“Quiero llevarles tranquilidad a los más de 40 millones de argentinos (…) Vamos a utilizar todos los instrumentos jurídicos que nos permitan seguir garantizando este crecimiento”, había dicho el lunes la presidenta Cristina Kirchner ante la previsible derrota en la Cámara baja, donde perdió la mayoría en 2009.
Con la presencia de 117 diputados sobre los 129 necesarios para dar quórum, se cayó este miércoles la sesión especial convocada por el oficialismo para tratar sobre tablas el presupuesto.
“Tengo una sensación de fracaso institucional. La oposición decidió impedir que Cristina (Kirchner) tenga su propio presupuesto. Estuvimos discutiendo un mes y medio en comisión”, se lamentó el jefe del bloque oficialista, Agustín Rossi, quien acusa a la oposición de “poner palos en la rueda al gobierno”.
La sesión especial fue convocada tras fracasar el oficialismo en su intento de aprobar el Presupuesto 2011 la semana pasada, cuando perdió la votación 117 a 112, y el proyecto fue devuelto para su análisis en comisión.
“Queremos que el oficialismo exponga su plan de gobierno en la comisión (de Presupuesto) y que podamos redactar un nuevo dictamen”, justificó la ausencia en el recinto el economista y diputado opositor Claudio Lozano.
Sin contar con la aprobación de la llamada ley de leyes, Kirchner puede inclinarse por prorrogar el presupuesto 2010, como lo prevé la ley de administración financiera; prorrogar el período de sesiones ordinarias del Congreso que expira a finales de noviembre para insistir en el tratamiento del proyecto o convocar a extraordinarias con el presupuesto como único tema.
En el presupuesto, el gobierno prevé para 2011 un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 4,3%, una inflación anual de 8,9% y un dólar cotizado a 4,10 pesos.
La oposición objeta los datos al considerar que subestima la pauta inflacionaria, a la que ubica entre 20 y 25%, así como el índice de crecimiento económico y de recaudación fiscal, con el objetivo de generar un excedente de fondos cuyo gasto escape a los controles corrientes en un año electoral.
El proyecto contempla además el uso de reservas del Banco Central, de USD 52.209 millones, para pagar vencimientos de deuda, lo que en 2010 fue hecho mediante decretos, lo que motivó una crisis institucional en enero pasado y el rechazo de la oposición, que reclamaba su aprobación en el Congreso.
El tratamiento del Presupuesto se enmarca además en un escándalo desatado durante la sesión de la semana pasada cuando diputadas opositoras denunciaron haber sido presionadas para votar a favor del gobierno o para ausentarse en el momento del voto.
En la comisión de Asuntos Constitucionales reunida este miércoles, las diputadas Cynthia Hotton, de la agrupación Valores para mi Patria, y Elsa Alvarez, de la Unión Cívica Radical, ratificaron su denuncia y relataron los llamados recibidos en plena sesión.
No obstante, aclararon que no fueron sobornadas sino que se sintieron presionadas por el tono de las comunicaciones provenientes de colegas o funcionarios del oficialismo, dijeron.
“Quiero llevarles tranquilidad a los más de 40 millones de argentinos (…) Vamos a utilizar todos los instrumentos jurídicos que nos permitan seguir garantizando este crecimiento”, había dicho el lunes la presidenta Cristina Kirchner ante la previsible derrota en la Cámara baja, donde perdió la mayoría en 2009.
Con la presencia de 117 diputados sobre los 129 necesarios para dar quórum, se cayó este miércoles la sesión especial convocada por el oficialismo para tratar sobre tablas el presupuesto.
“Tengo una sensación de fracaso institucional. La oposición decidió impedir que Cristina (Kirchner) tenga su propio presupuesto. Estuvimos discutiendo un mes y medio en comisión”, se lamentó el jefe del bloque oficialista, Agustín Rossi, quien acusa a la oposición de “poner palos en la rueda al gobierno”.
La sesión especial fue convocada tras fracasar el oficialismo en su intento de aprobar el Presupuesto 2011 la semana pasada, cuando perdió la votación 117 a 112, y el proyecto fue devuelto para su análisis en comisión.
“Queremos que el oficialismo exponga su plan de gobierno en la comisión (de Presupuesto) y que podamos redactar un nuevo dictamen”, justificó la ausencia en el recinto el economista y diputado opositor Claudio Lozano.
Sin contar con la aprobación de la llamada ley de leyes, Kirchner puede inclinarse por prorrogar el presupuesto 2010, como lo prevé la ley de administración financiera; prorrogar el período de sesiones ordinarias del Congreso que expira a finales de noviembre para insistir en el tratamiento del proyecto o convocar a extraordinarias con el presupuesto como único tema.
