Diversas reacciones surgieron ante las críticas del alcalde Pablo Zalaquett a las tomas que ocurrieron durante los últimos días en los liceos Confederación Suiza, Amunátegui, Liceo 7 e Instituto Nacional, donde los estudiantes exigían educación, alimentación y salud gratuitas y de calidad, así como gratuidad en la tarifa escolar y el fin de la Ley General de Educación.
El edil catalogó las tomas, que terminaron con un gran número de alumnos detenidos y considerables destrozos en los establecimientos, de “ilegítimas y poco éticas”, advirtiendo que tendría “tolerancia cero” y presentó una serie de medidas donde no descartó expulsiones a los alumnos involucrados. Además, amenazó con presentar acciones judiciales y obligar a los responsables, o sus padres, a responder por los daños materiales.
En este contexto, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, apuntó al daño que estos movimientos le hacen a la Educación Pública en un año complicado por el terremoto y respaldó al edil de Santiago.
“Las marchas pacíficas por supuesto que las respetamos, pero cuando hay encapuchados que toman o asaltan un colegio, eso no es aceptable, porque no es aceptable que un grupo muy chico de alumnos impida que todos los demás que quieran estudiar no puedan hacerlo. Si el alcalde Zalaquett estima que eso merece la expulsión del colegio, nosotros lo vamos a respaldar”, indicó Lavín.
Por su parte, el Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Julio Sarmiento, indicó que esta no es la vía para enfrentarse a los movimientos sociales que están surgiendo.
“Esas medidas de carácter represivo, policiales, de persecución, no van a conducir a buenos resultados, lo que van a hacer es que se radicalice mucho más el conflicto. Este tipo de cosas no se resuelve reprimiendo, sino canalizando las inquietudes de los movimientos sociales y representándolas. Algo que deberían hacer todas las autoridades públicas”, señaló Sarmiento.
Por otro lado, Jaime Gajardo, sostuvo que el movimiento estudiantil cuenta con todo el respaldo del Colegio de Profesores, ya que muchas de las demandas son compartidas.
“Respaldamos las demandas del movimiento estudiantil secundario, consideramos que son legitimas y justas. Y una de ellas es transversal, nos involucra a todos: la derogación de la LEG y terminar con la municipalización”, afirmó el presidente de la agrupación.
Finalmente, Julio Sarmiento indicó que la Confech ya está en contacto con los estudiantes secundarios y que está convocando a una movilización nacional para el miércoles 18 de agosto, con el fin de frenar la agenda privatizadora del ministerio de educación.
Diversas reacciones surgieron ante las críticas del alcalde Pablo Zalaquett a las tomas que ocurrieron durante los últimos días en los liceos Confederación Suiza, Amunátegui, Liceo 7 e Instituto Nacional, donde los estudiantes exigían educación, alimentación y salud gratuitas y de calidad, así como gratuidad en la tarifa escolar y el fin de la Ley General de Educación.
El edil catalogó las tomas, que terminaron con un gran número de alumnos detenidos y considerables destrozos en los establecimientos, de “ilegítimas y poco éticas”, advirtiendo que tendría “tolerancia cero” y presentó una serie de medidas donde no descartó expulsiones a los alumnos involucrados. Además, amenazó con presentar acciones judiciales y obligar a los responsables, o sus padres, a responder por los daños materiales.
En este contexto, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, apuntó al daño que estos movimientos le hacen a la Educación Pública en un año complicado por el terremoto y respaldó al edil de Santiago.
“Las marchas pacíficas por supuesto que las respetamos, pero cuando hay encapuchados que toman o asaltan un colegio, eso no es aceptable, porque no es aceptable que un grupo muy chico de alumnos impida que todos los demás que quieran estudiar no puedan hacerlo. Si el alcalde Zalaquett estima que eso merece la expulsión del colegio, nosotros lo vamos a respaldar”, indicó Lavín.
Por su parte, el Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Julio Sarmiento, indicó que esta no es la vía para enfrentarse a los movimientos sociales que están surgiendo.
“Esas medidas de carácter represivo, policiales, de persecución, no van a conducir a buenos resultados, lo que van a hacer es que se radicalice mucho más el conflicto. Este tipo de cosas no se resuelve reprimiendo, sino canalizando las inquietudes de los movimientos sociales y representándolas. Algo que deberían hacer todas las autoridades públicas”, señaló Sarmiento.
Por otro lado, Jaime Gajardo, sostuvo que el movimiento estudiantil cuenta con todo el respaldo del Colegio de Profesores, ya que muchas de las demandas son compartidas.
“Respaldamos las demandas del movimiento estudiantil secundario, consideramos que son legitimas y justas. Y una de ellas es transversal, nos involucra a todos: la derogación de la LEG y terminar con la municipalización”, afirmó el presidente de la agrupación.
Finalmente, Julio Sarmiento indicó que la Confech ya está en contacto con los estudiantes secundarios y que está convocando a una movilización nacional para el miércoles 18 de agosto, con el fin de frenar la agenda privatizadora del ministerio de educación.
Diversas reacciones surgieron ante las críticas del alcalde Pablo Zalaquett a las tomas que ocurrieron durante los últimos días en los liceos Confederación Suiza, Amunátegui, Liceo 7 e Instituto Nacional, donde los estudiantes exigían educación, alimentación y salud gratuitas y de calidad, así como gratuidad en la tarifa escolar y el fin de la Ley General de Educación.
El edil catalogó las tomas, que terminaron con un gran número de alumnos detenidos y considerables destrozos en los establecimientos, de “ilegítimas y poco éticas”, advirtiendo que tendría “tolerancia cero” y presentó una serie de medidas donde no descartó expulsiones a los alumnos involucrados. Además, amenazó con presentar acciones judiciales y obligar a los responsables, o sus padres, a responder por los daños materiales.
En este contexto, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, apuntó al daño que estos movimientos le hacen a la Educación Pública en un año complicado por el terremoto y respaldó al edil de Santiago.
“Las marchas pacíficas por supuesto que las respetamos, pero cuando hay encapuchados que toman o asaltan un colegio, eso no es aceptable, porque no es aceptable que un grupo muy chico de alumnos impida que todos los demás que quieran estudiar no puedan hacerlo. Si el alcalde Zalaquett estima que eso merece la expulsión del colegio, nosotros lo vamos a respaldar”, indicó Lavín.
Por su parte, el Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Julio Sarmiento, indicó que esta no es la vía para enfrentarse a los movimientos sociales que están surgiendo.
“Esas medidas de carácter represivo, policiales, de persecución, no van a conducir a buenos resultados, lo que van a hacer es que se radicalice mucho más el conflicto. Este tipo de cosas no se resuelve reprimiendo, sino canalizando las inquietudes de los movimientos sociales y representándolas. Algo que deberían hacer todas las autoridades públicas”, señaló Sarmiento.
Por otro lado, Jaime Gajardo, sostuvo que el movimiento estudiantil cuenta con todo el respaldo del Colegio de Profesores, ya que muchas de las demandas son compartidas.
“Respaldamos las demandas del movimiento estudiantil secundario, consideramos que son legitimas y justas. Y una de ellas es transversal, nos involucra a todos: la derogación de la LEG y terminar con la municipalización”, afirmó el presidente de la agrupación.
Finalmente, Julio Sarmiento indicó que la Confech ya está en contacto con los estudiantes secundarios y que está convocando a una movilización nacional para el miércoles 18 de agosto, con el fin de frenar la agenda privatizadora del ministerio de educación.
