Polémica causó en la Provincia de Ñuble la aprobación del Proyecto Embalse Punilla, luego de que la Corema del Bío Bío le diera el visto bueno sin esperar un informe geológico decisivo.

Es que el proyecto es un gran anhelo de los agricultores de la zona desde hace más de 90 años, pero un atentado en contra del medioambiente y los humildes sectores campesinos para la gente de San Fabián de Alico, comuna en donde se situará la represa.

Las organizaciones ciudadanas que se oponen al proyecto, en tanto, argumentan que después del terremoto de febrero pasado, fue el Sernageomin el que alertó acerca del peligro de instalar el embalse en la cuenca del Río Ñuble, pues iba a estar encima de una falla geológica que sufrió severos cambios.

El ministerio de Obras Públicas, titular del proyecto, pidió un informe especializado a la Universidad de Chile que entregaría resultados en dos meses más… de resultar ciertas las aprehensiones del Sernageomin, el proyecto será paralizado, según las condiciones puestas por la Corema para su aprobación.

En medio de una marcha ciudadana por las calles de Chillán, donde familias completas fueron reprimidas por las fuerzas policiales, el alcalde de San Fabián de Alico, Cristian Fernández, quien ha encabezado la oposición al proyecto, indicó que no se quedarán de brazos cruzados mientras esperan los resultados del estudio geológico.

“Quieren deshabitar a la gente, les están ofreciendo una canasta familiar por seis meses. Nosotros no queremos compensaciones, queremos que no nos destruyan el río Ñuble. Lo que se pretende hacer es un crimen y se nos ha tratado de la forma más indigna. La gente ayer lloraba de rabia, de vergüenza por lo que está pasando, por lo que está haciendo este Gobierno, y por eso nosotros vamos a seguir con las manifestaciones para llegar hasta las últimas instancias”, indicó el jefe comunal.

En total, serán 17 mil hectáreas inundadas en una mega represa con capacidad para 650 millones de metros cúbicos.  Además, serán taladas 700 hectáreas de bosque nativo y otras cientos de familias serán desplazadas para ubicar el proyecto estatal.

Margarita Letelier, presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble se manifestó contenta con la aprobación del embalse que pretende beneficiar a cerca de 25 mil personas que viven de la agricultura en la provincia argumentando que “todos de alguna forma hemos sufrido un tremendo terremoto, hay que tomar todas las precauciones porque nadie quiere que ocurra una tragedia y menos al lado de un pueblo que está lleno de habitantes. Como junta vecinal y regantes del Ñuble no queremos pasar a llevar a nadie, ni menos tener un accidente que puede costar vidas humanas. Queremos que se adopten todas las precauciones y que se diga que no hay tal falla y si hay que es una pequeña falla que se puede solucionar”.

El vocero del comité No al Embalse Punilla, Juan Carlos Bustos, indicó que más allá del peligro geológico real advertido por el Sernageomín, también existen otros motivos para oponerse al proyecto señalando que “tuvimos bastante problemas con el Estado de Chile, porque el Estado de Chile fue el que dio a conocer este proyecto, y el Estado según la Constitución Política está encargado de velar por las personas y aquí no veló por ninguna persona sólo cedió a los intereses económicos de los grandes capitales del agua. Respecto a la reforestación van a talar 700 hectáreas de bosque nativo, de las que van a reforestar 670 en la comuna y a nosotros nos van a dejar 30 hectáreas.

El Embalse Punilla queda a la espera de que el informe de la Universidad de Chile sea entregado en un plazo de dos meses para comenzar su construcción en 2011. A la espera también quedan las organizaciones que ya comienzan a delinear posibles acciones legales.

Lo primero será solicitar a la Contraloría una investigación para determinar si es lícito o no que la Contraloría aprobara el proyecto faltando un antecedente más que importante.