Pese a que en el programa de gobierno elaborado por los grupos Tantauco no estaba contemplado solicitar recursos adicionales para el Transantiago, el Ejecutivo finalmente optó por enviar al Parlamento un proyecto de ley para crear un subsidio óptimo al plan de transporte.
La iniciativa legal ingresará con carácter de suma urgencia este martes a la Cámara de Diputados y se discutirá en paralelo al proyecto que busca crear un nuevo marco regulatorio para el Transantiago.
La idea del Ejecutivo es inyectar entre 80 y 90 millones de dólares anuales al sistema metropolitano con el fin de reducir el déficit del plan de locomoción colectiva y mantener en quinientos pesos el pasaje de las micros.
El envío del proyecto estaría motivado por el costo político –traducido en un 41 por ciento de popularidad, según la encuesta CEP- que habría tenido para el gobierno el alza sostenida de las tarifas del sistema, que sólo este año ha tenido una variación de 25 por ciento.
La viabilidad de su aprobación en el Congreso fue analizada en el comité político que se realizó el lunes en La Moneda. Allí, el presidente de la UDI, senador Juan Antonio Coloma, insistió en la necesidad de solucionar los males del sistema que heredaron de la administración anterior.
“Vamos a corregir la terrible herencia que la Concertación dejó a millones de chilenos a través de su proyecto estrella que era el Transantiago. Ellos hicieron todos los esfuerzos y no pudieron resolverlo. Nosotros vamos a plantear diversos cambios que espero sean acogidos por todos para poder cambiar esta historia negra que ha significado el Transantiago en la vida de los capitalinos”, dijo el parlamentario.
En el mismo tono, el titular de Renovación Nacional, Carlos Larraín, enfatizó que el enorme déficit operacional del plan, que asciende a 800 millones de dólares, ha generado un marco de austeridad en otras políticas públicas.
“Desgraciadamente por las exigencias de este famoso y genial proyecto del Transantiago, los fondos se hacen más escasos. Es decir, la plata no alcanza para todo porque estamos tapando cotidianamente el forado del transporte público que ya llega a la China. Un proyecto que tiene un papá, que es Ricardo Lagos y una mamá, que es Michelle Bachelet. Al niño lo estamos teniendo que salvar nosotros porque va por muy mal camino. La criatura le está chupando los recursos al Estado y eso plantea ciertas restricciones”, afirmó Larraín.
Desde la oposición, la senadora DC de la Comisión de Transporte, Soledad Alvear, se mostró partidaria de legislar modificaciones estructurales al Transantiago.
“En general la iniciativa parece una buena idea por el hecho de tener una ley que le dé un marco regulatorio al sistema. Sin embargo, me interesa que exista y continúe existiendo de parte del ministerio de Transportes la convicción de que un nuevo proyecto no debe implicar mayor contaminación. Además me interesa el bolsillo de los usuarios que han visto el alza de sus pasajes no sean perjudicados”, indicó.
Por su parte, el especialista en ingeniería en transporte, Louis de Grange explicó que la efectividad del subsidio dependerá de la focalización que le dé el gobierno.
“Si se pretende seguir ofreciendo un sistema de transporte basado principalmente en buses no va a quedar otra que ir subiendo el subsidio porque la gente va ir dejando de usar los buses y va a pasar al transporte privado, a los automóviles. Sin embargo, si hoy se define una política de Metro que sea esté de acuerdo a una expansión importante, probablemente no se aleje tanta gente y además permite un subsidio menor en el largo plazo. Entonces, todo va a depender de la calidad del servicio. Con buses se va a requerir de un subsidio que va a ser creciente con el tiempo, en cambio con el metro se obtiene uno que será decreciente”, afirmó el experto.
Respecto de la construcción de la Línea Seis del Metro, que unirá los trayectos de Cerrillos y Las Condes, el ministerio de Transporte y el directorio de la empresa del tren subterráneo no han tomado ninguna determinación en la ejecución de la obra a las espera de las evaluaciones técnicas.
