Próximamente se cumplirá el plazo de 90 días que se impuso el Gobierno para solucionar los problemas que enfrenta el sistema carcelario en el país.
El ministro de Justicia, Felipe Bulnes, a quien se le encomendó este trabajo, afirmó que están avanzando en los diferentes penales del país en la entrega de frazadas y literas para solucionar la habitabilidad de los reos al interior de estos recintos.
“Lo que tiene por objeto el plan es una evaluación, definición de las medidas y después su ejecución. No obstante ya se están implementando en varias cárceles parte de estas medidas, que lo hemos hecho con poca publicidad porque preferimos hacer las cosas y después mostrarlas, pero la tranquilidad que tengo como ministro de Justicia es que estamos empezando a atender una realidad invisible que influye en la calidad de vida de los reclusos, aspecto que la sociedad tiene que entender que va en beneficio de la batalla contra la delincuencia”, indicó el ministro.
Pero el alto nivel de hacinamiento que alcanza en algunos penales el 250 por ciento, hace de la tarea de mejorar las condiciones un problema mayor y casi imposible de ser concretado.
Así lo estima un ex reo de la Cárcel de Puente Alto, quien si bien afirmó que se trata de una buena e importante iniciativa, la gran cantidad de presos complica una solución de corto plazo, manifestando “se dice que va haber una litera para cada interno, pero no posible porque no hay espacio. A mayor nivel de hacinamiento se genera mayor roce. Un baño que alcanza para diez que tiene que compartir con cien personas. Los encierros son de más de 15 horas. En el caso de la cárcel de Puente Alto que es para 600 internos, caben 600 literas, pero no caben 2000”.
Para la directora del Programa de Seguridad y Ciudadanía de la Flacso, Lucía Dammert, el plazo de 90 días para solucionar los problemas de los penales es muy corto.
Por eso la especialista estimó que se requiere una mirada más de fondo y al mismo tiempo aprovechar de efectuar un cambio radical al sistema penitenciario del país.
“Las preguntas principales son por qué tanta gente presa, por qué tantas personas reinciden, por qué tanto hacinamiento y vulneración de los derechos al interior de los sistemas carcelarios. Una litera y una frazada es un avance, pero no soluciona el problema”, explicó Dammert.
Se espera que en los próximos días el Ministerio de Justicia y el Gobierno realicen un balance del trabajo efectuado hasta ahora y realice anuncios respecto a nuevos planes y programas para continuar en la línea de solucionar la crisis que vive desde hace años el sistema carcelario de nuestro país.
Próximamente se cumplirá el plazo de 90 días que se impuso el Gobierno para solucionar los problemas que enfrenta el sistema carcelario en el país.
El ministro de Justicia, Felipe Bulnes, a quien se le encomendó este trabajo, afirmó que están avanzando en los diferentes penales del país en la entrega de frazadas y literas para solucionar la habitabilidad de los reos al interior de estos recintos.
“Lo que tiene por objeto el plan es una evaluación, definición de las medidas y después su ejecución. No obstante ya se están implementando en varias cárceles parte de estas medidas, que lo hemos hecho con poca publicidad porque preferimos hacer las cosas y después mostrarlas, pero la tranquilidad que tengo como ministro de Justicia es que estamos empezando a atender una realidad invisible que influye en la calidad de vida de los reclusos, aspecto que la sociedad tiene que entender que va en beneficio de la batalla contra la delincuencia”, indicó el ministro.
Pero el alto nivel de hacinamiento que alcanza en algunos penales el 250 por ciento, hace de la tarea de mejorar las condiciones un problema mayor y casi imposible de ser concretado.
Así lo estima un ex reo de la Cárcel de Puente Alto, quien si bien afirmó que se trata de una buena e importante iniciativa, la gran cantidad de presos complica una solución de corto plazo, manifestando “se dice que va haber una litera para cada interno, pero no posible porque no hay espacio. A mayor nivel de hacinamiento se genera mayor roce. Un baño que alcanza para diez que tiene que compartir con cien personas. Los encierros son de más de 15 horas. En el caso de la cárcel de Puente Alto que es para 600 internos, caben 600 literas, pero no caben 2000”.
Para la directora del Programa de Seguridad y Ciudadanía de la Flacso, Lucía Dammert, el plazo de 90 días para solucionar los problemas de los penales es muy corto.
Por eso la especialista estimó que se requiere una mirada más de fondo y al mismo tiempo aprovechar de efectuar un cambio radical al sistema penitenciario del país.
“Las preguntas principales son por qué tanta gente presa, por qué tantas personas reinciden, por qué tanto hacinamiento y vulneración de los derechos al interior de los sistemas carcelarios. Una litera y una frazada es un avance, pero no soluciona el problema”, explicó Dammert.
Se espera que en los próximos días el Ministerio de Justicia y el Gobierno realicen un balance del trabajo efectuado hasta ahora y realice anuncios respecto a nuevos planes y programas para continuar en la línea de solucionar la crisis que vive desde hace años el sistema carcelario de nuestro país.
Próximamente se cumplirá el plazo de 90 días que se impuso el Gobierno para solucionar los problemas que enfrenta el sistema carcelario en el país.
El ministro de Justicia, Felipe Bulnes, a quien se le encomendó este trabajo, afirmó que están avanzando en los diferentes penales del país en la entrega de frazadas y literas para solucionar la habitabilidad de los reos al interior de estos recintos.
“Lo que tiene por objeto el plan es una evaluación, definición de las medidas y después su ejecución. No obstante ya se están implementando en varias cárceles parte de estas medidas, que lo hemos hecho con poca publicidad porque preferimos hacer las cosas y después mostrarlas, pero la tranquilidad que tengo como ministro de Justicia es que estamos empezando a atender una realidad invisible que influye en la calidad de vida de los reclusos, aspecto que la sociedad tiene que entender que va en beneficio de la batalla contra la delincuencia”, indicó el ministro.
Pero el alto nivel de hacinamiento que alcanza en algunos penales el 250 por ciento, hace de la tarea de mejorar las condiciones un problema mayor y casi imposible de ser concretado.
Así lo estima un ex reo de la Cárcel de Puente Alto, quien si bien afirmó que se trata de una buena e importante iniciativa, la gran cantidad de presos complica una solución de corto plazo, manifestando “se dice que va haber una litera para cada interno, pero no posible porque no hay espacio. A mayor nivel de hacinamiento se genera mayor roce. Un baño que alcanza para diez que tiene que compartir con cien personas. Los encierros son de más de 15 horas. En el caso de la cárcel de Puente Alto que es para 600 internos, caben 600 literas, pero no caben 2000”.
Para la directora del Programa de Seguridad y Ciudadanía de la Flacso, Lucía Dammert, el plazo de 90 días para solucionar los problemas de los penales es muy corto.
Por eso la especialista estimó que se requiere una mirada más de fondo y al mismo tiempo aprovechar de efectuar un cambio radical al sistema penitenciario del país.
“Las preguntas principales son por qué tanta gente presa, por qué tantas personas reinciden, por qué tanto hacinamiento y vulneración de los derechos al interior de los sistemas carcelarios. Una litera y una frazada es un avance, pero no soluciona el problema”, explicó Dammert.
Se espera que en los próximos días el Ministerio de Justicia y el Gobierno realicen un balance del trabajo efectuado hasta ahora y realice anuncios respecto a nuevos planes y programas para continuar en la línea de solucionar la crisis que vive desde hace años el sistema carcelario de nuestro país.
