Al menos 38 personas murieron por las fuertes lluvias que han azotado en los últimos días a Guatemala, dejando además 23 desaparecidos y más de 40.000 damnificados, según el último balance divulgado el domingo a las 21:00 GMT.

Las tareas para rescatar a decenas de personas quedaron sepultadas en la ruta Interamericana (170 Km. al oeste de la ciudad de Guatemala) fueron suspendidas “hasta que hayan condiciones óptimas” de seguridad, informó el portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conared), David de León.

Decenas de habitantes quedaron soterrados por un segundo alud cuando intentaban ayudar en el socorro de las víctimas que habían sido sepultadas.

Por medidas de seguridad, las autoridades se vieron obligadas a cerrar la ruta Interamericana de manera indefinida.

Por su parte, el secretario ejecutivo de la Conred, Alejandro Maldonado agregó que hay comunidades anegadas e importantes daños en la infraestructura vial del país, así como 11.686 personas alojadas en albergues temporales.

El presidente Álvaro Colom puso énfasis en la magnitud de la catástrofe.”Es una tragedia nacional. Sólo en este fin de semana se han tenido daños similares a los de (la tormenta) Agatha” en mayo, aseguró el mandatario, que lamentó que “la gente pobre sea la que pague la factura de los fenómenos naturales”.

Colom volvió a hacer hincapié en la necesidad de que el Congreso, y en particular la oposición, aprueben fondos extraordinarios para hacer frente a los daños provocados por las lluvias, estimados en 500 millones de dólares.

“Me parece una gran irresponsabilidad no reconocer que el país está en una verdadera emergencia”, dijo.

“Hoy por hoy es una responsabilidad del Congreso atender a tantas víctimas. Si el Congreso colabora podemos prepararnos” para ello, sostuvo.