Este miércoles fue presentado en sociedad el nuevo billete de veinte mil pesos, uno de los nuevos que circularán por el país y que, según el Banco Central, cuenta con los más altos estándares de calidad. Pero este nuevo billete apareja una compleja situación para un grupo de trabajadores.
Se trata de los operarios de la Casa de Moneda, que desde el pasado 23 de julio llevan a cabo una huelga legal para exigir que se les restituyan derechos laborales que perdieron cuando dejaron de ser empleados públicos el 1 de junio de 2009 y pasaron a conformar una Sociedad Anónima.
Durante este miércoles los huelguistas protestaron en las afueras del Banco Central, mientras el presidente de la entidad, José de Gregorio, realizaba en un recinto privado el lanzamiento del billete de la nueva familia de billetes de veinte mil pesos, que fue diseñada en Suecia y producida en ese mismo país y Australia.
El representante de los trabajadores sindicatos Número Uno y Unión Sindical, Patricio Véliz, explicó que están solicitando un reajuste salarial de un 4,5 por ciento sobre el IPC, en línea con lo conseguido por los empleados fiscales en la negociación sectorial de diciembre. Sin embargo, acusa que dicho beneficio no sería extensible a los funcionarios de Casa de Moneda debido a que ésta dejo de ser parte del Sistema de Empresas Públicas.
“Nosotros obteníamos el reajuste que obtiene Anef y como esto empezó a regir como sociedad anónima a contar del primero de julio, perdimos el reajuste. Llevamos más de un año sin reajuste. En línea de recompensar lo perdido pedimos un 4, 5 pero se negaron”, indicó Véliz.
El dirigente alertó que si la movilización continúa la emisión de monedas y documentos públicos como patentes y permisos de circulación podría verse afectada.
“Se podría ocasionar un problema grave si se extiende la huelga, dado que el Banco Central tiene muchas bóvedas en donde tiene almacenado papel moneda y, eventualmente, en algún minuto se va a acabar el circulante en los cajeros automáticos, los bancos”, sostuvo Véliz.
El funcionario señaló que este jueves tienen una nueva reunión con los ejecutivos de la ex empresa pública, aunque advirtió que “las posiciones están muy distantes”.
Este miércoles fue presentado en sociedad el nuevo billete de veinte mil pesos, uno de los nuevos que circularán por el país y que, según el Banco Central, cuenta con los más altos estándares de calidad. Pero este nuevo billete apareja una compleja situación para un grupo de trabajadores.
Se trata de los operarios de la Casa de Moneda, que desde el pasado 23 de julio llevan a cabo una huelga legal para exigir que se les restituyan derechos laborales que perdieron cuando dejaron de ser empleados públicos el 1 de junio de 2009 y pasaron a conformar una Sociedad Anónima.
Durante este miércoles los huelguistas protestaron en las afueras del Banco Central, mientras el presidente de la entidad, José de Gregorio, realizaba en un recinto privado el lanzamiento del billete de la nueva familia de billetes de veinte mil pesos, que fue diseñada en Suecia y producida en ese mismo país y Australia.
El representante de los trabajadores sindicatos Número Uno y Unión Sindical, Patricio Véliz, explicó que están solicitando un reajuste salarial de un 4,5 por ciento sobre el IPC, en línea con lo conseguido por los empleados fiscales en la negociación sectorial de diciembre. Sin embargo, acusa que dicho beneficio no sería extensible a los funcionarios de Casa de Moneda debido a que ésta dejo de ser parte del Sistema de Empresas Públicas.
“Nosotros obteníamos el reajuste que obtiene Anef y como esto empezó a regir como sociedad anónima a contar del primero de julio, perdimos el reajuste. Llevamos más de un año sin reajuste. En línea de recompensar lo perdido pedimos un 4, 5 pero se negaron”, indicó Véliz.
El dirigente alertó que si la movilización continúa la emisión de monedas y documentos públicos como patentes y permisos de circulación podría verse afectada.
“Se podría ocasionar un problema grave si se extiende la huelga, dado que el Banco Central tiene muchas bóvedas en donde tiene almacenado papel moneda y, eventualmente, en algún minuto se va a acabar el circulante en los cajeros automáticos, los bancos”, sostuvo Véliz.
El funcionario señaló que este jueves tienen una nueva reunión con los ejecutivos de la ex empresa pública, aunque advirtió que “las posiciones están muy distantes”.
Este miércoles fue presentado en sociedad el nuevo billete de veinte mil pesos, uno de los nuevos que circularán por el país y que, según el Banco Central, cuenta con los más altos estándares de calidad. Pero este nuevo billete apareja una compleja situación para un grupo de trabajadores.
Se trata de los operarios de la Casa de Moneda, que desde el pasado 23 de julio llevan a cabo una huelga legal para exigir que se les restituyan derechos laborales que perdieron cuando dejaron de ser empleados públicos el 1 de junio de 2009 y pasaron a conformar una Sociedad Anónima.
Durante este miércoles los huelguistas protestaron en las afueras del Banco Central, mientras el presidente de la entidad, José de Gregorio, realizaba en un recinto privado el lanzamiento del billete de la nueva familia de billetes de veinte mil pesos, que fue diseñada en Suecia y producida en ese mismo país y Australia.
El representante de los trabajadores sindicatos Número Uno y Unión Sindical, Patricio Véliz, explicó que están solicitando un reajuste salarial de un 4,5 por ciento sobre el IPC, en línea con lo conseguido por los empleados fiscales en la negociación sectorial de diciembre. Sin embargo, acusa que dicho beneficio no sería extensible a los funcionarios de Casa de Moneda debido a que ésta dejo de ser parte del Sistema de Empresas Públicas.
“Nosotros obteníamos el reajuste que obtiene Anef y como esto empezó a regir como sociedad anónima a contar del primero de julio, perdimos el reajuste. Llevamos más de un año sin reajuste. En línea de recompensar lo perdido pedimos un 4, 5 pero se negaron”, indicó Véliz.
El dirigente alertó que si la movilización continúa la emisión de monedas y documentos públicos como patentes y permisos de circulación podría verse afectada.
“Se podría ocasionar un problema grave si se extiende la huelga, dado que el Banco Central tiene muchas bóvedas en donde tiene almacenado papel moneda y, eventualmente, en algún minuto se va a acabar el circulante en los cajeros automáticos, los bancos”, sostuvo Véliz.
El funcionario señaló que este jueves tienen una nueva reunión con los ejecutivos de la ex empresa pública, aunque advirtió que “las posiciones están muy distantes”.
