En un trawún se reunieron este fin de semana diversas comunidades Mapuche-Huilliche de la cuenca del lago Maihue, territorio afectado por la posible instalación del proyecto hidroeléctrico Maqueo.
El proyecto de Trayenko, filial de la empresa noruega SN Power, generaría unos 400 megawatts, pasando sobre ocho ríos de la zona e inundando 114 hectáreas.
Esta es una de las cuatro centrales que contempla el proyecto global de la empresa en la región de Los Ríos, que tendría un costo de mil millones de dólares y sumaría 660 megawatts al sistema, destruyendo también las comunidades de Reyehueico, Pellaifa y Liquiñe.
“Los españoles antes vinieron por las tierras, ahora vienen por las aguas. La gente de las comunidades vive la mayoría del río, entonces sería matarnos en vida. Sin agua no podemos vivir, además de la contaminación”, señaló el vocero José González.
El representante de la comunidad de Maihue, Oscar Quintul, indicó que ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto: intendentes, gobernadores y alcaldes se han marginado del proceso que, además, no ha contado con la consulta a las comunidades, como establece el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En este sentido, Quintul manifestó su preocupación por los vínculos entre altos personajes de Gobierno y empresarios, principalmente de la ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez: “Se hacen los lesos. Cómo no van a saber si la misma ministra trabajó para la empresa Trayenko que hizo los estudios de impacto ambiental. Estamos desprotegidos, siempre lo hemos estado y el Gobierno siempre hace lo que quiere, lo que le conviene”, acusó.
Mientras, el Observatorio Ciudadano reflexionó sobre la presión energética que recae en los territorios indígenas donde se ubican importantes recursos naturales, como el agua, y calificaron como “inadmisible” que el costo del supuesto desarrollo del país lo sigan pagando nuestros pueblos originarios.
Al finalizar el encuentro, las comunidades acordaron luchar para proteger sus territorios, hicieron un llamado al Estado a reaccionar y al pueblo chileno a ir más allá del beneficio inmediato que generan las centrales, atentos a las consecuencias que éstas dejan en el medioambiente.
Más información en audio
En un trawún se reunieron este fin de semana diversas comunidades Mapuche-Huilliche de la cuenca del lago Maihue, territorio afectado por la posible instalación del proyecto hidroeléctrico Maqueo.
El proyecto de Trayenko, filial de la empresa noruega SN Power, generaría unos 400 megawatts, pasando sobre ocho ríos de la zona e inundando 114 hectáreas.
Esta es una de las cuatro centrales que contempla el proyecto global de la empresa en la región de Los Ríos, que tendría un costo de mil millones de dólares y sumaría 660 megawatts al sistema, destruyendo también las comunidades de Reyehueico, Pellaifa y Liquiñe.
“Los españoles antes vinieron por las tierras, ahora vienen por las aguas. La gente de las comunidades vive la mayoría del río, entonces sería matarnos en vida. Sin agua no podemos vivir, además de la contaminación”, señaló el vocero José González.
El representante de la comunidad de Maihue, Oscar Quintul, indicó que ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto: intendentes, gobernadores y alcaldes se han marginado del proceso que, además, no ha contado con la consulta a las comunidades, como establece el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En este sentido, Quintul manifestó su preocupación por los vínculos entre altos personajes de Gobierno y empresarios, principalmente de la ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez: “Se hacen los lesos. Cómo no van a saber si la misma ministra trabajó para la empresa Trayenko que hizo los estudios de impacto ambiental. Estamos desprotegidos, siempre lo hemos estado y el Gobierno siempre hace lo que quiere, lo que le conviene”, acusó.
Mientras, el Observatorio Ciudadano reflexionó sobre la presión energética que recae en los territorios indígenas donde se ubican importantes recursos naturales, como el agua, y calificaron como “inadmisible” que el costo del supuesto desarrollo del país lo sigan pagando nuestros pueblos originarios.
Al finalizar el encuentro, las comunidades acordaron luchar para proteger sus territorios, hicieron un llamado al Estado a reaccionar y al pueblo chileno a ir más allá del beneficio inmediato que generan las centrales, atentos a las consecuencias que éstas dejan en el medioambiente.
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En un trawún se reunieron este fin de semana diversas comunidades Mapuche-Huilliche de la cuenca del lago Maihue, territorio afectado por la posible instalación del proyecto hidroeléctrico Maqueo.
El proyecto de Trayenko, filial de la empresa noruega SN Power, generaría unos 400 megawatts, pasando sobre ocho ríos de la zona e inundando 114 hectáreas.
Esta es una de las cuatro centrales que contempla el proyecto global de la empresa en la región de Los Ríos, que tendría un costo de mil millones de dólares y sumaría 660 megawatts al sistema, destruyendo también las comunidades de Reyehueico, Pellaifa y Liquiñe.
“Los españoles antes vinieron por las tierras, ahora vienen por las aguas. La gente de las comunidades vive la mayoría del río, entonces sería matarnos en vida. Sin agua no podemos vivir, además de la contaminación”, señaló el vocero José González.
El representante de la comunidad de Maihue, Oscar Quintul, indicó que ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto: intendentes, gobernadores y alcaldes se han marginado del proceso que, además, no ha contado con la consulta a las comunidades, como establece el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En este sentido, Quintul manifestó su preocupación por los vínculos entre altos personajes de Gobierno y empresarios, principalmente de la ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez: “Se hacen los lesos. Cómo no van a saber si la misma ministra trabajó para la empresa Trayenko que hizo los estudios de impacto ambiental. Estamos desprotegidos, siempre lo hemos estado y el Gobierno siempre hace lo que quiere, lo que le conviene”, acusó.
Mientras, el Observatorio Ciudadano reflexionó sobre la presión energética que recae en los territorios indígenas donde se ubican importantes recursos naturales, como el agua, y calificaron como “inadmisible” que el costo del supuesto desarrollo del país lo sigan pagando nuestros pueblos originarios.
Al finalizar el encuentro, las comunidades acordaron luchar para proteger sus territorios, hicieron un llamado al Estado a reaccionar y al pueblo chileno a ir más allá del beneficio inmediato que generan las centrales, atentos a las consecuencias que éstas dejan en el medioambiente.
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