El Senado francés aprobó por mayoría casi absoluta la prohibición de utilizar la burka, el velo islámico que cubre totalmente el cuerpo y la cara, en lugares públicos.

Los presidentes de ambas Cámaras pidieron al Consejo Constitucional que determine si la norma viola garantías constitucionales. Los observadores internacionales estiman que la medida podría aumentar el nivel de “Islamofobia” en Francia, donde las mezquitas son objetivos esporádicos de ataques de intolerancia.

Según Michele Alliot-Marie, ministra de Justicia del gobierno de Sarkozy, la medida representa un muro de protección para los valores franceses y la identidad del país.