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Uso del AUGE

Columna de opinión por Antonio Infante
Miércoles 8 de septiembre 2010 12:59 hrs.


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La Superintendencia de Salud ha publicado un estudio reciente sobre el uso del AUGE en el sistema ISAPRE y nuevamente los médicos quedan muy mal parados.

El estudio revela hechos positivos en la evolución del AUGE. Sobre el 70% de las personas declara tener alguna o mucha información. Las personas que se hospitalizan con el AUGE lo conocen en un 90%, contra un 60% de las que no usan el hospital. Lo que es interesante es que a mayor información mayor es su uso y nivel de satisfacción. Un 60% de los consultantes lo evalúa con nota 6 y 7, porcentaje que sube al  80% entre quienes usaron la hospitalización.

Los no usuarios son personas desinformadas o que optaron por no utilizarlo. En este último grupo figuran las personas del estrato ABC1, los más acomodados, que tienen un nivel de seguro complementario significativamente más alto que el resto y, por lo tanto, pueden elegir otras modalidades de atención.

Al iniciar el comentario señalaba que los médicos quedan muy mal parados y esto porque no entregan información a los pacientes respecto a los beneficios AUGE. Menos del 50% de los médicos de cabecera le informaron a sus pacientes que el problema que tenían lo podían solucionar con el AUGE. Las razones pueden ser desconocimiento o que al optar el paciente por el AUGE deja de atenderse por ese médico, ya que la ISAPRE tiene un camino definido que no contempla la libre elección del médico tratante.

Sin embargo, cuándo se le pregunta a los usuarios que mejorías harían para que la nota fuera un siete, la libertad de elegir médico tratante aparece sólo en un quinto lugar. El mayor interés de las personas es que mejore la cobertura para la hospitalización y los medicamentos.

Otro dato de interés es el nivel de satisfacción de las personas con la atención recibida y cómo el usuario se va haciendo más cliente de instituciones que de determinados médicos. Sólo el 13% de los pacientes sigue las recomendaciones de su doctor respecto a dónde hacerse los exámenes. La mayor parte prefiere el lugar AUGE que les recomienda la ISAPRE, principalmente porque allí les resulta más económico.

En este escenario, la situación de los médicos que ejercen al margen de instituciones resulta complicada. En la medida que aumente la información de la población y que entre en vigencia la garantía de calidad, con instituciones acreditadas y médicos certificados, será más la gente que se atienda institucionalmente. Sólo las personas más adineradas seguirán concurriendo a médicos privados en sus consultas y esos serán ya muy pocos.

Frente a esta disyuntiva el gremio médico tiene que cambiar de actitud, pensar definitivamente en lo qué es lo mejor para el paciente. Sólo así podrá reconquistar la confianza ciudadana.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.