Invisibilización, impotencia, falta de oportunidades, carencias y poca validación social son los principales resultados de “Voces de la Pobreza”, el último estudio cualitativo realizado por la Fundación para la Superación de la Pobreza, donde se recopiló el sentir de 500 personas que se encuentran inmersas en el circuito de la pobreza, profundizando en sus causas, sus visiones del pasado y expectativas.

El estudio además reveló que las personas de escasos recursos económicos no creen en soluciones concretas para salir de la pobreza, pues critican la falta de participación en las políticas de desarrollo social.

Valentina Moscoso, presidenta de Aldeas Cocholgue, comunidad afectada por el terremoto y maremoto del pasado 27 de febrero, insiste en que las acciones del Gobierno y de las autoridades no se relacionan con las necesidades reales de quienes viven en la pobreza porque “nos capacitan y nos capacitan…hacen y hacen encuestas y gastan recursos en eso y finalmente no hay trabajo, ni tampoco hay mejoras en las condiciones de nosotros los pobres” dice Moscoso.

Al respecto, la subsecretaria de Planificación Social, Soledad Arellano, reiteró que Gobierno “está trabajando a toda velocidad para superar la pobreza” y reconoció que es necesario “ir abriendo espacio para reconocer cuál es la situación de los pobres de verdad y no quedarnos con la visión académica que se tiene de la pobreza”.

Uno de los resultados más impactantes del estudio fue la  sensación de invisibilidad de las personas en condición de pobreza lo que, según el presidente de la Funasupo, Rodrigo Jordán, se relaciona con “la falta de oportunidades que ellos sienten, situación que se vive con impotencia, porque ven como la sociedad va por un carril y los denominados pobres van por otro”.

Dentro de las principales conclusiones también se reafirma que la pobreza no es una sola, ni se vivencia de igual forma por todas las personas, Además de tener distinta óptica según los ciclos de vida y territorios donde habitan, sean urbanos o rurales, la pobreza se diferencia por cómo se encaran los problemas cotidianos.

“Los hallazgos de este informe nos muestran una realidad diversa de la pobreza, algo que no puede dejar a nadie indiferente porque la pobreza se está viviendo con dolor, angustia y desesperanza. Hay graves problemas como la exclusión, la discriminación y la impotencia de jefes de familia que no pueden sostener a los suyos como quisieran” agrega Rodrigo Jordán.

La pobreza es percibida por los propios afectados como la falta de oportunidades, algo que se experimenta con un profundo malestar y desesperanza. Del “no tener” asociado a las carencias básicas del pasado, emerge una nueva pobreza del “no ser” y “no hacer”, en donde la principal carencia es la falta de oportunidades, principalmente ligadas a la educación y al trabajo bien remunerado.

En este sentido, el psicólogo y presidente de la Fundación América Solidaria, Benito Baranda, criticó la falta de recursos que entrega el Estado en Educación, lo que permitiría ampliar el abanico de oportunidades y terminar con el círculo de la pobreza.

“Chile sigue estando muy abajo en comparación con otros países con los que nos comparamos en materia de Educación, de hecho en promedio gastamos un 30 por ciento menos en Educación que ellos. Algo lamentable porque es esta la herramienta la puerta para salir de la pobreza…la educación es la liberación” sentencia Baranda.

Otros de los resultados llamativos fue lo que se denomina como “equipamiento de la pobreza” pues las personas en condición social vulnerable sienten la necesidad de integrarse a la sociedad por lo que compran artículos electrodomésticos de gran valor, como celulares, aparatos electrónicos de última generación y visten ropas y calzados de marca, ojalá bien llamativos, para que se les reconozca e integre a la sociedad.

El estudio, que se basó en entrevistas grupales a 198 hombres y 268 mujeres de entre los 18 y 75 años, también arrojó valoraciones positivas ligadas al esfuerzo, la honradez y la experiencia, como los principales activos con que cuentan las personas en pobreza. Además de que quienes están en esta condición también destacan  tener una cultura de esfuerzo y de lucha incansablemente por salir adelante.