venezolano de Relaciones Interiores, Tarek El Aissami, acusó a Hoyos de “mentir” y de ser un paramilitar.
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