Ya es casi una tradición. De la mano de la convocatoria a cualquier tipo de paralización, las autoridades aparecen inmediatamente adelantando cuáles serán los costos que éstas tendrán para el país. Pasa con los trabajadores del cobre y pasó también ahora en medio de los preparativos para el Paro Nacional convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) para el 24 y 25 de agosto.

En esta oportunidad, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, cifró las pérdidas monetarias en 400 millones de dólares, es decir, 200 millones por cada jornada. Mientras, el ministro de Economía, Pablo Longueira, respaldó esta postura advirtiendo que los dos días de paro obstaculizarían el crecimiento económico que, según las proyecciones, podría alcanzar un siete por ciento.

Sin embargo, el economista Hernán Frigolett, aseguró que estas cifras están “sobredimensionadas”, ya que si todos los sectores productivos del país paralizaran de forma absoluta, recién ahí se podría hablar de pérdidas cercanas a los 500 millones. Un escenario que, según el experto, no se habría presentado en esta ocasión porque la mayoría de las reparticiones afectadas por el paro correspondían al sector servicios, mientras que las actividades mineras y portuarias continuaron sus actividades de forma relativamente normal.

“Si el país se paralizara completo, es decir, si no se moviera una hoja y todos se quedaran en sus casas y nadie produjera nada,  el costo por día es de alrededor de 500 millones de dólares. Esto está totalmente exagerado. Los puertos no están paralizados, por lo que la faenas de importacion y exportación están funcionando y el comercio probablemente va a tener menos ventas, pero no va a estar cerrado”, dijo.

Incluso, si las estimaciones entregadas por el Gobierno fueran precisas, los chilenos tampoco verían afectado su bolsillo de manera importante. Esto porque si se considera la pésima distribución de la riqueza en Chile – que está concentrada en el seis por ciento de la población – esa porción sería la más perjudicada, ya que el 94 por ciento restante sólo dejaría de percibir 1300 pesos a raíz del paro.

De todas formas, Frigolett aseguró que las pérdidas que pueden generar estas jornadas se recuperan rápidamente y precisó que no influyen considerablemente en la dinámica del crecimiento económico.

“Generalmente todo esto después se compensa y en la jornada siguiente, probablemente haya una puesta al día. Desde el punto de vista mensual se diluye aún más y en términos anuales se recupera en lo que queda del resto del año”, explicó.

El gerente general de la consultora Aserta señaló que al menos durante la primera jornada de movilización, lo que se vivió fue una reducción general de la jornada laboral, pero no una paralización total que implique el nivel de pérdidas señalado por el Gobierno.