Pese a que en el programa de gobierno elaborado por los grupos Tantauco no estaba contemplado solicitar recursos adicionales para el Transantiago, el Ejecutivo finalmente optó por enviar al Parlamento un proyecto de ley para crear un subsidio óptimo al plan de transporte.
La iniciativa legal ingresará con carácter de suma urgencia este martes a la Cámara de Diputados y se discutirá en paralelo al proyecto que busca crear un nuevo marco regulatorio para el Transantiago.
La idea del Ejecutivo es inyectar entre 80 y 90 millones de dólares anuales al sistema metropolitano con el fin de reducir el déficit del plan de locomoción colectiva y mantener en quinientos pesos el pasaje de las micros.
El envío del proyecto estaría motivado por el costo político –traducido en un 41 por ciento de popularidad, según la encuesta CEP- que habría tenido para el gobierno el alza sostenida de las tarifas del sistema, que sólo este año ha tenido una variación de 25 por ciento.
La viabilidad de su aprobación en el Congreso fue analizada en el comité político que se realizó el lunes en La Moneda. Allí, el presidente de la UDI, senador Juan Antonio Coloma, insistió en la necesidad de solucionar los males del sistema que heredaron de la administración anterior.
“Vamos a corregir la terrible herencia que la Concertación dejó a millones de chilenos a través de su proyecto estrella que era el Transantiago. Ellos hicieron todos los esfuerzos y no pudieron resolverlo. Nosotros vamos a plantear diversos cambios que espero sean acogidos por todos para poder cambiar esta historia negra que ha significado el Transantiago en la vida de los capitalinos”, dijo el parlamentario.
En el mismo tono, el titular de Renovación Nacional, Carlos Larraín, enfatizó que el enorme déficit operacional del plan, que asciende a 800 millones de dólares, ha generado un marco de austeridad en otras políticas públicas.
“Desgraciadamente por las exigencias de este famoso y genial proyecto del Transantiago, los fondos se hacen más escasos. Es decir, la plata no alcanza para todo porque estamos tapando cotidianamente el forado del transporte público que ya llega a la China. Un proyecto que tiene un papá, que es Ricardo Lagos y una mamá, que es Michelle Bachelet. Al niño lo estamos teniendo que salvar nosotros porque va por muy mal camino. La criatura le está chupando los recursos al Estado y eso plantea ciertas restricciones”, afirmó Larraín.
Desde la oposición, la senadora DC de la Comisión de Transporte, Soledad Alvear, se mostró partidaria de legislar modificaciones estructurales al Transantiago.
“En general la iniciativa parece una buena idea por el hecho de tener una ley que le dé un marco regulatorio al sistema. Sin embargo, me interesa que exista y continúe existiendo de parte del ministerio de Transportes la convicción de que un nuevo proyecto no debe implicar mayor contaminación. Además me interesa el bolsillo de los usuarios que han visto el alza de sus pasajes no sean perjudicados”, indicó.
Por su parte, el especialista en ingeniería en transporte, Louis de Grange explicó que la efectividad del subsidio dependerá de la focalización que le dé el gobierno.
“Si se pretende seguir ofreciendo un sistema de transporte basado principalmente en buses no va a quedar otra que ir subiendo el subsidio porque la gente va ir dejando de usar los buses y va a pasar al transporte privado, a los automóviles. Sin embargo, si hoy se define una política de Metro que sea esté de acuerdo a una expansión importante, probablemente no se aleje tanta gente y además permite un subsidio menor en el largo plazo. Entonces, todo va a depender de la calidad del servicio. Con buses se va a requerir de un subsidio que va a ser creciente con el tiempo, en cambio con el metro se obtiene uno que será decreciente”, afirmó el experto.
Respecto de la construcción de la Línea Seis del Metro, que unirá los trayectos de Cerrillos y Las Condes, el ministerio de Transporte y el directorio de la empresa del tren subterráneo no han tomado ninguna determinación en la ejecución de la obra a las espera de las evaluaciones técnicas.