En el presupuesto, el gobierno prevé para 2011 un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 4,3%, una inflación anual de 8,9% y un dólar cotizado a 4,10 pesos.
La oposición objeta los datos al considerar que subestima la pauta inflacionaria, a la que ubica entre 20 y 25%, así como el índice de crecimiento económico y de recaudación fiscal, con el objetivo de generar un excedente de fondos cuyo gasto escape a los controles corrientes en un año electoral.
El proyecto contempla además el uso de reservas del Banco Central, de USD 52.209 millones, para pagar vencimientos de deuda, lo que en 2010 fue hecho mediante decretos, lo que motivó una crisis institucional en enero pasado y el rechazo de la oposición, que reclamaba su aprobación en el Congreso.
El tratamiento del Presupuesto se enmarca además en un escándalo desatado durante la sesión de la semana pasada cuando diputadas opositoras denunciaron haber sido presionadas para votar a favor del gobierno o para ausentarse en el momento del voto.
En la comisión de Asuntos Constitucionales reunida este miércoles, las diputadas Cynthia Hotton, de la agrupación Valores para mi Patria, y Elsa Alvarez, de la Unión Cívica Radical, ratificaron su denuncia y relataron los llamados recibidos en plena sesión.
No obstante, aclararon que no fueron sobornadas sino que se sintieron presionadas por el tono de las comunicaciones provenientes de colegas o funcionarios del oficialismo, dijeron.
“Quiero llevarles tranquilidad a los más de 40 millones de argentinos (…) Vamos a utilizar todos los instrumentos jurídicos que nos permitan seguir garantizando este crecimiento”, había dicho el lunes la presidenta Cristina Kirchner ante la previsible derrota en la Cámara baja, donde perdió la mayoría en 2009.
Con la presencia de 117 diputados sobre los 129 necesarios para dar quórum, se cayó este miércoles la sesión especial convocada por el oficialismo para tratar sobre tablas el presupuesto.
“Tengo una sensación de fracaso institucional. La oposición decidió impedir que Cristina (Kirchner) tenga su propio presupuesto. Estuvimos discutiendo un mes y medio en comisión”, se lamentó el jefe del bloque oficialista, Agustín Rossi, quien acusa a la oposición de “poner palos en la rueda al gobierno”.
La sesión especial fue convocada tras fracasar el oficialismo en su intento de aprobar el Presupuesto 2011 la semana pasada, cuando perdió la votación 117 a 112, y el proyecto fue devuelto para su análisis en comisión.
“Queremos que el oficialismo exponga su plan de gobierno en la comisión (de Presupuesto) y que podamos redactar un nuevo dictamen”, justificó la ausencia en el recinto el economista y diputado opositor Claudio Lozano.
Sin contar con la aprobación de la llamada ley de leyes, Kirchner puede inclinarse por prorrogar el presupuesto 2010, como lo prevé la ley de administración financiera; prorrogar el período de sesiones ordinarias del Congreso que expira a finales de noviembre para insistir en el tratamiento del proyecto o convocar a extraordinarias con el presupuesto como único tema.
En el presupuesto, el gobierno prevé para 2011 un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 4,3%, una inflación anual de 8,9% y un dólar cotizado a 4,10 pesos.
La oposición objeta los datos al considerar que subestima la pauta inflacionaria, a la que ubica entre 20 y 25%, así como el índice de crecimiento económico y de recaudación fiscal, con el objetivo de generar un excedente de fondos cuyo gasto escape a los controles corrientes en un año electoral.
El proyecto contempla además el uso de reservas del Banco Central, de USD 52.209 millones, para pagar vencimientos de deuda, lo que en 2010 fue hecho mediante decretos, lo que motivó una crisis institucional en enero pasado y el rechazo de la oposición, que reclamaba su aprobación en el Congreso.
El tratamiento del Presupuesto se enmarca además en un escándalo desatado durante la sesión de la semana pasada cuando diputadas opositoras denunciaron haber sido presionadas para votar a favor del gobierno o para ausentarse en el momento del voto.
En la comisión de Asuntos Constitucionales reunida este miércoles, las diputadas Cynthia Hotton, de la agrupación Valores para mi Patria, y Elsa Alvarez, de la Unión Cívica Radical, ratificaron su denuncia y relataron los llamados recibidos en plena sesión.
No obstante, aclararon que no fueron sobornadas sino que se sintieron presionadas por el tono de las comunicaciones provenientes de colegas o funcionarios del oficialismo, dijeron.