Pese a que en el programa de gobierno elaborado por los grupos Tantauco no estaba contemplado solicitar recursos adicionales para el Transantiago, el Ejecutivo finalmente optó por enviar al Parlamento un proyecto de ley para crear un subsidio óptimo al plan de transporte.
La iniciativa legal ingresará con carácter de suma urgencia este martes a la Cámara de Diputados y se discutirá en paralelo al proyecto que busca crear un nuevo marco regulatorio para el Transantiago.
La idea del Ejecutivo es inyectar entre 80 y 90 millones de dólares anuales al sistema metropolitano con el fin de reducir el déficit del plan de locomoción colectiva y mantener en quinientos pesos el pasaje de las micros.
El envío del proyecto estaría motivado por el costo político –traducido en un 41 por ciento de popularidad, según la encuesta CEP- que habría tenido para el gobierno el alza sostenida de las tarifas del sistema, que sólo este año ha tenido una variación de 25 por ciento.
La viabilidad de su aprobación en el Congreso fue analizada en el comité político que se realizó el lunes en La Moneda. Allí, el presidente de la UDI, senador Juan Antonio Coloma, insistió en la necesidad de solucionar los males del sistema que heredaron de la administración anterior.
“Vamos a corregir la terrible herencia que la Concertación dejó a millones de chilenos a través de su proyecto estrella que era el Transantiago. Ellos hicieron todos los esfuerzos y no pudieron resolverlo. Nosotros vamos a plantear diversos cambios que espero sean acogidos por todos para poder cambiar esta historia negra que ha significado el Transantiago en la vida de los capitalinos”, dijo el parlamentario.
En el mismo tono, el titular de Renovación Nacional, Carlos Larraín, enfatizó que el enorme déficit operacional del plan, que asciende a 800 millones de dólares, ha generado un marco de austeridad en otras políticas públicas.
“Desgraciadamente por las exigencias de este famoso y genial proyecto del Transantiago, los fondos se hacen más escasos. Es decir, la plata no alcanza para todo porque estamos tapando cotidianamente el forado del transporte público que ya llega a la China. Un proyecto que tiene un papá, que es Ricardo Lagos y una mamá, que es Michelle Bachelet. Al niño lo estamos teniendo que salvar nosotros porque va por muy mal camino. La criatura le está chupando los recursos al Estado y eso plantea ciertas restricciones”, afirmó Larraín.
Desde la oposición, la senadora DC de la Comisión de Transporte, Soledad Alvear, se mostró partidaria de legislar modificaciones estructurales al Transantiago.
“En general la iniciativa parece una buena idea por el hecho de tener una ley que le dé un marco regulatorio al sistema. Sin embargo, me interesa que exista y continúe existiendo de parte del ministerio de Transportes la convicción de que un nuevo proyecto no debe implicar mayor contaminación. Además me interesa el bolsillo de los usuarios que han visto el alza de sus pasajes no sean perjudicados”, indicó.
Por su parte, el especialista en ingeniería en transporte, Louis de Grange explicó que la efectividad del subsidio dependerá de la focalización que le dé el gobierno.
“Si se pretende seguir ofreciendo un sistema de transporte basado principalmente en buses no va a quedar otra que ir subiendo el subsidio porque la gente va ir dejando de usar los buses y va a pasar al transporte privado, a los automóviles. Sin embargo, si hoy se define una política de Metro que sea esté de acuerdo a una expansión importante, probablemente no se aleje tanta gente y además permite un subsidio menor en el largo plazo. Entonces, todo va a depender de la calidad del servicio. Con buses se va a requerir de un subsidio que va a ser creciente con el tiempo, en cambio con el metro se obtiene uno que será decreciente”, afirmó el experto.
Respecto de la construcción de la Línea Seis del Metro, que unirá los trayectos de Cerrillos y Las Condes, el ministerio de Transporte y el directorio de la empresa del tren subterráneo no han tomado ninguna determinación en la ejecución de la obra a las espera de las evaluaciones técnicas.